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Las encuestas nacionales ubican a Andrés Manuel López Obrador en el primer lugar de las preferencias. En su reciente evento en Sonora, el ultimo día de enero, no se mostró el porqué de esos resultados.

 

El evento estuvo pletórico, si, con la plaza Emiliana de Zubeldia a reventar, también. Convertido en una romería de vendedores ambulantes, cierto. Pero todo producto, de nueva cuenta, del brutal acarreo de “militantes” de vaya usted a saber que partes de Sonora. Muchos de ellos dijeron que los habían invitado a asistir, y que aceptaron porque es lo que hacen siempre, con quien sea siempre y cuando les provean los medios de transporte y alimentación.

 

Estaba también instalado un templete que cuesta muchos miles de pesos contratarlo. Con un equipo de sonido y mariachi que no son baratos. Con un par de conductores que cobran por su trabajo. Con carpas, sillas y vallas de metal que nadie proporciona de manera gratuita. Eso, la parafernalia en sí convirtió a esa asamblea interna, en un abierto acto de precampaña anticipada, que alguien tal vez, tenga la valentía de denunciar, o no.

 

Pero ¿que representó el evento en sí? Mire usted:

 

Es evidente que el discurso de Andrés Manuel ya está agotado. Misma retorica con diferente sintaxis que, tan repetitiva, está convertida ya en uno de eses sketches de comediantes “stand up” tan de moda en antros de todo México.

 

Lo único novedoso es que cambió el “cochis, puercos, marranos” por el “Andrés Manuelovich”. Y lo sorprendente es que todos le aplauden y le festejan las ocurrencias.

 

Y es que es justamente ahí donde Andrés Manuel ha encontrado su coto de influencia. Está México tan harto del sistema político actual, que piensa que alguien que se burla del mismo como ellos quisieran hacerlo y no se atreven, es quien debe gobernar al país. Error garrafal.

 

También resultó evidente que, al menos en Hermosillo, quienes encabezaran las candidaturas no son ni los mejores, ni los mas conocidos, ni los más aceptados. También que no hay la mentada unidad entre los partidos que conforman la coalición.  Jaime Moreno Berry, del PT, se vio cansado, incomodo y poco motivado. Martin Preciado del PES fue mesurado y hasta frío en su expresión. A ninguno de los dos se les dio la oportunidad de hablarle a sus militantes, dispersos entre la multitud. Y eso que era una asamblea interna.

 

Pero, en este mismo tema, la que se llevó un poco más de aplausos y vítores fue Lily Téllez. Su fama la antecede, la conocen mas por ser periodista que por ser morenista…o política. Esta especie queda comprobada porque cuando presentó Andrés Manuel a Célida López Cárdenas el silencio fue sepulcral. Nadie la apoyó. Nadie le gritó “estamos contigo Célida”. Si la encuesta nacional es real, honesta y transparente, le deberá dictar a Andrés Manuel y a Alfonso Durazo que ella no es la mejor posicionada en Hermosillo como para pretender la candidatura a la alcaldía.

 

Un tercer y último punto gira en torno a la real intención de Andrés Manuel para con el electorado. Y es que luego de una década de campaña, ya le tomó bien la medida a Juan Pueblo. Ya sabe el precandidato de Morena que quienes votan son anti priistas, o anti panistas, o anti sistema. Por eso los azuza en ese tema.

 

Ya sabe también que quienes lo siguen urgen de escucharlo hablar en contra del régimen actual. Y calcula en base a su experiencia, que la amenaza del estallamiento social es más garantía pos electoral, que la defensa del voto mismo el día de la elección.

 

Todo su discurso es revolucionario, provocador. Presume de democracia, pero tiene sembrado el sentimiento entre los que le siguen, que el único resultado real del 01 de julio próximo es aquel que le dé la victoria.

 

Hace entender a sus escuchas que, si él no gana, todos perderán la oportunidad de recibir lo que siempre han reclamado. Un mejor nivel de vida, una real justicia social. Mas y mejores oportunidades. Y entonces habría que levantarse en armas.

 

Bajo este contexto, es indudable que las mentadas encuestas nacionales no siguen más que un parámetro normal, cadencioso que, poco a poco, podrían cambiar en sus resultados.

 

¡Ah! Se conoció también a un Andrés Manuel irrespetuoso con la prensa. Pero ese será el próximo mensaje.

 

Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16

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