“Lean bien la convocatoria y sus bases”.- Les dijo, en su momento, Adrián Manjarrez a Abel Murrieta y Emeterio Ochoa, buscando que no hubiera sobresaltos y malas interpretaciones.- Surge, pues, la lucha de PRI contra PRI.- ¿Alguien abandonará la barca?.- Murió Paco Gómez Villela
Bernardo Elenes Habas
“Lean bien la convocatoria y sus bases”.
Dijo, días antes de que iniciaran las actividades de elección de planillas de delegados en el PRI Cajeme, el presidente de la Comisión de Procesos Internos, Adrián Manjarrez Díaz.
Esa recomendación, la pronunció con especial responsabilidad dirigida a Abel Murrieta y Emeterio Ochoa, sabedor por experiencias vividas, que entre políticos, cuando no los favorecen ni tiempo ni circunstancias, a pesar de sus padrinazgos, suelen patear desesperadamente el pesebre, es decir, al partido que los alberga y les ha dado en demasía, pero que, como malos jugadores, se niegan a perder y buscan la forma de sembrar odios, de pretender arrastrar a la ciudadanía a luchas ciegas, como si realmente fueran dueños de vidas, haciendas y conciencias.
Pero, los pésimos oficiantes de la actividad política, menosprecian la inteligencia de la gente del pueblo, los trabajadores del campo y la ciudad, hombres y mujeres
que sin pertenecer a ningún partido, menos a grupos poderosos, esperan los proyectos de gobierno de los candidatos para escoger del importante abanico de ofertas que se abrirá ante ellos, la que más les convenza socialmente.
Ayer, Manjarrez Díaz y Andrés Rico Pérez, ofrecieron conferencia de prensa donde, Adrián, sin miedos y sin titubeos, emplazó a Abel Murrieta, y por consecuencia a su impulsor, Ricardo Bours Castelo, a que hablen con la verdad.
Con voz alta y clara dijo que Abel Murrieta está mintiendo, porque no quiso seguir las bases de la convocatoria del PRI, “y ahora dice que hicieron trampa”.
Recalcó, refutando al ex Procurador y diputado con licencia, quien impugnó la elección interna bajo el argumento de que 
no le entregaron copias de todos los acuerdos manejados por la Comisión de Procesos Internos: que las bases de la convocatoria se habían publicado en las paredes del edificio del PRI, a la vista de todos.
“Es como los periódicos murales en las escuelas, que son como un estrado; lo mismo es en el partido, una pared funge como estrado y así siempre ha sido y eso hace efecto de notificación para los aspirantes. Ellos tenían que revisar periódicamente esos espacios de notificación, aquí no vale eso de que veme a notificar a mi casa”, precisó Adrián.
Y, ciertamente, pues, ese partido recicla sus viejas luchas de PRI contra PRI, donde se vuelve notoria no la congruencia democrática de algunos de los actores, menos la lealtad a los documentos básicos de su catedral ideológica, sino la rabia por no lograr objetivos.
Aunque tienen para desquitarse y apagar su fuego interno, dos alternativas para demostrar congruencia: abandonar el tricolor como lo hiciera recientemente Antonio Astiazarán, pidiendo asilo en el PAN; o bien, reconocer su inicial derrota quedándose a luchar a favor de su instituto político, pero no construyendo un Caballo de Troya como venganza, para hacerle daño desde sus entrañas.
Por lo demás, quien sale ganando con estas batallas de odio cargadas de ambiciones, es la ciudadanía libre, la que no obedece a siglas y colores y es mayoría; quien, en su momento, inclinará la balanza de los candidatos que satisfagan sus demandas de justicia social, de abrir caminos para la construcción de una sociedad igualitaria; de promover más y mejores empleos bien remunerados; de luchar por darle voz a las mayorías para resolver problemas comunes de violencia, atacando no solamente los efectos, sino las causas de abandono y desintegración del tejido social.
Habrá, para ello, no solamente candidatos del PRI, sino del PAN, MC, MAS y los independientes, con boletas definitorias por la alcaldía, diputaciones locales y la federal.
¿Se atreverán Abel Murrieta y Ricardo Bours a abandonar el PRI; sobre todo éste último, quien con una acción de esa categoría estaría quemando sus naves hacia el 2021, como lo ha cantado?
¿Estará dispuesto a seguir la brecha de escape que le han preparado sus enemigos políticos, para que deje el camino libre, dentro de tres años?
(Me llama a mi celular Rubén Bojórquez Salas, ya entrada la noche, cuando casi concluyo Vertiente. Me dice que se encuentra en la Funeraria San Martín, de bulevar Elías Calles y Tamaulipas, donde están velando el cuerpo de Francisco Gómez Villela. Me conmueve la noticia porque Paco fue mi amigo, a quien admiraba por su desempeño como locutor, actividad en la que fue pionero en Cajeme, y sobresalía con luz propia haciendo mancuerna legendaria con Otilio D’gives Robles, durante las transmisiones de beisbol desde el desparecido Estadio Álvaro Obregón, por donde desfilaban los equipos de la vieja Liga del Pacífico. Sin duda, Paco, dejó siembra que trasciende en la comunidad, por su responsabilidad y profesionalismo, su cultura y don de gente. Entrego un abrazo a sus familiares y amigos, ante una irreparable pérdida para Cajeme. Descansa en paz, Amigo).
Le saludo, lector.
