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El Parque Recreativo La Sauceda permanece como símbolo de la indiferencia que lo tiene en el abandono -sin esperanza de ser rescatado- y, por el contrario, sirvió de coartada perfecta para el desvío de más de 39 millones de pesos.

A pesar de que fue el centro ideal de diversión durante casi dos décadas -y posee un humedal reconocido a nivel mundial, con una biodiversidad de flora y fauna- permanece en el olvido ante la aparente indiferencia de las autoridades y la nostalgia de quienes alguna vez disfrutaron de sus instalaciones.

Es inevitable la tristeza al pasar frente a las instalaciones y observar la desolación total en esa área que fue orgullo de Hermosillo porque el Parque Recreativo llegó a ser de los mejores en el Noroeste del País.

Hoy, del parque de diversión, que abrió en 1994, en el Gobierno de Manlio Fabio Beltrones, sobre una superficie de 40 hectáreas y con 230 millones de pesos de inversión, como parte del proyecto del Vado del Río, no queda más que el cerco perimetral derruido y la maleza seca.

De las atractivas instalaciones con albercas, río lento, chapoteaderos, toboganes, go karts, lanchitas, cajas de bateo, trenecito, golfito, juegos infantiles, a las que tenían acceso todos los sectores de Hermosillo, ya sólo quedan ruinas; el museo La Burbuja era la única área abierta.

El parque propiedad del Gobierno del Estado desde su inicio fue concesionado al empresario Carlos Armando Félix Castro, pero cerró en el 2012 al ser embargado por la Secretaría de Hacienda. Desde años atrás ya presentaba deterioro en sus instalaciones y operaba sólo en parte.

Aunque ha habido intentos de rescatarlo no se han concretado, por el contrario sirvió de pretexto para el desvío y daño patrimonial de millonarios recursos que no se supo a dónde fueron a parar.

De la licitación que se lanzó el 28 de agosto de 2014 para rehabilitar el Parque La Sauceda, el 27 de septiembre se firmó un contrato con la empresa Proyecta Desarrollo FJPP S.A de C.V. por más de 49 millones de pesos.

En lugar del rescate, en diciembre de 2017, la Contraloría Municipal tras investigar al interior de Tesorería y Cidue, detectó un daño patrimonial por 39 millones de pesos porque no halló evidencia de que éstos se hayan invertido.

Las obras consistirían en la rehabilitación de juegos, alumbrados, andadores albercas, bancas y limpieza de canales, pero en lugar de eso hallaron cenizas de un incendio que fue coartada perfecta para tapar el desvío millonario.

Las irregularidades abarcan desde la licitación y expedientes técnicos incompletos.

Por ser propiedad del Gobierno del Estado el Parque la Sauceda y estar concesionada a un particular, el Gobierno Municipal no puede invertir en este centro.

Y la inversión que se “hizo” para el rescate no estaba contemplada en el Programa Operativo Anual (POA), es decir, el Municipio no podía invertir en el Parque. Hablando claro: Sería como si el Municipio invirtiera en una carretera federal.

Lo curioso es que el 2 de abril del 2015, la administración municipal anterior firmó el acta de entrega-recepción de las obras supuestamente terminadas, lo extraño es que el 25 de septiembre la Secretaría de la Función Pública –por tratarse de recursos federales- dio resultados de una auditoria sin observaciones.

Pero lo más sospechoso es que después que el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) determinó que el expediente de la obra estaba incompleto, el 17 de abril de 2016 “ocurrió” un incendio en la Sauceda que “borró” la evidencia de las obras; tampoco había testimonio documental del dinero.

La empresa encargada de las obras Proyecto Desarrollo FJPP supuestamente es originaria de Hermosillo, pero no apareció en los buscadores en las redes sociales.

Es necesario que el ISAF y la Fiscalía Anticorrupción (FAES) investiguen a fondo para determinar quiénes se quedaron con el dinero. La Cámara federal de diputados debe estar pendiente con el Gobierno del Estado para que agoten esas investigaciones.

Lo que no se vale es que tramposos, que se robaron esos recursos, se burlen de miles de hermosillenses, de la esperanza de que se reabriera el Parque sobre todo cuando tanta falta hacen lugares para el esparcimiento familiar.

Es una tristeza que hoy en día, La Sauceda, que fue centro de diversión de miles y miles de personas, esté reducida a esporádicos conciertos artísticos y a eventos políticos.

 

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

Reseña: David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.

 

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