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El surrealismo político mexicano es una fuente inagotable de temas, personajes y situaciones que mueven de la risa al llanto, del entusiasmo al desencanto; de la tranquilidad al espanto.

En la tribuna del Congreso local, Raúl Castelo, mejor conocido con el remoquete de “El Pollo” levanta su flamígero dedo y fustiga sin contemplaciones a los diputados panistas que ayer pusieron a discusión el tema de la segunda vuelta electoral.

Tema espinoso, sin duda, que de vez en vez revive en la agenda legislativa, casi siempre por parte de los partidos de oposición que buscan con ello replantear los términos de la competencia electoral, ponderando los beneficios de la legitimidad en las urnas, independientemente de que ésta se finque en alianzas de dudosa procedencia y sospechosas coincidencias.

Del otro lado, Eduardo Urbina es quien enarbola la bandera de la democracia representativa contenida en la segunda vuelta; una bandera que jamás ondearon cuando el PAN fue gobierno, aunque hay un registro de que casi al finalizar su mandato, Felipe Calderón promovió una iniciativa en ese sentido.

Sí, Felipe Calderón, el presidente que se hizo con el triunfo contando medio punto porcentual de ventaja y un altero de impugnaciones que acusaban fraude electoral. Si la segunda vuelta hubiese existido en 2006, el michoacano jamás habría sido presidente.

Pero así da vueltas la vida y se desfonda la memoria.

Ahora los panistas retoman el tema, y El Pollo Castelo los acusa de oportunistas y perversos, porque en aquel 2006 fueron precisamente los panistas, junto con el PRI, quienes orquestaron el fraude “contra nuestro presidente”, dice. Y se le llena la boca de fe morenista.

No faltó quien le recordara que en 2006, ese mismo Pollo Castelo formaba filas con el PAN y trabajó en la campaña de Calderón. Pero bueno, la memoria es flaca y la nómina gorda, así que en un proceso Maruchan, el buen Pollo se convirtió en un furibundo defensor del lópezobradorismo al que antaño, no hace mucho, consideraba de la mano de Calderón y sus correligionarios del PAN, un peligro para México.

De hecho, El Pollo junto con el ex perredista Alfonso Valenzuela Segura acuñaron durante la campaña presidencial de 2006 el grito “¡Andamos enfelipados!”. 

Tras el triunfo de Calderón, y de Guillermo Padrés como senador, se dedicaron a través del contacto con éste último, “bajar” grandes cantidades de recursos para “proyectos productivos agropecuarios” a los cuales ‘capaban la cochi’ ayudándolos a tirar rápidamente el piojo y hasta les alcanzó para hacer una buena bolsa para apoyar la campaña de Padrés a la gubernatura, según cuentan quienes conocieron de cerca sus actividades en esos tiempos.

II

Y a propósito de surrealismos políticos, circuló la semana pasada una fotografía del regidor independiente de Cajeme, Rodrigo Bours Castelo con el regidor Juan Cota (autonombrado regidor Tirabichi), lo que dio pie a múltiples especulaciones acerca de un posible acercamiento del empresario constructor a las filas de Morena, con vistas a su eventual candidatura a la alcaldía.

Ayer hablé brevemente con el Rodrigo para preguntarle al respecto y me dijo que tal versión es falsa, una fake news más.

Recordó que desde su campaña sostuvo que su participación en política electoral era por tres años, tenía como objetivo conquistar la alcaldía y posteriormente regresar a sus actividades empresariales. Esa intención sigue vigente.

Lo que es un hecho es que con Morena no va, aunque dependiendo de las circunstancias, podría reconsiderar la intención de dedicarle otros tres años al servicio público. Eso me dijo.

III

Qué tan confiado está el presidente Andrés Manuel López Obrador de que las encuestas de la prensa fifí que indican una considerable caída en su popularidad son falsas, que ayer por la mañana se aventó de nueva cuenta contra el movimiento feminista que amenaza con tomar las calles y las plazas del país durante los días 7, 8 y 9 de marzo.

Luego de un par de días de gatos negros, primero con los abucheos en Macuspana, su cuna, y luego con la encuesta de Reforma, todo mundo esperaba que este martes el presidente tendiera una nueva cortina de humo y de hecho lo hizo.

Y para ello sacó ese comodín que es el avión presidencial, sacando de su cartera un billete de 500 pesos (nótese que ya tiró el piojo, porque antes traía nomás uno de 200) para comprar el primer cachito de la rifa. El impacto no fue tan fuerte como otras veces. El tema del avión ya se desgastó como cortina de humo.

Quizás por eso anunció allí mismo, que la fecha para iniciar la venta de cachitos no sería el 15 de marzo, como estaba previsto, sino el 9, justo el día del Paro Nacional de Mujeres.

Un, creo, innecesario acto de provocación que acusó efectos tempranos entre las convocantes a las movilizaciones, que respondieron cuestionando de nuevo la falta de empatía del presidente con sus causas, y fueron más allá, calificando como una falta de respeto por parte del presidente, y como un enfermizo sentimiento de revancha hacia quienes pretenden ganarle la agenda.

Veremos qué consecuencias tiene esta nueva lanzada presidencial, pues el día 7 es la cadena feminista; el 8 las manifestaciones conmemorativas del Día Internacional de la Mujer y el 9 el Paro Nacional. Pendientes.

IV

Citando al dirigente municipal de la CTM, Héctor Robles Núñez, circuló ya entrada la noche un boletín informando que la huelga en el transporte urbano, programada para estallar este día a primera hora, fue conjurada después de arribar a algunos acuerdos.

Básicamente, aludió a la instalación de una nueva mesa de negociaciones con un representante del gobierno del estado para dar cumplimiento a lo establecido en el CCT.

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