Se trata de un problema que se conoce como “petofilia” y puede acarrear consecuencias negativas para aquellos que tienen un excesivo apego con el animal.
El trastorno se da cuando se comienza a personificar al animal y se acaba confundiendo su verdadera naturaleza. El periodista Jon Katz, una de las personas que más ha escrito sobre este tipo de comportamientos, señala que, al igual que cualquier relación, el cariño hacia los animales puede pasar a ser un problema cuando se convierte en una adicción.
El desorden se produce cuando la persona afectada solo se siente satisfecho al aislarse de su entorno cuando mantiene contacto con seres irracionales. Esto provoca una dependencia que incluso hace que la persona sea incapaz de desligarse de la relación con su mascota a pesar de intentarlo.
Fuente: Tecnoxplora
