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El “Bono de Despedida” que pretenden otorgarse los senadores y diputados federales, una vez que se les termine su periodo con esta 63 Legislatura, representa, al final del día, un golpe para el erario y una burla para los ciudadanos.

Y es que en el Congreso de la Unión alistan nada más ni menos que una bolsa de ¡667.7 millones de pesos! del Presupuesto de Egresos de la Federación del 2018 para auto-pagarse una especie de indemnización por retiro de los 500 diputados y 128 senadores.

Para cada diputado sería un millón 155 mil pesos, aproximadamente, lo que se liquidarían como finiquito lo que representa un gran total de 577 millones 678 mil pesos por todos; para cada uno de los 128 senadores serían 703 mil 515 pesos, lo que serían 90 millones 49 mil 920 pesos.

Los diputados y senadores fueron elegidos para ser los representantes populares y defender los intereses de la nación, ser la voz del pueblo, pero en lugar de cumplir con su función pretenden aprovecharse de la situación de ser ellos quienes dictan las leyes desde el Poder Legislativo.

Eso es, sin lugar a dudas, un exceso, con cargo al erario, que finalmente habremos de pagar todos por la vía de nuestros impuestos, pero con la enorme desventaja de que no trae ni un beneficio para los ciudadanos.

Es muestra clara de que el sistema político actual que perdió la esencia que le dio origen, de beneficiar a los ciudadanos y, por el contrario, en lugar de defender los intereses del pueblo, los legisladores se aprovechan de los recursos que son de todos y que debieran destinarse para reforzar los programas sociales en atención a los sectores más desprotegidos de la población, a los que menos tienen.

Esos excesos de quienes debieran actuar como nuestros representantes populares nos demuestra, una vez más, que nuestro sistema de políticos es incapaz de responder a las demandas ciudadanas y arrastra una pérdida de credibilidad ante la sociedad, con abusos de ese tipo.

Frente a esa situación provocada por la utilización de los recursos públicos, por parte de los legisladores, tenemos que cuestionar al sistema de partidos políticos porque éste posibilita que haya funcionarios ricos, pero ciudadanos pobres que, además de pagar impuestos, deben cargar con las alzas desmedidas en los servicios públicos, la gasolina y la electricidad, entre otros.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2018, al Congreso de la Unión le tocará una bolsa total de 13 mil 344 millones de pesos; tan solo los diputados dispondrán de un presupuesto total de 8 mil 439 millones de pesos y el Senado de 4 mil 905 millones de pesos.

De esos recursos, que tienen programados en la partida presupuestal del próximo año, tomarían los 667.7 millones de pesos para el pago por retiro de los 628 legisladores federales -500 diputados y 128 senadores-.

Al finalizar esta 63 Legislatura, los diputados recibirían 910 mil 440 pesos de su fondo de ahorro, aguinaldo proporcional de 8 meses 93 mil 669 pesos y por su dieta mensual 73 mil 910 pesos. Además los apoyos económicos por asistencia legislativa 45 mil 786 pesos y por Atención Ciudadana 28 mil 722, 2 mil 780 por vales de despensa, para un total de un millón 155 mil 357 pesos.

Cada senador recibirá, en su último mes, 117 mil 400 pesos por concepto de dieta, más 104 mil 355 pesos por aguinaldo proporcional a ocho meses, más 200 mil pesos mensuales por Asistencia Legislativa y Atención Ciudadana, además de 281 mil 760 pesos de un seguro de separación individual lo que equivale a 703 mil 515 pesos.

Ahora, la Cámara de Diputados, por tomarla de referencia, está integrada por 205 diputados del PRI, 109 del PAN, 54 del PRD, 47 de Morena, 40 del Partido Verde Ecologista de México, 20 de Movimiento Ciudadano, 12 del PANAL y 9 del Partido Encuentro Social, y sólo hay tres legisladores sin partido y uno independiente. En síntesis, la Cámara Baja está controlada por los partidos.

Por lo tanto los ciudadanos tendrán que decidir, de cara a las elecciones del 2018, sobre la conveniencia de apostarle a los candidatos independientes o seguir cargando con la enorme desventaja que representa el sistema de partidos ya obsoleto y que no cumple con las exigencias actuales de nuestra formación.

 

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

 

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

David

 

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