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Gilberto Armenta
La Comisión Estatal de Derechos Humanos se ha convertido en la oportunidad perfecta para convertirla en un órgano intervencionista.
En sus pretensiones, hay un candidato que exhibe la forma en la que esa comisión, lejos de servir a los derechos humanos más elementales, serviría a los intereses político-partidistas de la oposición que, resguardada detrás de ella, arremetería con todo contra lo que el gobierno estatal represente del 2018 en adelante.
Ofrecer un plan de trabajo que proponga interponerse en los protocolos de seguridad, evaluar los programas sociales de gobierno, avalar o no a las dependencias del mismo y, en un exceso de poder, intentar dictar la agenda pública disfrazando todo como una defensa de los derechos humanos, resulta verdaderamente inaceptable.
Además, tener la idea de que el financiamiento externo, particularmente el extranjero, le daría a esa comisión independencia para actuar sin compromiso alguno contra el gobierno en turno y las autoridades que representa, abre en realidad las puertas para que, desde otras latitudes, órganos supuestamente no gubernamentales, puedan intervenir en decisiones políticas – de todos los niveles – en Sonora.
Los derechos humanos, y la institución que los representa no es, de ninguna manera, un órgano hecho para intervenir en los asuntos estatales de esa manera.
Además, suponer que este tema está hecho para poner de rodillas a la Fiscalía Estatal, a la Secretaria de Seguridad Pública y a la de Gobierno, además de las Comisarías en cada Ayuntamiento es una actitud que, con el paso del tiempo, pondría en más indefensión a las víctimas, y en una posición mas amenazante al victimario.
En el mismo sentido no puede, en ninguna circunstancia, suponerse que la CEDH deba ser una agencia de inteligencia, análisis y asesoría que, desde las dependencias de gobierno, deba consultarse para cada paso que se deba o pretenda dar. Y, peor aún, no puede considerarse que, si no se consulta, todo lo que desde el gobierno del estado se haga atenta contra los derechos humanos.
En el mismo sentido, se espera que quien tome el control de esta comisión a partir de febrero próximo, actué en contra de los señalamientos de irregularidades en diferentes sentidos en los que, según se denuncia públicamente, ha incurrido el actual Ombudsman Raúl Ramírez Ramírez.
No hacerlo significa que, bajo premisas de complicidades y compromisos pactados, se dejaría en la impunidad una representación que le ha hecho tanto daño a la CEDH, que la mantiene, al momento, convertida en un voluminoso bunker padrecista.
El perfil personal y familiar, de quien pretenda esta presidencia, es también de suma importancia. Demandas relacionadas a agresiones sexuales son inadmisibles aun cuando estas hayan fenecido en le marco legal. Pero también arrastrar una demanda por violencia domestica como antecedente del divorcio, resulta inapropiada para quien ahora pretenda decir que los derechos de la mujer son inviolables.
Además, tener un obstáculo legal que impida pretender siquiera esa presidencia, e intentar mantenerlo en secreto, habla mal de quien en lo publico se dice transparente y honesto.
No es cosa menor la elección de quien habrá de sustituir a Raúl Ramírez Ramírez, por eso, las entrevistas en el Congreso del Estado por parte de la Comisión de Derechos Humanos que representa Célida López Cárdenas, deben ser mas intensas y profundas. Desperdiciar una entrevista con cuestionamientos someros, sin sentido, deja la puerta abierta para que, expertos en la retorica y en el encantamiento de serpientes, además de profesionales en el manejo de la escenografía y la presión a través de cuadros ciudadanos a modo, pretenda hacerse ver como el mejor calificado.
Ya estuvieron en la entrevista Andrés Montoya García, Octavio Grijalva Vásquez, Juan Francisco Alcaraz García, José David García Jaimes, José Isasi Siqueiros, Guillermo Alejandro Noriega Esparza y Alma Lydia Soto López. Ninguno de ellos habló de meter en cintura la aparente corrupción que hoy impera en la CEDH. Algunos ya están evidentemente descalificados. Otros tantos decepcionaron con sus argumentaciones.
Pero uno de ellos, Guillermo Alejandro Noriega Esparza, mostró tal desesperación en su ánimo por convencer a los diputados Javier Dagnino Escobosa, Lina Acosta Cid, Brenda Elizabeth Jaime Montoya, Omar Alberto Guillén Partida, Iris Fernanda Sánchez Chiu y Carlos Alberto León García, además de Célida López Cárdenas, que hace suponer que su intención por la presidencia va más allá de defender los derechos humanos.
Siguen en segunda ronda Lourdes Rivera Valle, Jorge Alberto Sáenz Félix, Omar Alejandro Tiburcio Cruz, Pedro Gabriel González Avilés, Miguel Ángel Tapia Guell, y Héctor Hernández García. De este segundo grupo podría salir el perfil idóneo para presidir a la CEDH.
En otro tema, pero de suma importancia, el secretario de educación, Ernesto de Lucas Hopkins, anunció que Sonora es la entidad que mayor avance ha presentado en la prueba Enlace, que califica a alumnos de tercer grado de secundaria en Lenguaje y Comunicación (español) y Matemáticas.
Este avance en la calificación representa un enorme esfuerzo por parte de la secretaria a su cargo, ya que se requirió trabajo conjunto entre el alumnado, la dirección escolar, los padres de familia, y los docentes aglutinados en el SNTE, en sus secciones 28 y 54.
Conseguir esto a través del dialogo abierto y las mesas de negociación, da prueba de que en el gobierno estatal se busca resultados con el entendimiento como base.
Así lo ha externado la gobernadora Claudia Pavlovich siempre. En Sonora se busca una mejor calidad de vida para todos, y la educación es parte fundamental de ese intento. Las cosa avanzan en todas las áreas, y en las escuelas de Sonora, no es la excepción.
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