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No hay día que pase sin enterarnos de que la llamada austeridad republicana del nuevo gobierno federal está provocando desajustes en la operatividad de las dependencias; incertidumbre entre empleados con años de antigüedad que ven cerca la guillotina, molestia entre los de reciente contratación, que en realidad están trabajando en algunos casos sin goce de sueldo, esperando que se resuelva su situación laboral, entre otras cosas.

Vaya, hay versiones en el sentido de que el recorte presupuestal en la Comisión Nacional Forestal, por ejemplo, ha dificultado e impedido cumplir adecuadamente las tareas de combate a los incendios forestales que asuelan varios estados del país.

Se han cancelado programas de vivienda que en Sonora han reducido acciones a sólo dos municipios: Nogales y San Luis Río Colorado, suspendiendo otros en el resto de los municipios, como los “cuartos rosas” que tan bien venía marchando durante los primeros tres años de la actual administración estatal.

A esto hay que sumarle los despidos que se vienen dando, en grupo o selectivos, que han provocado serios problemas de operatividad en las dependencias federales a raíz del famoso memorándum presidencial (y desde antes) que tienen semiparalizada a la burocracia federal porque no se sabe bien a bien el destino que tendrán.

Así llegó la noticia, ayer, del cese fulminante de Santiago Luna García, recientemente puesto al frente de la delegación de Semarnat en Sonora, y a quien, según la nota publicada por Milenio citando al delegado de la secretaría del Bienestar, Jorge Taddei Bringas, fue sorprendido en malas prácticas al realizar 18 contrataciones sin autorización.

Hace un par de días nos encontramos a Santiago Luna en un conocido restaurante del norte de la ciudad y nos platicaba que el fuego amigo entre los empoderados morenistas sonorenses estaba para tirarse pecho a tierra.

No abundó más, pero cualquiera deduce que hay una seria disputa entre grupos que encabezan Jorge Taddei y Javier Lamarque por un lado, que se asumen parte del equipo de Alfonso Durazo Montaño, y por el otro los que militan al lado de Marcelo Ebrard, y cuyos exponentes más notables son Benjamín Hurtado y Petra Santos, delegados (o representantes del gobierno federal) en las delegaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Sedatu, respectivamente.

Al parecer todos están sufriendo los efectos de encontrarse de repente con una gran estructura de poder cuyo funcionamiento y alcances desconocen. Los compromisos adquiridos en campaña los llevan a querer apropiarse del organigrama para sus cercanos, independientemente de perfiles, currículums y trayectorias, privilegiando lealtades al viejo estilo priista.

El poder se les está indigestando y podría pensarse que es una etapa inicial que deben superar para abocarse a las tareas propias de la gobernanza, que van mucho más allá de los amores y desamores cultivados durante años de militancia en la oposición, donde las responsabilidades tienen que ver más con la organización de protestas, la propaganda antisistema, la marcha, el mitin, el plantón, pero no con el ejercicio de gobierno.

Los últimos reportes indican que Santiago Luna está fuera y sin boleto de regreso a la cuarta transformación, aunque las valoraciones que probablemente tendrían que hacer es acerca de la conveniencia de mantener a este aguerrido personaje orinando desde adentro hacia afuera, o dirigiendo sus micciones de afuera hacia adentro.

Ahora bien, según ha trascendido, las directrices del mando central van en el sentido de que todos los delegados, encargados o responsables de los mandos en las delegaciones federales deberán renunciar a sus cargos para reponer el procedimiento y asumirlos de nueva cuenta bajo otra figura.

Pero en este proceso, las tentaciones para ajustar cuentas entre las tribus de Morena donde, para ser amigo, el fuego está quemando mucho.

II

El intenso activismo de la gobernadora Claudia Pavlovich, que ayer se reunió con el procurador fiscal federal, Carlos Romero Aranda, y dos día antes recibió en Hermosillo al secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú sigue cosechando frutos en las mediciones nacionales sobre el desempeño de los gobernadores.

La más reciente encuesta de Massive Caller la ubica en el tercer lugar en el porcentaje de aprobación, después de sus homólogos de Yucatán y Sinaloa, Mauricio Vila y Quirino Ordaz respectivamente.

Notable que en el top five de esta pulsación demoscópica no aparezca un solo gobernador de Morena, mientras el primer lugar lo tiene un panista; el segundo y tercer dos priistas, y el cuarto y quinto, dos panistas: José Rosas Aispuro, de Durango y Francisco Javier Cabeza de Vaca, de Tamaulipas.

III

Y volviendo con el tema inicial, sobre los recortes a algunos programas federales, afortunadamente en otros no sólo se han mantenido los apoyos, sino que se han incrementado.

Uno de ellos, importantísimo por todas las implicaciones sociales que tiene es en el rubro de la prevención de adicciones, donde el gobierno federal ha decidido entrar con todo.

Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se invertirán recursos “como nunca” para revertir el consumo de drogas, sobre todo entre los jóvenes, bajo una estrategia integral en la que participen todas las dependencias.

En Hermosillo ya se tiene un buen tramo recorrido en este camino, pues fue uno de los objetivos planteados desde la campaña por la hoy alcaldesa Célida López que desde entonces mostró un especial interés en el tema y ya puso manos a la obra con la construcción de la clínica para tratamiento de adicciones que estará lista en los próximos meses.

Así, se están trabajando los principios de bienestar social enunciados por el presidente a partir de componentes esenciales como son educación, salud y comunicación, para ofrecer a los jóvenes alternativas de vida.

Por cierto que en esta tarea, la alcaldesa tiene una bujía importantísima en la doctora María Isabel Batriz, que mucho sabe del tema y con su experiencia está desarrollando un trabajo notable desde la Coordinación de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento.

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