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Las personas solitarias tienen una percepción “más desconectada” que aquellas que son más sociables, revela una de las conclusiones del estudio

Una reciente investigación científica demuestra que la soledad modifica el funcionamiento del cerebro. El artículo, publicado en la revista de la Sociedad de Neurociencia norteamericana, ‘JNeurosci’, detalla que este estado altera la manera en la que el cerebro representa las relaciones sociales de los individuos.

Así, las personas solitarias representan al ‘yo’ y a los demás de manera diferente como lo hacen las personas que son socialmente más activas, explica el estudio. Este hallazgo fue descubierto específicamente en la corteza prefrontal medial (mPFC) del cerebro.

Meghan Meyer, una de las autoras de la investigación, explica que la mPFC mantiene un mapa estructurado de los círculos sociales de una persona, basado en la cercanía. Los científicos desprendieron que las personas que padecen soledad a menudo perciben una brecha entre ellos y los demás, lo cual se refleja en la actividad de esta parte del cerebro.

“Es casi como si [la persona] tuviera una constelación específica de actividad neuronal que se activa cuando piensa en sí mismo. Y cuando piensa en sus amigos, se recluta gran parte de la misma constelación”, dice Meyer.

En cambio, cuando se trata de alguien solitario y piensa en los demás, se activa una constelación bastante diferente a la que se activa cuando piensa en sí mismo.

“Es como si la representación que su cerebro tiene de él mismo estuviera más desconectada de la de las otras personas, lo que es consistente con lo sola que dice sentirse la gente”, agrega.

Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para examinar la actividad cerebral de los participantes. Les pidieron pensar en sí mismos, en amigos cercanos o conocidos y en celebridades.

Esta actividades, pensar en alguien de cada categoría, correspondía a un patrón diferente en la mPFC: uno para uno mismo, otro para la red social (amigos y conocidos) y otro para celebridades. Cuanto más cercana es la relación, más se parece al patrón visto al pensar en uno mismo.

“Si tuviéramos un sello de actividad neuronal que reflejara la autorrepresentación y uno que reflejara la representación de las personas cercanas, veríamos que los sellos de actividad neuronal de la mayoría de nosotros serían bastante similares. Sin embargo, para las personas más solitarias, la actividad neuronal realmente se diferenciaría de la de los demás”, concluye Meyer.

Efectos del sufrimiento en el cerebro de los niños

Un estudio realizado por especialistas de Reino Unido determinó que el sufrimiento causa en los niños una reducción permanente del volumen de su cerebro, así como un menor coeficiente intelectual y problemas emocionales que los acompañarán hasta adultos.

Antes de llegar a esta conclusión, los investigadores hicieron un seguimiento a los niños que fueron rescatados de los precarios orfanatos de Rumanía durante la década de los 90.

Fuente: larepublica.pe

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