Desde la liberación del Junior Memito Padrés Dagnino, porque la PGR no defendió sus acusaciones, se veía venir una situación similar para el ex gobernador Guillermo Padrés Elías, negro vaticinio que se hizo efectivo el pasado fin de semana al revocarse la formal prisión al ex mandatario panista.
Tal como lo hizo en tiempo y forma la gobernadora Claudia Pavlovich cuando le golpeó la mesa a la entonces procuradora Arely Gómez, para que agilizara el proceso penal contra Padrés Elías, ahora la mandataria estatal condenó que la PGR no impugnara la absolución por el delito de delincuencia organizada.
“Me parece muy extraño, mucho muy extraño la forma la forma en que se dio todo, muy inusual, sumamente inusual la actitud de la PGR, estoy muy extrañada y molesta”, dijo la gobernadora Pavlovich luego de que la fiscalía federal no impugnara durante 10 días hábiles el amparo de primera instancia donde se canceló el cargo por delincuencia organizada.
La PGR le abrió las puertas del Reclusorio Oriente al ex gobernador Padrés al no impugnar el amparo que lo absolvía por el delito de delincuencia organizada, que era el que lo mantenía en prisión por ser el único considerado grave, quedando pendientes las acusaciones por lavado de 178 millones de pesos y defraudación fiscal que no ameritan prisión preventiva.
Como ya lo hemos expresado en otras ocasiones, es obvio que en el Caso Padrés una vez más la justicia o la ley se subordinó a la política o a las obscuras negociaciones para que pudiera llevar el proceso penal en libertad, y hasta podría quedar absuelto de todos los delitos.
Dicen los que saben que el PAN negoció con el gobierno federal el Caso Coahuila cediendo la gubernatura al PRI a cambio de la liberación de Padrés Elías, pero eso está muy descabellado ya que el CEN panista hasta expulsó de sus filas al ex gobernador sonorense para que no lo salpicaran más las denuncias de corrupción que se hicieron contra el “Memocho”.
Además, en estos momentos los dirigentes nacionales panistas Ricardo Anaya y Damián Zepeda, andan más preocupados y ocupados con sacar adelante el Frente Ciudadano con el PRD y Movimiento Ciudadano, que andar defendiendo causas perdidas como las del Memocho Padrés.
Lo más probable es que el ex gobernador Padrés esté cobrando facturas políticas a Peña Nieto, y por ello logró el indulto presidencial, o bien, el Memocho tiene muy influyentes “padrinos” que le salvaron el pellejo, y uno de ellos podría ser su cuate el ex gobernador poblano Rafael Moreno Valle, quien tiene mano en el Partido Nueva Alianza al ser herencia de la maestra Elba Esther, y hay que recordar que el partido magisterial de última hora declinó integrarse al Frente Ciudadano con el PAN-PRD y Movimiento Ciudadano.
Bueno, ante la falta de información todo es especulación, razón por la cual la PGR tiene que dar una versión oficial convincente de la inusual y vergonzante decisión de no impugnar el amparo otorgado a Padrés Elías, que dejó sin efecto el delito de delincuencia organizada.
Sobre la extraña postura de la PGR en el Caso Padrés, el Fiscal Anticorrupción, Odracir Espinoza, consideró que la fiscalía federal deberá dar una explicación del por qué no presentó el recurso de revisión correspondiente.
Odracir Espinoza, dijo que “es extraña la actuación de la PGR, al no seguir los protocolos de actuación básicos en materia de amparo, pues es de conocimiento que la PGR acusó ante la autoridad judicial al ex mandatario estatal por diversos delitos, mismas acusaciones que el Representante Social encontró apegada a derecho al igual que en una primera instancia el juez correspondiente, no obstante ello, no defendió su postura ante el juzgado de amparo, dejando así pasar la oportunidad de sostener su acusación, propiciando con ello una percepción de una actuación inusual”.
La PGR no solo deja ese amargo sabor de boca por la actuación inusual, sino que le pega un fuerte golpe a la credibilidad y confianza de los ciudadanos en las cuestionadas instituciones encargadas de impartir y procurar justicia.
Y es obvio que si se cae el Caso Padrés, los demás casos de la PGR en contra de ex funcionarios padresistas se desmoronarán como castillos de naipes. A menos que busquen chivos expiatorios. Porque en Sonora “el pueblo quiere ver sangre”, que rueden cabezas de los culpables de desfalcar y endeudar al gobierno. No es posible que por arte de magia el gobierno federal pretenda en el Caso Padrés un “borrón y cuenta nueva”.
Y a los miles de sonorenses que exigen castigo a Padrés y a sus cómplices por desfalcar 32 mil millones de pesos del gobierno, el presidente Peña Nieto podría repetirnos la dosis de que “andan bien despistados todos”. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)
