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La piel sana es una barrera contra agresiones mecánicas, químicas, tóxicos, calor, frío, radiaciones ultravioleta y microorganismos patógenos. Además, la piel es esencial para el mantenimiento del equilibrio de fluidos corporales actuando como barrera ante la posible pérdida de agua (sudor o por evaporación), el mantenimiento del equilibrio térmico y la transmisión de una gran cantidad de información externa que accede al organismo por el tacto, la presión, temperatura y receptores del dolor. Es más, prueba de que la piel juega un papel muy importante en nuestra función de relación es que exteriorizamos nuestro estado emocional por la piel: nos sonrojamos, palidecemos, nuestro pelo se eriza y emanamos olor (feromonas). Razón de más para ponerle atención.

La piel es un órgano complejo que realiza diversas funciones resultantes de reacciones químicas y físicas, entre las que se encuentran: el servir como barrera ente el medio interno y externo para la protección contra agresiones físicas, químicas y microbiológicas, así como de la radiación ultravioleta que envía el sol; como órgano de percepción, termorregulación, evaporación (ya que impide la pérdida de líquidos), biosíntesis de la vitamina D, blanco de señales al cerebro, absorción de sustancias, almacén de grasa, excreción por glándulas sudoríparas de diversas toxinas y secreción de aceites naturales, que mantienen una piel tersa y suave que, además, es un componente integral del sistema inmunitario y puede considerarse línea frontal de defensa. Hay una serie de evidencias que respaldan la función inmunológica de la piel, como el hecho de que el brazo de la respuesta inmunitaria ocurre en la piel y no en la sangre, además de que el sistema inmunitario. Entre los principales reportes que describen a la piel como un órgano inmunológico se encuentran los de Fichtelius quien, en el año 1970, propuso que ésta puede considerarse un órgano de primer nivel, comparable al timo, y sugirió que los microorganismos existentes en ella, ante un ambiente linfoide, pueden inducir inmunidad hacia antígenos exógenos, es decir: una barrera de defensa ante factores externos como calor, o sustancias agresoras que pueden ocasionar algún daño. Posteriormente, en 1978, Streilein acuñó el nombre de tejido linfoide asociado a la piel (SALT, por sus siglas en inglés) y describió que las células de defensa que se encuentran en la piel y que drenan este órgano son un complejo celular de localización específica que puede inducir la inmunidad o protección natural. La piel, además de tener una estructura capaz de establecer interacciones entre componentes celulares de la epidermis y la dermis, posee varios tipos de células con potencial para producir o responder a diversos estímulos endógenos o exógenos. La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por lo tanto, del sistema inmunitario. El mecanismo de resistencia a infecciones puede dividirse en respuesta inmunitaria innata y adaptativa. La inmunidad innata, también conocida como natural, es la protección con la que nacemos, se considera la primera línea de defensa y está compuesta por células que reaccionan inespecíficamente contra ciertos agresores, e incluye barreras naturales como la piel y las mucosas.

Existen otras funciones protectoras asociadas con la piel como la queratina que es la capa más superficial, la capacidad de recuperación derivada del movimiento mecánico vinculado con la integridad, la cohesión y la descamación, así como su pH ácido, y su capacidad de servir de barrera de hidratación por su característica de repelencia al agua. La piel cumple con los requisitos para ser considerada un órgano inmunológico por su capacidad de inducir respuestas inmunitarias, lo que le permite proteger de ataques externos como radiaciones, infecciones y sustancias ambientales tóxicas e, incluso, contra los tumores; sin embargo, estos mecanismos pueden ocasionar también lo contrario; una barrera muy interesante que requiere los cuidados necesarios para su mantenimiento adecuado como mantenerla limpia, hidratarse frecuentemente, mantener una dieta equilibrada y utilizar protector solar por arriba de 30 FPS.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

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