El gran frente de alcaldes y legisladores que anunció ayer la gobernadora Claudia Pavlovich al salir del Congreso, a donde acudió a entregar su cuarto informe de gobierno comenzó a gestarse el viernes en Palacio de Gobierno.
Allí se dio cita una muestra bastante representativa de los hombres y mujeres con poder de decisión y facultades ejecutivas y legislativas que coincidieron en una misma tarea independientemente de las filiaciones partidistas: hacer valer su posición y presencia en sus respectivos ámbitos de influencia para lograr un mejor presupuesto para Sonora en 2020.
Hubo muchas participaciones notables, pero destacó la de la alcaldesa Célida López porque de una y muchas maneras recogió el sentir del resto de los alcaldes sonorenses, ante lo que se prevé un desolado panorama financiero para el año que entra. Una insuficiencia presupuestal que los dejaría atados de manos frente a las urgencias y metas de sus respectivos ayuntamientos.
Por el tono de la alcaldesa, parecería que “pateó el pesebre” de la Cuarta Transformación, pues señaló directamente al presidente de la República como un hombre que no escucha las solicitudes de los alcaldes y se mantiene firme en destinar la mayor parte de los recursos federales para los programas de bienestar, dejando descubierto el renglón de la obra pública.
Pero en realidad estaba recogiendo también el sentir del resto de sus homólogos.
En Hermosillo, precisó, se han destinado este año 560 millones de pesos para los programas de Bienestar. Con un diez por ciento de ese monto que se hubiera destinado a pavimentación no estaríamos teniendo los problemas que hoy enfrentamos, dijo.
La alcaldesa presume una excelente relación con el presidente, pero es obvio que en las últimas semanas le ha sido suministrada una considerable dosis de realidad y como el resto de los alcaldes, sabe que si este año ha sido complicado, el que viene puede resultar más, si no se reconsideran criterios para la distribución presupuestal.
Algunos de los allí presentes, especialmente sus correligionarios de Morena se extrañaron de los señalamientos de Célida, pero no pudieron menos que admitir la validez de sus preocupaciones.
Y les podrá parecer raro, descapitalizado lector, sobregirada lectora, pero quien salió al quite fue la propia gobernadora, quien describió al presidente como un hombre sensible y receptivo, admitiendo que tiene sus prioridades, pero haciendo un llamado a cerrar filas y seguir tocando puertas en todas las instancias federales, algo que le ha dado resultados este año. No los que quisiera, pero al menos se han logrado rescatar algunas partidas con las que ya no se contaba.
“El no ya lo tenemos, hay que ir por el sí”, dijo.
Lo cierto es que no se debe minimizar esta iniciativa que surge desde Sonora y que puede extenderse al resto del país, donde los alcaldes de todos los estados están visualizando una situación similar de penurias financieras.
En este encuentro estuvieron presentes las diputadas federales Lorenia Valles Sampedro, Wendy Briseño Zuluoaga, Madeleine Bonnafoux, Ana Laura Bernal, Hildelisa González, Marco Antonio Carbajal, Manuel López Castillo, Jorge Eugenio Russo y Manuel de Jesús Baldenebro, así como el senador Arturo Bours Griffith, quien propuso solicitar una audiencia con el presidente para plantearle la necesidad de que lleguen más recursos a Sonora.
(Lilly Téllez no pudo asistir porque, dijeron en tono de chascarrillo, tenía muchos tuits pendientes).
También estuvieron diputados locales y los alcaldes de Moctezuma, Navojoa, Agua Prieta y Ures.
II
Ayer, a las puertas del Congreso del Estado fue inevitable el ejercicio de memoria.
Para estas fechas, en 2013 Guillermo Padrés acudió al Congreso rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad. No era para menos. Todo ese año fue de gatos negros para el mandatario. Los “malnacidos” (opositores al cobro de la tenencia disfrazada de COMUN) lo trajeron a maltraer; evitaron que asistiera a la inauguración de la Serie del Caribe, hicieron que adelantara el Grito de Independencia, temeroso de la “megamentada” convocada en redes sociales, entre otras cosas que prácticamente lo hicieron cancelar sus apariciones públicas en escenarios no controlados.
Ayer, la gobernadora Claudia Pavlovich acudió al Congreso a entregar su Cuarto Informe. La sede del Poder Legislativo lució sin vallas ni seguridad exagerada, sin manifestaciones de opositores y estuvo arropada de su gente cercana, de su gabinete legal y ampliado. El evento se desarrolló sin contratiempos.
Un día antes la gobernadora asistió al juego inaugural de la Liga Mexicana del Pacífico entre Naranjeros y Mayos. Todo en orden.
Ya en el Congreso, ponderó las ventajas de haber puesto el acento en los temas relacionados con la transparencia y la rendición de cuentas, ya que eso ha posibilitado invertir en infraestructura estratégica: carreteras estatales, vialidades urbanas; la planta desaladora Guaymas-Empalme, innovación tecnológica, entre otros.
Se ha privilegiado la atracción de inversiones en nuevos parques de energía solar y otras para consolidar el sector minero, el aeroespacial, el automotriz y eléctrico-electrónico generando más de 15 mil nuevos empleos.
En el sector educativo, además de la inversión en infraestructura se otorgaron 71 mil créditos educativos y más de 52 mil becas; se entregaron 40 nuevos camiones para beneficiar a más de 3 mil 400 estudiantes.
Este año se cumplió también con la visita a los 72 municipios del estado (ya inició la quinta vuelta), atendiendo directamente a sus habitantes.
La gobernadora reconoció que la seguridad pública sigue siendo una asignatura pendiente y destacó los programas sociales que se han puesto en marcha para atender grupos vulnerables, mujeres, niños y migrantes.
El espacio no alcanza para el recuento, pero los sonorenses tienen la oportunidad de hacer su propia glosa a partir de lo que se difunde por todos los medios de comunicación, a través de una estrategia que desde el primer año eliminó los costosos formatos con grandes escenografías, despliegue de luz y sonido, verbena de invitados especiales que en otros sexenios solían venir desde distintos puntos del país.
En fin, sigue el 2020 que es el quinto y como dicen que no hay quinto malo…
III
El pasado sábado se llevaron a cabo las asambleas distritales de Morena en cada una de las siete demarcaciones electorales del estado. Se canceló la de Cajeme por falta de quórum, dijeron, aunque en realidad el desorden impidió llevarla a cabo.
Hubo disturbios también en Navojoa y Guaymas, pero en general salieron adelante sin mayores contratiempos.
La elección de consejeros estatales es importante porque de allí saldrán los votos para elegir al nuevo dirigente estatal y, según los enterados la conformación del nuevo consejo favorece la candidatura de Adolfo Salazar Razo.
Un indicador de ello es que en el distrito V, que es el que representa la diputada Wendy Briseño, impulsora de la candidatura de Guillermo Díaz, Adolfo fue quien obtuvo el mayor número de votos.
Otro indicador es que la asamblea de Cajeme, donde se supone tiene su mayor fuerza Javier Lamarque, impulsor de la candidatura de Julio Navarro, se canceló.
El espacio se agota y mejor dejamos para posteriores despachos algunos detalles de este proceso interno, el primero de Morena ya como partido en el gobierno.
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