La victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, suele decirse.
Esto cobra especial relevancia tratándose de procesos electorales, más aún si éstos tienen las características del más reciente, donde una de las fuerzas políticas en disputa materialmente arrolló a las otras dos, dejándolas en una posición de fuerza bastante reducida.
Los estragos de la derrota han provocado el clásico periodo de introspección y autocrítica, pero sobre todo, de reparto de culpas y confrontaciones internas tanto en el PRI como en el PAN, donde importantes corrientes están exigiendo cambios profundos para el largo plazo, pero en lo inmediato, el relevo de sus dirigentes nacionales y en algunos casos, estatales, a quienes endosan la mayor parte de la responsabilidad por la debacle.
Para el PRI, que aparece como el gran perdedor de esta contienda, se avecinan días complicadísimos, donde las críticas apuntan a su dirigente René Juárez Cisneros y en general, contra el llamado Grupo Atlacomulco que encabeza el mismo presidente Enrique Peña Nieto.
Pero no es el único. En el PAN, también se levantan voces pidiendo las cabezas de Ricardo Anaya y Damián Zepeda, que hace apenas dos años presumían de haber levantado al partido con sonoros triunfos en la mayoría de las gubernaturas disputadas en 2016, y en ello fincaron sus esperanzas de llegar a la presidencia de la República.
La euforia fue tal, que esa dupla se arrogó facultades cuasi plenipotenciarias para decidir sobre las candidaturas en todo el país, y Sonora no fue la excepción. El resultado fue trágico. Sus imposiciones provocaron un cisma en el partido y la renuncia de varios cuadros importantes que inmediatamente se pasaron a otras filas partidistas, señaladamente a Morena.
Un personaje clave en este proceso fue David Galván, que como dirigente estatal fue la mano ejecutora de las decisiones tomadas en el altiplano. Con un agregado: una vez que culminó el proceso de selección de candidatos y comenzó la renuncia de cuadros importantes (Célida López entre las más notables hoy, por su triunfo en la alcaldía de Hermosillo), Galván viajó a la ciudad de México llamado por Damián Zepeda, para incorporarse a la campaña de Ricardo Anaya.
Fue incluido en la lista de diputados federales plurinominales en un sitio que por aquellos días, nadie dudaba le garantizaba una curul en San Lázaro.
Pero llegó el primero de julio y el tsunami morenista no dejó títere con cabeza. Ya sin la curul, David regresó a Sonora donde pretende asumir de nueva cuenta la dirigencia estatal, con miras a reelegirse en diciembre próximo.
Pero está encontrando muchas resistencias. Varias cabezas de los grupos internos ha manifestado su inconformidad con esta intentona, pues consideran que si las decisiones tomadas y/o validadas por David Galván fueron incorrectas, tampoco le perdonan que los haya dejado solos en la que quizás haya sido la campaña más difícil en la historia moderna de ese partido.
Pero tienen un problema: la actual dirigente estatal, Alejandra Noriega asumirá en septiembre próximo su lugar como diputada plurinominal en el Congreso local, y no hay muchos perfiles que puedan sacar al PAN del atolladero en que quedó, y de frente al proceso de refundación que exigen connotados personajes del panismo nacional.
Esta historia apenas comienza.
II
La sorpresiva recomposición política del estado que dejó como saldo la elección del domingo antepasado, obliga al abordaje de las tareas de gobierno desde una perspectiva diferente y con distintos actores, que garanticen la gobernabilidad en la segunda mitad del sexenio de Claudia Pavlovich.
Con una mayoría opositora en el Congreso local, con alcaldes de oposición en los ayuntamientos más grandes y sin una bancada de su partido en el Congreso federal, la gobernadora tendrá un ejercicio muy acotado en lo que resta de su gobierno, en el que deberá anteponer toda su vocación política, de negociación y diálogo.
Para ello requerirá de un equipo renovado y altamente capaz de concertar en el nuevo contexto político estatal, de pluralidad política, algo a lo que no es ajena, pues buena parte de su carrera le ha tocado trabajar desde la oposición.
Ayer, la gobernadora anunció que para finales de este mes o principios de agosto, realizará los cambios en su gabinete que le permitan avanzar en este segundo tramo de su ejercicio, en un marco de respeto institucional hacia el nuevo presidente de la república, los alcaldes y los diputados locales y federales.
Apenas se supo esto, comenzaron a aparecer listas de los posibles cambios. Son noticias falsas. No hay nada oficial al respecto y las decisiones serán tomadas a su regreso del periodo vacacional.
Cualesquiera que estas sean, deben considerar el nuevo escenario y los nuevos actores en una correlación de fuerzas distintas, siempre para seguir avanzando en los programas y acciones que han funcionado, y con la voluntad de modificar aquellos en los que han quedado asignaturas pendientes.
Hasta hoy, las señales que se han enviado, tanto desde la oposición como desde el gobierno del estado, apuntan en ese sentido, de avanzar en un clima de cordialidad y respeto entre los tres poderes del Estado. Por el bien de Sonora, esperamos que en esos términos se mantengan.
III
La que se declaró lista para abordar el proceso de entrega recepción es la alcaldesa de Hermosillo, Angelina Muñoz Fernández, quien se manifestó tranquila y confiada en que las cosas se hicieron bien y tienen el soporte documental para demostrarlo.
Admitió, eso sí, que la nueva administración encontrará las arcas municipales en estado precario, aunque no tanto como ellos la recibieron en 2015.
Para el 13 de julio, deberán quedar integradas las comisiones mixtas que protocolariamente estarán a cargo del proceso de entrega recepción. Estas comisiones las encabezan la síndica actual, Alma Lorena Vega Granillo, y el entrante, Fermín González Gaxiola, así como dos regidores por cada una de las partes. En el proceso también participa el titular del órgano de control interno, Jorge Armenta Montaño.
“Lo que vimos en las campañas es muy diferente a la realidad y en este caso, tanto la autoridad saliente como la entrante están sujetas a reglamentos y obligaciones que marca la ley en materia de administración pública, reglamentos y manuales que por cierto no existían cuando llegamos y nos tocó hacerlos a nosotros, precisamente para garantizar la transparencia”, dijo.
Añadió que entregarán una ciudad mejor que la de hace tres años en varios aspectos, como la iluminación led, la recolección de basura, la reconstrucción de vialidades, entre otros. Y que no dejarán de trabajar hasta el último día de la administración.
III
Los días 11 y 12 de julio se llevarán a cabo las entrevistas con los 20 aspirantes a ocupar el cargo que dejó vacante Reyna García Moraga en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.
La Comisión Seleccionadora del SEA aprobó ayer la metodología y matriz aplicable para la calificación y designación del nuevo integrante, que deberá salir de la siguiente lista:
Jesús Alberto Cambustón Cardenas, Mario Jorge Terminel Siqueiros, Zarina Estrada Fernández, Alfonso López Barrio, Juan José Reyes Cervantes, Héctor Habacuc Figueroa López, Ana Karen Lerma Navarro, Abraham Yeomans Orozco, Edmundo Loera Burnes y Erika Denisse Gómez Acuña.
Continuarán Francisco Javier García Montalvo, Jesús Manuel Icedo Paredes, Pablo Alberto Arvizu Quintana, Ángel Aníbal Flores Muñoz, Nora María Valenzuela Quijada, Ana Luisa Chávez Haro, Luis Antonio López Zazueta, María Cristina Ross Acedo, Leonor Santos Navarro e Iván Eduardo Andrade Rembau.
Los detalles de este proceso los podrá encontrar en http://www.elzancudo.com.mx/vernoticias.php?artid=16039&categoria=2
Posteriormente a las entrevistas, la Comisión de Selección del SEA, en sesión pública, se reunirá para designar al nuevo integrante del CPC del SEA por un periodo de cinco años, y a quien se le tomará protesta el día lunes 16.
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