México enfrentará enormes desafíos en este 2018 que iniciamos.
Los retos que tendremos que asumir marcarán definitivamente el rumbo del País y de nosotros como mexicanos en la medida de cómo los enfrentemos.
México está en la mira, a nivel mundial, por los tiempos de cambios que se darán con las elecciones de este año que serán cruciales para el destino de nuestro país y en la renovación de Gobierno.
En el plano internacional se advierte que las elecciones de este 2018 en varios países de América Latina, incluido México, y en Europa, estremecerán al mundo.
La fuerte ola anti establishment que sacudió parte del planeta en 2017 amenaza ahora con llegar a América Latina y México forma parte de las transformaciones.
En nuestro país 87 millones de electores que están en el padrón deben acudir a las urnas, aunque en los comicios se presenta un alto abstencionismo. Además habrá elecciones en Brasil, Costa Rica y Paraguay en este mismo año.
Por Europa, el 18 de marzo el líder del Kremlin, Vladimir Putin, se postulará de nuevo para totalizar casi un cuarto de siglo en el poder, lo que tendrá un impacto planetario porque el nuevo zar ruso es clave en el plano geopolítico internacional.
En el caso de México existen mayores desafíos por ser socio de la potencia más grande del mundo: Estados Unidos. Y parecieran ser enormes por las modificaciones de Donald Trump en las políticas comerciales, la revisión del TLC y los cambios en las tasas de interés, también por las medidas migratorias.
Una prueba de fuego crucial será la elección de medio término en Estados Unidos, para el 6 de noviembre. La renovación parcial de las cámaras de senadores y representantes será decisivo para medir el impacto real de los dos primeros años de gobierno de Trump y sus posibilidades futuras.
Si Trump pierde la frágil mayoría que tiene en el Congreso no le será nada fácil aplicar sus prometidas reformas y tendrá dificultades para aspirar a la reelección y prolongar por otros cuatro años la pesadilla con la aplicación de medidas que afectan a México.
La cotización del dólar, con el comportamiento del peso ante la divisa estadounidense, representa uno de los grandes retos para el Gobierno mexicano y los sectores económicos que compiten en el mundo global actual.
Amén del impacto que trae para los mexicanos la pesada cuesta de enero con una inflación descontrolada que afecta el poder de compra, con alzas en los precios de los energéticos, gasolina y gas doméstico, en electricidad. Aunado al incremento en los servicios, en las tarifas de agua, transporte y en el predial.
Las modificaciones hacendarias y una fiscalización más estricta, desigual, en los regímenes tributarios, provocan desaliento para el crecimiento o la apertura de nuevas empresas por la falta de incentivos fiscales.
Y siempre la economía suele ser el factor determinante de una elección.
En este 2018, como ciudadanos viviremos una encrucijada electoral en la que habremos de elegir presidente de la República, diputados y senadores.
Los apoderados de las estructuras de partidos tratan de reanimar un sistema político extenuado que ha llegado a una situación agónica tras años de ineficiencia, ejercicio corrupto del poder, perversidad ideológica, generalización del soborno y tolerancia a las mafias del narcotráfico.
Pero seremos los ciudadanos quienes vamos a decidir, con nuestro voto, a fin de crear las condiciones para enfrentar con más posibilidades de éxito los desafíos que tenemos como Nación.
David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.
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