Entretelones
Samuel Valenzuela
Reconocido como el Apóstol del Árbol, al ingeniero Amos Ruiz Girón le debemos el haber podido cursar la secundaria, mediante una beca de 170 pesos mensuales que religiosamente recogíamos en su pequeña oficina del Bangrícola que estaba por la Serdán.
Miren, al concluir la primaria, el coronel del ejército republicano español exiliado en México y sonorense por adopción, consideró que mi promedio era merecedor de una beca de la Fundación Esposos Rodríguez y recordamos sus esfuerzos y cómo se encabronó cuando dicho apoyo nos fue negado.
Como sea, porque con su aportación para la compra de ropita y calzado y lo que este adolescente trabajador agrícola pudo conseguir durante las vacaciones en el desyerbe y desahije del algodón; de la pepena de trigo y frijol y de acarrear baldes de agua desde la pila, se pudo acabalar la colegiatura para el primer año de secundaria, complementado con cuatro horas de chamba en jardinería, en el internado Colegio Montemorelos, ahora Universidad, en el Estado de Nuevo León.
Amos Ruiz Girón
Ya para el segundo y tercer año de secundaria, nuestro protector asumió totalmente el compromiso de aportar esos 170 pesos mensuales, a pesar de que estudiábamos en escuelas públicas, aunque siempre bajo su estricta supervisión de los gastos y de nuestro aprovechamiento académico.
Años después, afortunadamente tuvimos la oportunidad de agradecerle su filantrópica aportación para hacer de este común mortal una persona de provecho—por así decirlo—en un contexto en el que, sin su ayuda, impulso y ánimo, nos hubiéramos quedado en la educación primaria, dadas las condiciones económicas que enfrentaba nuestra numerosa familia.
Valga esta breve disgregación personal, para destacar el altísimo significado del decreto firmado por el gobernador Alfonso Durazo Montaño, para darle rango constitucional al derecho de la juventud sonorense de recibir becas estudiantiles desde primaria hasta la educación universitaria, mediante un fondo que ahora es de poco más de 600 millones de pesos al año, pero que al concluir su administración será de dos mil millones de pesos.
Nuestros tiempos fueron muy distintos a los de ahora, pero podemos apostar que el sentimiento de cualquier beneficiario es muy similar; que el suspiro de alivio y la esperanzadora sensación es la misma, porque a la vez de que se podrá seguir en el aula sin que la economía familiar sufra las consecuencias, ser becado implica arraigar un compromiso personal para no defraudar a nadie y no tener ningún pretexto para desertar.
Como Rock Star.
El gobernador ha insistido en lo que significó para él ser becado y cómo tales apoyos gravitaron para convertirlo en lo que hoy es, sentimientos que nos son muy familiares y que seguramente lo serán para las niñas, niños y jóvenes sonorenses beneficiarios de ese fondo que de origen fue producto de la reducción de casi el 50 por ciento del presupuesto de la Cámara de Diputados y que en los últimos ejercicios se han sumado recursos estatales.
Excelente el evento celebrado en el palenque de la Unión Ganadera Regional del Gobierno de Sonora, en donde más de diez mil personas consideradas como el presente y el futuro de Sonora, dieron trato de rock star al mandatario estatal, en reconocimiento a su histórico programa de becas estudiantiles, ahora elevado a rango constitucional.
Sin duda, masificar el sistema de becas y que éste no esté sujeto al voluntarismo del gobernante en turno, dejará profunda marca en esta generación estudiantil, en las siguientes y en sus familias y también ya marca a la administración de Durazo Montaño.
Desde esta modesta trinchera consideramos que esa política pública puede ser considerada histórica que supera con mucho al tradicional accionar en el pasado del Instituto de Becas y Crédito Educativo, así su origen, la reducción del presupuesto del Poder Legislativo, junto con la putrefacta entraña de algunos por ahí, haya significado el insuperable pretexto para que nuestra empresita haya sido excluida del padrón de proveedores del Congreso del Estado y represente penurias económicas actuales.
En el multitudinario evento, compartiendo cachos de gloria el secretario de gobierno, Adolfo Salazar Razo; el titular de la SEC, Aarón Grageda y la diputada Alejandra López Noriega, todos objetos de arrumacos de parte de la multitud que salieron de ahí con un billetito que les permite y obliga a mantenerse en las aulas.
MC exige transparencia a Lamarque.
Ojo: estamos escribiendo en torno a un evento llevado a cabo en Hermosillo, pero el programa de estímulos educativos de Durazo Montaño tiene alcances en todo el territorio sonorense.
El ingeniero Ruiz Girón dejó profunda huella en nuestra familia y particularmente en este becario y si bien los apoyos que ahora dispersa el gobernador son con recursos públicos, no limita para nada el calado de esa política pública en donde el reconocimiento del sector beneficiario no puede regatearse también en el caso de la representación popular sonorense.
Por cierto, luego de esos eventos desbordantes de entusiasmo y otros más similares en diversos municipios de la entidad, sumados a los relativos a otros rubros como lo son la extensa obra pública en proceso, nos resulta inexplicable que en levantamientos de casas encuestadoras tengan al mandatario estatal en tan bajos niveles de aprobación.
A lo mejor se trata de la ausencia de una ineficaz estrategia de mercadeo de parte de su administración con dichas empresas, que como se sabe, miden de acuerdo con cómo les va en la feria, porque solo así podríamos entender por qué Mitofsky y otras lo tienen tan abajo en sus evaluaciones o es posible que el flujo de la comunicación del gobierno con la ciudadanía no sea suficiente ni eficiente.
Mientras tanto, sabe porqué le extraña al presidente municipal de Cajeme, Javier Lamarque Cano el alud de cuestionamientos por haber privatizado el servicio de alumbrado público de Ciudad Obregón ahora a cargo de una empresa de tan malos antecedentes y a la vez ir a contracorriente de una posición histórica de gobiernos que se dicen de izquierda en contra de ese tipo de decisiones.
Javier Lamarque Cano.
Es que resultó contundente y categórico el posicionamiento de Movimiento Ciudadano al cuestionar dicha contratación en concurrida conferencia de prensa en donde la bancada de esa organización en el Congreso local, la representación naranja en el cabildo y la dirigencia estatal, exigió transparentar a detalle la negociación, quedando la sospecha de que detrás de dicho compromiso multianual hay sustantivo moche para Lamarque Cano.
Buena la conferencia de prensa encabezada por Manuel Scott, flanqueado por el regidor Gustavo Almada, la diputada Natalia Rivera y el diputado Ernesto de Lucas, así como el coordinador municipal del MC, Luis Bueno, quienes pusieron sobre la mesa un altero así de inconsistencias que obligan a la administración municipal morenista a dar explicaciones.
Le exigen al alcalde Lamarque Cano responder las siguientes preguntas:
Copia del contrato completo con EMCO.
¿Cuál es el costo del contrato con EMCO total?
¿Cuál es el periodo establecido de prueba?
¿Cuál es el periodo acordado de contrato después del periodo de prueba? Y si el mismo es considerado como una deuda para el municipio.
¿Desde cuándo no se le paga el servicio a la anterior empresa Óptima?
¿Actualmente quién se está haciendo cargo del alumbrado público? ¿Desde cuándo y cuánto nos cuesta a los cajemenses?
¿Qué pasará si Óptima gana el litigio en contra del ayuntamiento?
¿Quién se hará cargo de pagar el monto restante del contrato con Óptima?
¿Quién se hará responsable de subsanar el faltante de 27 mil luminarias que retiraría la empresa Óptima si gana el litigio?
Entregar el documental que acredita la propiedad de las lámparas a cuáles EMCO les daría mantenimiento.
Los resultados de la investigación solicitada por el Congreso del Estado con respecto a si fue personal de EMCO las que sostuvieron reuniones con representantes del Congreso del Estado de Sonora ostentándose como personal del Ayuntamiento.
El Cárcamo mantendrá vocación deportiva.
Contrario al empecinamiento del alcalde morenista, está el caso del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, quien a pesar de las ventajas de que en el Cárcamo se instalara un centro multimodal para acercar los servicios de la comuna a los hermosillenses de ese sector, escuchó todas las voces y optó por dejar de lado dicho proyecto y mejor consolidar dicho espacio como ciudad deportiva.
“Somos un gobierno que escucha y resuelve”, subrayó el munícipe capitalino al informar sobre la reconsideración respecto a la construcción de un área administrativa de la comuna para satisfacer otra necesidad ciudadana y anunciar la continuidad de los trabajos para convertir esa área para la práctica del deporte popular, de esparcimiento familiar y en un pulmón para la ciudad.
