Se registraron movimientos internos n la mayoría legislativa de la coalición “Juntos haremos historia”, pues la bancada del PT anunció que dos de sus cinco diputados pasan a la de Morena, aunque en realidad se trata de un regreso, pues tanto Yumiko Palomares Herrera y Luis Armando Colosio aparecen “siglados” por Morena y no por el PT.
El siglado es un mecanismo de las coaliciones para distribuir en los distritos electorales, candidaturas para cada partido integrante de dichas coaliciones, en función de la fuerza que representen. Este proceso permite postular incluso a personajes que no estén afiliados a partido alguno. Los distritos X y IV, correspondientes Yumiko y Colosio aparecen en el siglado de la coalición, como para Morena, aunque éstos hayan competido por el PT.
El punto es que con estos dos nuevos integrantes de la bancada de Morena, sube a 14 el número de curules para este partido en el Congreso local, y no se descarta que en los próximos días, el Partido Encuentro Social, otro de los coaligados de “Juntos haremos historia”, anuncie el desprendimiento de alguno de sus cinco integrantes, si es el caso que también fueron siglados para Morena, dato que no pudimos corroborar ayer.
Con estos movimientos quizá se busque sumar para Morena los 17 diputados que le garanticen una mayoría simple con la que puedan sacar adelante algunas de sus iniciativas, pero de alguna manera dejan entrever que se están tomando previsiones ante la eventualidad de que las bancadas del PES y PT no los apoyen incondicionalmente en las mismas.
Son, por lo visto, los primeros trabajos de parto después de la sorprendente elección del primero de julio, y en los que no se descartan dolores imprevistos.
Aunque la coalición tiene la mayoría calificada de 22 diputados, es posible que PES y PT no se sumen en ciertos casos, como ya lo ha anticipado al menos el dirigente estatal de éste último, Jaime Moreno Berry, quien declaró recientemente que una vez concluido el proceso electoral, el PT marchará solo. Apoyará las iniciativas de Morena, pero se reserva el derecho de no hacerlo cuando así lo considere pertinente.
Morena estaría, si este es el caso, en un escenario como el de la película de Cantinflas, en el que no se desconfía de nadie, pero se sospecha de todos.
No sería la primera vez que en el Congreso del Estado, legisladores de una bancada voten en sentido distinto al del partido que les dio origen, y sumen sus votos al de otra fracción parlamentaria. De hecho, esto ha ocurrido en prácticamente todas las legislaturas en los últimos 30 años, cambiando los actores políticos.
Usualmente, esto ocurre en temas importantes como el de la aprobación de los paquetes presupuestales, o reformas constitucionales de gran calado, cuando la mayoría legislativa, que normalmente pertenece al partido que detenta el gobierno estatal, requiere de más votos para sacar adelante sus propuestas.
Ha pasado con el PRI, pero también pasó con el PAN cuando tuvo las riendas del gobierno del estado. Y cuando esto ha sucedido, siempre surgen versiones que aluden a los proverbiales cañonazos de 50 mil pesos, pero con más ceros a la derecha.
Hoy, Morena no tiene la titularidad del poder Ejecutivo estatal, pero tendrá la mayoría en el Congreso local a partir del 16 de septiembre; una mayoría, insistimos, que sólo se entiende con la presencia de los diez diputados del PES y el PT. Sin ellos, Morena tendría sólo 14 diputados, lo que no le alcanzaría ni para la mayoría simple.
Es natural suponer que sus coaligados apoyarán las directrices del partido que encabezó la coalición pero, si por alguna razón no sucediera así, Morena estaría en serios aprietos y a las puertas de la confrontación con algunos legisladores que les acompañaron en la histórica elección pasada.
La agenda legislativa 2018-2021 está saturada de temas polémicos y trascendentes en los que resulta relativamente fácil hacerse a un lado de las directrices del alto mando morenista, con argumentos que pudieran (insisto, pudieran) esconder los efectos de los ante citados cañonazos.
Por lo pronto, el PT se queda sólo con tres diputados: Rodolfo Lizárraga (Guaymas); Orlando “Siri” Salido (Cajeme) y Filemón Ortega (Huatabampo). Los tres, bajo la férula de Jaime Moreno Berry, a quien reportan en el altiplano, negociando para sí la Oficialía Mayor del Congreso del Estado, moviendo influencias en la cúpula de su partido, para negociar con la cúpula de Morena, toda vez que la dirigencia estatal de este último en Sonora, le cerró las puertas a sus pretensiones.
A esta historia, le faltan muchas páginas todavía.
II
Entre mujeres jamás se harán daño…
Le dio un escobazo al avispero el dirigente estatal de Morena, Jacobo Mendoza con una especie de alerta sobre la eventualidad de que en el cabildo hermosillense se estuviera cocinando una reforma reglamentaria que permitiera a algunos funcionarios municipales permanecer en sus cargos después del 16 de septiembre.
La alcaldesa Angelina Muñoz Fernández salió al quite rápidamente y esbozó la posibilidad de que al novel dirigente lo hubiera asaltado alguna pesadilla, pero también la alcaldesa electa, Célida López Cárdenas reconoció que la arquitecta ha mostrado una gran disposición para sacar adelante el proceso de entrega-recepción sin contratiempos y con una mucha voluntad para poner sobre la mesa toda la información requerida en estos casos.
Algunos morenistas ya afilaban los machetes defenderse de la minoría rapaz y la mafia del poder que pretendía llevar a algunos funcionarios a aferrarse a sus encargos más allá del periodo de ley, pero todo resultó una fake new. De hecho, por allí circulan versiones en el sentido de que no son pocos los que estarían más interesados en “tirar los fierros” y a otra cosa, mariposa.
Se mencionaba entre los funcionarios que presuntamente buscarían permanecer en la nómina municipal, al director de Agua de Hermosillo, Renato Ulloa, y a la titular del IMPLAN, Carolina Espinoza Guerrero, áreas claves en la administración, así como a los titulares del DIF, Alumbrado Público y Promotora Inmobiliaria.
Al parecer todo derivó de una propuesta realizada por la regidora Hazely Juárez para que, apelando a una legislación federal, la titular del IMPLAN se quedara un año más en su cargo, para darle continuidad a los proyectos de urbanización, pero esa propuesta fue desechada en el cabildo.
Luego de eso y como si de un botín de guerra se tratase, iniciaron protestas para defender esas posiciones y evitar que gente del equipo del Maloro Acosta o de la propia Angelina se mantuvieran en esos puestos, pero de acuerdo con fuentes cercanas al proceso de entrega-recepción, alguno de los actuales funcionarios aceptaría quedarse en su cargo para trabajar en la siguiente administración, ni aunque les ofrecieran un aumento de sueldo.
Todo parece indicar que entre la gente que ya se perfila para ciertos cargos en el Ayuntamiento comienza a cundir la desesperación y ya les anda para levantar la manita rindiendo protesta, y empiezan a cometer errores pensando que se les puede ir de las manos el ansiado cargo.
Angelina Muñoz ha sido clara cuando sostiene que sus funcionarios trabajarán con la misma intensidad hasta que caiga el último out, y que no va a permitir que traten de tomar las riendas de la administración municipal, ya que el ciclo de la administración entrante comienza hasta el 16 de septiembre.
Por lo demás, el proceso de entrega-recepción sigue avanzando en buenos términos como ha sido reconocido por ambas alcaldesas (en funciones y electa), que se han tenido una comunicación fluida y han cruzado palabras elogiosas entre sí.
De hecho, Célida López ha dejado claro que a Angelina, quien tomó posesión de su cargo como interina apenas el 26 de enero pasado, no se le pueden endosar irregularidades, o las cosas que se hayan hecho mal en el municipio, y que en todo caso, hay que enviar la mirada más atrás.
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