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Si la radioescucha lectora, el televidente lector ya estaba hasta la coronilla de los spot de los candidatos presidenciales con los que nos bombardearon salvajemente en las últimas semanas, ya pueden agarrar aire y dejar por un momento el zapping al que nos obligaron a fuerza de repetir hasta el hartazgo los mismos sonsonetes.

 

Desde el lunes pasado se abrió un impasse conocido como “intercampañas”, que durará hasta el 29 de marzo, lapso en el cual los precandidatos a lo que sea deben abstenerse de realizar actos que la autoridad electoral puede considerar como de promoción del voto: propaganda en ese sentido, reuniones públicas y demás.

 

Así que durante los próximos 40 días nuestros próceres de la democracia habrán de guardar sus ansias de novillero y privarnos de su grata presencia, sus extraordinarias propuestas y sus discursos para el mármol de la posteridad.

 

O al menos eso es lo que se supone, porque al modo mexicano, para cada candado en la ley siempre hay los vivillos y vivillas que se dan maña para burlarlos, especialmente aquellos aspirantes que siguen detentando cargos públicos que utilizan a manera de plataforma para mantenerse en los medios de comunicación.

 

Sobre todo quienes “desaprovecharon” el tiempo de las llamadas precampañas, destinado para ese fin. Y lo hicieron no por voluntad propia, sino que en la mayoría de los casos, ese lapso se les fue en las a veces tirantes negociaciones en sus respectivos partidos, para darles el nombramiento tan anhelado.

 

Si se fijan bien, el “destape” de precandidatos en el PRI se dio apenas unos días antes de que concluyera el periodo de precampañas, de manera que, salvo el aspirante a la alcaldía, Ernesto de Lucas Hopkins y los aspirantes al senado, Sylvana Beltrones y Maloro Acosta, el resto de ellos no registraron actividad notable.

 

En el PAN ni se diga. Apenas este día a las seis de la tarde, habrán de realizar un evento en la sede de su partido, para presentar a la señora Myrna Rea de López como su candidata a la presidencia municipal de Hermosillo, y a la fórmula que la acompañará en las candidaturas para las seis diputaciones locales. Una fórmula en la que destaca la presencia de Gildardo Real Ramírez, que por primera vez buscará para sí mismo el voto por tierra.

 

Es decir, ni en el PAN, que va aliado con el PRD, ni en Morena, que va aliado con el PT y el PES, existieron las precampañas. En el segundo caso, todavía les falta mucho para llenar la planilla completa de los candidatos que mandarán a la contienda, lo que seguramente habrán de hacer en este lapso de intercampañas.

 

Quizá por eso, porque las precampañas fueron prácticamente inexistentes, no advertimos lo que usualmente pasa en estas fechas, en materia de campañas negras de toda índole, esas en las que se descargan fogonazos de difamaciones, calumnias, denuestos, verdades a medias y mentiras completas para descalificar a los adversarios. Bueno, al menos en el plano estatal eso no sucedió, y en parte también porque ni siquiera hubo competencia interna en la gran mayoría de los casos, en los que las candidaturas salieron por consenso. Acotado, pero consenso.

 

En el plano nacional ese tipo de campañas negras han estado presentes desde que perfilaron a los precandidatos, y en el caso de uno de ellos, que tiene al menos 12 años en campaña, ya se han convertido en una constante.

 

Resulta obvio que en Sonora, una vez definidas las listas completas de quienes irán a la batalla por los votos a partir del 30 de marzo (si no es que antes) comenzará el fuego amigo y el enemigo para minar a los adversarios que se consideren con más ventaja en la contienda.

 

Las campañas negras contaminan el proceso electoral y desaniman a los electores, aunque no dejan de resultar un juego de diversión perversa para los actores políticos, a quienes no parece importarles el desencanto ciudadano frente a este tipo de estrategias sucias, si con ello logran descarrilar a un adversario.

 

Bueno sería que no echaran en saco roto el llamado que hizo ayer la gobernador a Claudia Pavlovich Arellano a candidatos y partidos, para que prevalezca la propuesta y no la descalificación.

 

“Es un llamado a los partidos políticos, a los candidatos independientes, a que prevalezca siempre las ideas, las propuestas, y que no prevalezcan las campañas negras, que lo único que hacen es lastimar a la gente, a los ciudadanos y lastiman a Sonora”, dijo la gobernadora, al llamar también a los ciudadanos a exigirles propuestas.

 

El llamado es importante, porque la tentación de caer en esa espiral de violencia verbal, “fake news” y ataques despiadados a la vida privada es muy grande y está presente en todas las fuerzas políticas, que ya tienen un ejército de voluntarios (o pagados) sicarios de las redes sociales, para enderezar, sin pudor y sin recato, cualquier cantidad de campañas negras.

 

Esperemos que el llamado de la gobernadora encuentre oídos entre los protagonistas de esta contienda, aunque para ser franco, dudo mucho de la vocación por la civilidad de algunos de esos actores, especialmente aquellos que hicieron de esas estrategias una política pública cuando fueron gobierno, y que seguramente volverán a hacerlo ahora que desde la oposición, no terminan de lamer las heridas de la derrota en 2015.

 

II

 

Tuvimos oportunidad de conversar brevemente con David Figueroa Ortega, y lo notamos molesto y sorprendido por lo que ocurrió en el proceso para reunir las firmas que permitan la validación de su candidatura a la alcaldía por la vía independiente.

 

Molesto, porque no se imaginó que el acuerdo verbal que habían hecho los aspirantes a la candidatura independiente, de cerrar filas en torno a quien reuniera más firmas. David estaba confiado en que sería el ganador, pero de pronto sucedió que Norberto Barraza apareció el último día con más de cinco mil firmas, muchas de ellas con las características de haber sido hechas sobre un escritorio  y no en la calle, donde se recolectan.

 

Cientos de hojas “planchaditas” y con los datos hechos a mano fueron entregadas y el IEE las aceptó, aunque ya inició un proceso de validación con peritos especializados para llegar a la verdad histórica en este asunto.

 

Por cierto, también reveló el nombre de varios padrecistas que participaron en el proceso al lado de Barraza Almazán, como Mario Cuen Aranda (sí, el tesorero de Padrés) lo que confirmaría la hipótesis manejada hace unos días en este espacio, en el sentido de que sería el PAN y no el PRI el más interesado en descarrilar la candidatura de Figueroa Ortega.

 

No es extraño, y esto a propósito de las campañas negras, que hayan aparecido varias cuentas troll en Twitter haciendo escarnio de David, acusándolo de rajón, de mal perdedor, de llorón y otras lindezas.

 

En fin, todavía falta el proceso de validación de esas firmas aparentemente entregadas de manera extemporánea y sin cumplir los requisitos legales. También explorar el camino del litigio en instancias federales, pues la ley estatal no puede estar por encima de la constitución y la ley federal en la materia, que permite participar como candidato a todos aquellos que reúnan los requisitos exigidos.

 

Esta historia continuará.

 

 

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