Una cosa es la exigencia de justicia de la sociedad y otra aplicar la ley de acuerdo al marco jurídico y en atención a los derechos legales de defensa de los imputados y por eso parecieran lentos los procesos que se siguen en contra de la gavilla que asoló a Sonora durante el PAN gobierno de Guillermo Padrés.
Más o menos así podemos resumir las casi dos horas de exposición del Fiscal Anticorrupción, Odracir Espinoza Valdez, quien diera una puntual explicación de las actuaciones de la dependencia a su cargo a los integrantes del representativo Colectivo de Reporteros Sonorenses, (CORSAS).
Guardando la necesaria secrecía al abordar temas específicos, de todas formas el joven fiscal fue prolijo al dar a conocer sus batallas para dar cauce jurídico a las exigencias de justicia de los sonorenses y a las denuncias y evidencias de actos de corrupción, así como en el combate a maniobras de defensa emprendidas por los imputados.
Para efectos de eficiencia, informó que de 64 órdenes solicitadas a jueces penales, 59 han sido “obsequiadas” y adelantó que están por ser solicitadas cuatro más, destacando lo histórico que representa que siete exsecretarios del gobierno estatal estén sujetos a proceso, previéndose que en los siguientes días ese número aumentará.
Odracir Espinoza Valdez
Fue categórico al subrayar que la actuación de la FAS es sumamente cuidadosa para evitar se caigan casos por apuros o por presiones, aclarando además que la incautación de bienes para resguardo, es solo eso, ya que para que el estado pueda disponer de ellos y retornar lo robado a su patrimonio, se requiere del total finiquito del proceso y se dicte sentencia condenatoria.
Muy bueno el diálogo del funcionario judicial con la talacha reporteril, ante quienes comentó de las presiones y amenazas que personal bajo su cargo han recibido, así como de acercamientos de intermediaros que hacen ofertas de negociación con el Estado para devolver bienes robados a cambio de beneficios de imputados.
Indicó que en el caso de Padrés, la FAS lo ha declarado en varias ocasiones en el marco de la estrecha coadyuvancia que tienen con la PGR, además de anunciar que solicitará que a Roberto Romero se le revoque el beneficio de la libertad condicional por representar riesgos de que se vuelva a dar a la fuga o que fuera de la cárcel pueda operar intimidaciones contra testigos de sus fechorías dispuestos a colaborar con la autoridad.
“Tenemos muchos invitados todos los días”, contestó al ser cuestionado respecto que al momento de la entrevista, acudía a las oficinas de la FAS en calidad de indiciado, el exdirigente estatal del PAN, Juan Bautista Valencia, a quien como se sabe, se le imputa trama fraudulenta para apropiarse de alrededor de 30 hectáreas de alta plusvalía en el vado del Río en Hermosillo, incurriendo en robo de identidad, falsificación de documentos, desfalco y despojo al ayuntamiento capitalino.
Roberto Romero
Por supuesto que el panista alegó ser inocente cuando todas las evidencias lo condenan y le prospectan pena de cárcel, y además ver insatisfechas sus ínfulas de potentado de la industria inmobiliaria, quedar mal con la familia de Padrés, quienes por lo visto lo embarcaron en tan temeraria aventura.
El caso es que Odracir se aventó un muy buen rollo con los CORSAS, ante quienes incluso lamentó el nivel del mitoteo en que se debate la situación actual de Sonora Ciudadana, organismo del cual fue representante legal por bastantes años.
Por cierto, el concepto ciudadano pasó de ser la descripción de personas sin compromisos con partidos políticos, pero no ajenas a la política, a una etiqueta para la simulación y el engaño, con la que se promueven intereses cien por ciento partidistas.
Dicha perversión se extrapola a otra: las candidaturas independientes, vía por la cual connotados militantes de partidos políticos pretenden acceder a posiciones de elección popular, en una dinámica en la que los más pocos en efecto son ciudadanos sin trayectorias partidistas y son los que menos tienen opciones de triunfo.
Es así como los conceptos Ciudadano y Candidaturas Independientes, son pervertidos por oportunistas, al convertirse en portadores de la engañifa de quienes, agotadas sus opciones para candidaturas por la vía tradicional, pretenden seducir a la gente harta del actual sistema de partidos en México.
Qué necesidad hay de recurrir a dichas estratagemas de simulación cuando se disponen de tan amplios espacios para la participación política, porque a los ojos de los verdaderos ciudadanos independientes debe ser ofensivo que personajes de largas trayectorias como militantes de partidos, ahora pretendan hacerse pasar ajenos a éstos o igual ocurre con quienes desde organizaciones de la llamada sociedad civil han hecho y hacen lo mismo.
David Figueroa
Lo ocurrido en y con el membrete Sonora Ciudadana AC y Leticia Cuesta Madrigal, es sólo un botón de muestra de dicha simulación, al igual que ocurre con los casos de David Figueroa, María Dolores del Río, Antonio Astiazarán, entre otros que abundan en la geografía sonorense, que pretenden vender, que luego de muchos años de ser militantes y activistas al servicio de partidos políticos, sólo por renunciar a éstos adquirieron en automático un perfil de ciudadano e independiente.
Por cierto, vaya el churro en que se convirtió el tránsito de Cuesta Madrigal desde una posición de presunto corte ciudadano, hasta abanderar una causa que comparten partidos primos hermanos, como lo son el PAN y el Movimiento Ciudadano, porque es un hecho que hará mancuerna con otro tránsfuga, el ya mentado Astiazarán Gutiérrez, en la fórmula al senado de la república por Sonora.
El problema de la reportera en receso es que va como segunda de abordo y difícilmente verá satisfecha su ambición política-electoral, a no ser que junto con la Lola del Río convenzan al Toño para que haga buena la cortesía de que las mujeres primero, con lo cual ahí sí se debería de reconocer la desinteresada actuación del guaymense y su vocación por el respeto a los derechos políticos de las mujeres.
Pero por lo pronto, muy mal parado queda ese membrete luego del galimatías del pasado lunes por la tarde noche, cuando un llamado Consejo Consultivo se erigió por sobre la autoridad de la asamblea de socios, para mediante un desmentido, confirmar de forma matizada lo que ya habían informado los socios: Cuesta Madrigal ya no es la coordinadora ejecutiva de dicha agrupación porque atiende la invitación a contender por una candidatura.
Extraño que un organismo que por más membrete que sea, cuyo principal fin es promover la transparencia y la rendición de cuentas, haya mantenido en secreto su acefalía durante una semana, y entendemos que debe ser duro reconocer ante la sociedad que se convirtió en vulgar trampolín político, pero habla muy mal el que hayan mantenido esa secrecía hasta que fueron balconeados por varios de los suyos, hartos seguramente, de la simulación.
Abel Murrieta
A fin de cuentas, convirtieron en chacoteo algo tan natural como lo es reconocer con franqueza aspiraciones políticas y sin misterios separarse y pintar su raya frente a evidentes conflictos de interés en lugar de hacerle al misterio y a la tenebra, porque más allá de la semana de la separación de su cargo, su nombre era manoseado como eventual compañera de fórmula de Ramón Corral, desde cuando sin encontrar mancuerna, el decrépito decía ir en caballo de hacienda, lo cual hace semanas.
O sea, en Sonora Ciudadana se actuó en estos días de manera muy similar a lo que ocurre en partidos políticos y no dude usted que este penoso episodio afecte sus fuentes de financiamiento, que tenemos entendido son muy estrictas y están condicionadas a no ser parte de juegos político-electorales.
Por lo demás y como una cosa lleva a la otra, vaya que deberíamos de estar muy atentos en los siguientes días, porque lo que en principio fueron especulaciones y aparentes prospectivas remotas, ya ven que el Toño Astiazarán y Cuesta Madrigal siempre sí se fueron a engordarle el caldo al PAN, por lo que no hay que descartar o dar bases creíbles al menos, a la versión que circuló este martes después del mediodía, de que dicha pirueta también la hará Abel Murrieta Gutiérrez.
Moisés Gómez Reyna
Y vaya que le profesa odio jarocho el diputado Moisés Gómez Reyna a su compañero de legislatura y ex asociado en la bancada del PAN en el Congreso local, Manuel Villegas, a quien le endilgó severos cuestionamientos y descalificaciones que de plano podrían merecer una respuesta igual del guaymense.
Extraña la atrabiliaria posición del diputado del PAN toda vez su perfil por lo regular mesurado, aunque también se salió al calificar como generosidad de parte de Luis Serrato el declinar a sus aspiraciones al senado al multimentado Toñito Astiazarán, cuando se trató simplemente de una clara demostración de realismo oportunista al dejar de buscar una posición que sabe no ganará por estar embarrado con la cuacha padrecista.
