De por sí las cosas están que arden en Ciudad Obregón y nomás faltaba que estallara la huelga en su Máxima Casa de Estudios, el ITSON para agregar otro elemento de conflicto al de por sí enrarecido ambiente por aquellos lares.
Afortunadamente prevaleció el acuerdo y después de largas pláticas entre el sindicato de trabajadores del ITSON que dirige Ana Cecilia Valdez y la rectoría, la asamblea general aceptó los términos de una negociación aprobada con 219 de los 305 que asistieron a la misma. La planta laboral es de 519.
Los acuerdos fueron: un 3.35% de incremento directo al salario y un 2.7% global en prestaciones no ligadas al salario.
Así, el incremento salarial correspondiente al techo financiero fijado por la SEP para todas las revisiones contractuales y salariales en las universidades públicas e instituciones de educación superior.
II
Y en donde también las aguas van retomando su nivel después de un agitado comienzo es en la administración municipal de Hermosillo, especialmente en el tema de la concesión del alumbrado público, donde la alcaldesa había lanzado varios buscapiés involucrando a reconocidos personajes del mundo empresarial, y concretamente a uno: Ricardo Mazón Lizárraga, en presuntos actos de corrupción y/o favoritismos.
Ayer, en una charla con colegas de la Mesa Contrapunto 10, Célida López admitió que, después de revisar a conciencia el tema, no ve a Ricardo o a otros empresarios locales en este asunto que aún se litiga entre el ayuntamiento y la empresa concesionaria.
La alcaldesa, cuya belicosidad está fuera de toda duda cuando le buscan, parece ir entendiendo que en los asuntos de gobernanza siempre será mejor sumar y multiplicar, que restar o dividir, aunque tampoco se va a dejar curar parada, como lo dejó claro hace un par de días, al responderle con firmeza al dirigente del PRI municipal, Edgardo Briseño, que cuestionó un presunto sobreprecio en la renta de los camiones recolectores de basura.
Así, aparecen banderitas blancas entre la alcaldesa y el poderoso empresario hermosillense, aunque la primera mantiene cortado el cartucho para responder al fuego, amigo o enemigo, que no deja de caerle desde diversos frentes.
III
No debe echarse en saco roto la denuncia presentada ayer por el veterano periodista navojoense Víctor Fausto Silva Durán, quien habría recibido amenazas de muerte por parte de Iván Mariano Martin del Campo Riebeling, mejor conocido a través de sus videos difundidos en You Tube como “Comandante Cobra”.
En dichos videos un día amenaza con cazar migrantes hondureños, al siguiente confronta a policías municipales en Tijuana; lo mismo aparece como intermediario entre cárteles del crimen organizado, que enviando mensajes al presidente Andrés Manuel López Obrador urgiéndolo a aprobar la Guardia Nacional.
El tipo es un personaje extraño que se asume Coordinador Internacional de Visitadores de los Derechos Humanos del Nuevo Orden Mundial y, por increíble que parezca, la alcaldesa de Navojoa, Rosario Quintero le abrió las puertas de sus oficinas en el ayuntamiento, donde acompañada de su esposo lo recibió para sostener un encuentro en el que incluso perfilaron acuerdos para que el Comandante Cobra le donara al municipio algunas patrullas.
La alcaldesa de Navojoa le expuso a este personaje las necesidades de infraestructura en su municipio, explicándole que “de 22 patrullas que tiene no se hace una” y que también le falta maquinaria pesada para raspar los caminos de las comunidades rurales. De ese pelo.
Colegas de la Perla del Mayo criticaron esta reunión, y eso sirvió para que el señor llamara a Silva Duarte para amenazarlo con levantarlo y matarlo.
Pudiera parecer una broma de gusto bizarro, pero a como están las cosas en materia de agresión y asesinato de periodistas, las autoridades no deben subestimar estos episodios.
Por lo pronto, Víctor Fausto Silva ya presentó una denuncia ante la subdelegación Navojoa de la FGR por amenazas y lo que resulte, y le ha enviado un mensaje al secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo Montaño para que tome cartas en el asunto.
IV
No quiero imaginar de qué tamaño estuvo la regañada que llegó desde la madre patria, tras los polémicos sucesos en el hospital de Magdalena donde se le negó atención médica a una mujer que terminó pariendo a bordo de un vehículo, aunque después el personal médico sacó la casta para salvar la vida de la criatura, improvisando un casco cefálico neonatal, usando un garrafón plástico.
Y es que la sacudida movilizó a todos los directivos de la secretaria de Salud, comenzando por el titular del área, Enrique Claussen que en estos dos quizás haya trajinado más que en todo el año que lleva al frente de esa dependencia.
De inmediato se trasladó a Magdalena donde anunció el inicio de un proceso de equipamiento que se encontraba suspendido y se programaron trabajos de conservación y mantenimiento en los Centros de Salud de Vícam, Cumpas, Esperanza, Obregón Norte y Sur; block 401 y Campo 60 en el Valle del Yaqui, así como en Navojoa Oriente, Huatabampo, entre otros.
También se anunció un programa de equipamiento para el segundo piso del Hospital Infantil en Hermosillo y el área de quirófanos en el Hospital General mediante un convenio con CECOP en el que se invertirán más de 32 millones de pesos.
Para muchos, el episodio de Magdalena hizo recordar aquellos aciagos días cuando los pacientes se tiraban de la camilla para llamar la atención (según el entonces titular de la secretaría de Salud, Bernardo Campillo) morían en las afueras de hospitales como el de Guaymas o parían en las banquetas como en Hermosillo.
Para una gobernadora que ha insistido en hacer que su mejor año sea el séptimo, repetir esas historias sería letal, y en contraparte, para sus detractores es un magnífico tren en el que de inmediato se treparon, aunque sus propias historias personales en el ejercicio de gobierno los descalifica de facto, sólo con recordar temas como los citados en el párrafo anterior y sin contar el quebranto de más de dos mil millones de pesos de recursos federales cuyo destino es aún incierto, y que traen a Campillo a salto de mata.
Normales, los cuestionamientos que la dirigencia y la bancada del PAN hicieron sobre este tema, aunque incompleta su voz, si se considera que el quebranto financiero durante su paso por el gobierno, tiene relación directa con el estado actual del sector salud.
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