Hermosillo amaneció con una escena singular: cientos, quizás miles de personas se aglomeraron en conocida tienda de mayoreo, realizando compras de pánico, formando largas colas para pagar cantidades inusuales de papel higiénico, agua embotellada, detergentes, desinfectantes y gel antibacterial.
Pese al llamado presidencial que desestima la eventualidad de la multiplicación exponencial del coronavirus (“no pasa nada, hay que abrazarse”, dijo en la mañanera de ayer), los hermosillenses surtieron sus alacenas como previendo una cuarentena obligada por un posible contagio.
Las noticias que llegan de muchos países van articulando la narrativa de la sicosis: artistas, deportistas, políticos y sus familias han dado positivo a la prueba del coronavirus y en todas partes se están tomando medidas preventivas: cancelación de conciertos y eventos deportivos; cercos sanitarios, reforzamiento de filtros en cruces fronterizos, suspensión de vuelos, restricción en viajes y cancelación de clases, entre otras.
Bueno, en casi todas partes, porque en México las cosas se están tomando con pasmosa calma, proyectando desde la primera autoridad en el país la idea de que ‘no pasa nada’, de que todo está bajo control, de que la vida sigue su curso habitual y sólo hay que tomar algunas medidas preventivas elementales.
Pero el miedo, reza el adagio popular, no monta jumento. La comunicación institucional desde Palacio Nacional ha vuelto a fallar. Primero fue con el movimiento feminista al que se pretendió desestimar, minimizar, desacreditar y boicotear, lo que a la postre resultó contraproducente.
En el caso del coronavirus, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma difunde un video en el que aparece llamando a evitar los abrazos, pero el presidente lo contradice en su mañanera diciendo que no pasa nada si la gente se abraza. Parece un ejemplo simple, sin embargo abona mucho al escepticismo.
La compras de pánico indican que la gente hará lo posible para no ir a caer en algún hospital de dónde quién sabe cómo salga, porque desde hace meses el sistema hospitalario mexicano atraviesa una crisis de desabasto de medicamentos y déficit de personal. Los pacientes con cáncer y VIH sin medicinas; los cinco muertos en un hospital de Tabasco por suministrarles medicina caduca sólo contribuyen a documentar el pesimismo.
Entre la gente común la idea de que por alguna razón, generalmente de índole política, el gobierno miente o por lo menos oculta o maquilla la información, es un fenómeno sociocultural que no ha podido ser erradicado.
Así como la apuesta por la bondad del pueblo para bajar los índices delincuenciales ha resultado un fiasco, cada vez resulta más complicado convencer a la gente de que la 4T y sus personajes son distintos a sus antecesores.
Los errores, omisiones y comprobados casos de corrupción y nepotismo entre otras cosas, no ayudan a afianzar la idea de que vamos por el camino correcto. Al menos no de manera generalizada.
Las redes sociales, por si fuera poco, han sido un pródigo venero de fake news, rumores, versiones extraoficiales, verdades a medias y declaraciones que dibujan un panorama muy distinto al de la versión oficial: hospitales sin pruebas para coronavirus, casos registrados como influenza, entre otros.
Si las compras de pánico se replican en los próximos días y en otras ciudades (de hecho ya las hubo) será la mejor prueba de que algo está fallando en el modelo de comunicación institucional. Y si el virus escala de la fase 1 a la 2, vendrán días difíciles.
En algunos estados del país, entre ellos Sonora, las cosas no se están tomando tan a la ligera. De hecho, durante la explicación que dio en la mañanera el subsecretario de Salud, Hugo Pérez-Gatel, ilustró con imágenes de la campaña puesta en marcha por su homólogo estatal Enrique Claussen Iberry.
Ayer mismo, la gobernadora se reunió con Claussen y Pedro Ángel Contreras, director del Isssteson; con su secretario de Gobierno y su jefa de Oficina, Miguel Ernesto Pompa y Natalia Rivera respectivamente.
El objetivo de la reunión fue reforzar las acciones de prevención: monitoreo permanente, capacitación y simulacros en hospitales y unidades médicas; campañas de información y difusión de protocolos para la ciudadanía en general; capacitación del personal en el sector Salud; vigilancia activa en el aeropuerto y mantener el plan de contingencia en hospitales y unidades médicas.
En Sonora no se ha registrado un solo caso de coronavirus, pero estamos relativamente cerca de Culiacán, donde sí lo hubo, y más cerca de Arizona, donde ya aparecieron los primeros casos y el estado se declaró en emergencia por el coronavirus.
El secretario de Salud sostuvo que hay capacidad de respuesta para aforntar la epidemia, medicamentos específicos y tratamientos adicionales, así como antivirales de mayor especificidad para pacientes graves, y una red de epidemiólogos en unidades de primer nivel y hospitales del sector.
La verdad, ninguna prevención está de más.
II
Le fue muy bien al presidente Andrés Manuel López Obrador en su reunión con padres y madres de niños y niñas muertos, lesionados y expuestos en el incendio de la Guardería ABC.
El presidente firmó un nuevo decreto en el que refrenda y amplía el compromiso de atender sus requerimientos de salud y sicológicos, así como garantizar recursos para su manutención vitalicia en algunos casos. Hubo testimonios de padres y madres que salieron muy agradecidos con el presidente.
También sostuvo una reunión con las familias Le Barón, Langford y Miller, víctimas de la masacre en Bavispe, pero no trascendió información al respecto.
Donde no le fue tan bien a pesar del grupo de porristas que le llevaron para recibirlo, fue en el aeropuerto de Hermosillo, donde fue encarado por mineros de Cananea que incluso bloquearon el paso de la camioneta en que se trasladaba, reclamándole fuerte por el atraco de que fueron objetos a mano del hoy senador Napoleón Gómez Urrutia.
El presidente los remitió con el súper delegado Jorge Taddei y les pidió calma, conminándolos a no usar la violencia como recurso para exigir el cumplimiento a sus demandas.
“Tú nos enseñaste”, le reclamaron airados los mineros.
III
Y en la crónica de un destape anunciado, Pedro Ángel Contreras Pérez, el director del Isssteson estuvo en la sede del PRI estatal impartiendo una conferencia sobre el sistema de pensiones que, era previsible, se convirtió en el acto formal de su destape como precandidato a la gubernatura.
La competencia, dijo, no debilita al partido, sino que lo fortalece. Se dijo amigo de Ernesto Gándara Camou y dijo tener muchas coincidencias con él, y similitudes en cuanto a su formación en el ideario de Luis Donaldo Colosio.
Veamos qué tanto ruido mete esto en el adelantado proceso de elección interna del tricolor. El Borrego, me informan, no lo tiene nadita contento.
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