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Fue muy interesante ver, durante el abucheo al presidente en el estadio de los Diablos Rojos, el endurecimiento del rostro de López Obrador mientras increpaba (y con ello aumentaba el abucheo) al público en las gradas, acusándolos de ser la porra del equipo fifí.

Interesante, digo, porque mientras lo hacía, estaba a su lado el próspero empresario Alfredo Harp Helú, primo de Carlos Slim, empresario favorito de Carlos Salinas de Gortari y financiero de campañas presidenciales, como la de Luis Donaldo Colosio.

Cuando ya se calmó el abucheo, y el presidente se fue a su palco a disfrutar el partido de beisbol, fue captado por muchas lentes apoltronado y feliz de presenciar su deporte favorito.

A su espalda, casi soplándole en la oreja aparece muy atento al juego el señor Javier Arrigunaga, poderoso banquero que estuvo al frente del neoliberalmente triste Fondo Bancario de Protección al Ahorro, el famoso Fobaproa que, creo, no tiene competencia alguna entre los íconos que mejor documentan el periodo neoliberal tan satanizado por la cuarta transformación.

Al lado de Alfredo Harp Helú, y muy cerca de Arrigunaga (cuyos apellidos acreditan fehacientemente su origen mexica), Andrés Manuel fustigó con el látigo de su desprecio a la porra del equipo fifí que ocupaba las gradas en el estadio.

II

Hoy, Andrés Manuel López Obrador estará de nueva cuenta en un estadio de beisbol. Será en San Luis Río Colorado, en la segunda visita que hace a Sonora, ya investido como presidente de la República.

Y la agenda local es muy nutrida.

Con una primavera de 40 grados, que anticipa un verano extremo, los sonorenses esperan una instrucción precisa para que el secretario de Hacienda y el director de la CFE firmen ya el convenio para garantizar el subsidio a las tarifas eléctricas en los 72 municipios.

Sin subsidio, los recibos por consumo de energía simplemente serían impagables para cientos de miles de habitantes de esta región donde la temperatura suele llegar a los 50 grados.

Pero ese no es el único tema.

También está la solicitud para que el presidente reconsidere la decisión de dejar a Sonora fuera del programa de apoyo a estancias infantiles, cuando en el estado, el 37 por ciento de las madres que las utilizan son el sostén de sus hogares.

Por otro lado, están las demandas de los productores agropecuarios, señaladamente los del sur de Sonora, que no quedaron conformes con las nuevas reglas de operación de los programas de apoyo para el campo.

Y además de los temas relacionados con la infraestructura, equipamiento y recursos humanos para el sector salud, se encuentra el del fondo minero que hasta el año pasado destinaba alrededor de mil 200 millones de pesos para obra pública en municipios con esa actividad, pero ahora no se sabe con certeza cuál será el destino de esos recursos, ni los criterios de distribución.

III

Puestos en perspectiva, estos son algunos de los temas concretos sobre los que el gobierno federal debería estar agilizando respuestas, planteando soluciones, operando su estructura, que hoy parece más ocupada en labores de contención y de propaganda en redes sociales.

Es notable como varios funcionarios de todos los niveles parecieran haberse quedado anclados en los tiempos de campaña y en lugar de estar dedicándole horas nalga al diseño y operación de las nuevas reglas para los programas de gobierno, se enfrascan en bizantinos debates tuiteros y feisbuqueros para sacar agua del bote del escarnio con que suele abordarse en esas redes sociales la cosa pública.

En los últimos tres días ha sido terrible ver como el aparato de gobierno y de partido se ha volcado a posicionar HT’s y a pelearse en las redes para contener, primero, el tema del abucheo al presidente en el estadio de los Diablos Rojos, y cuando aún no se apagaba esa llama, para justificar la carta de Andrés Manuel al papa y al Rey de España, en la que les pide se disculpen por los crímenes de la colonización hace casi 500 años.

Cuando le preguntaron a la decana de la izquierda mexicana, Ifigenia Martínez sobre el tema, preguntó: ¿Y dónde estaba el presidente hace 500 años?, para luego soltar una franca carcajada.

Recojo el tuit que a propósito, subió la puntillosa tuitera y mejor amiga Alda Lucía Burruel: “Como opinó doña Ifigenia, eso ya lo superamos… los que no lo sientan así, sigan lamentándose y sintiéndose ultrajados por la conquista, aprendan un dialecto, dejen de comer carnitas y de paso le empiezan a rezar a Quetzalcóatl”.

No sé usted, malinchista lector, colonizada lectora, si consideren que en estos momentos es de vital importancia la disculpa española y vaticana para hacer, como dijo el presidente, del 2021 el año de la reconciliación histórica, o si crean que el país está ardiendo en temas que exigen atención, como el de la seguridad pública, rubro en el que este gobierno federal ha tenido un peor arranque que los encabezados por el mismísimo Felipe Calderón y el no menos vilipendiado Enrique Peña Nieto.

Ni modo: las cifras están allí para indicar que el número de homicidios dolosos en estos primeros 120 días de Andrés Manuel, rebasan el de sus antecesores. Y ya como dato gremial, entre esos muertos también hay que contar a 15 periodistas y defensores de los derechos humanos. O sea, nada qué celebrar.

Pero bueno, para el presidente es importante reabrir este tema con El Vaticano, acaso porque olvida que el 9 de julio de 2016 el papa Francisco “pidió humildemente perdón no sólo por las ofensas de la propia iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios, durante la llamada conquista de América”, según los despachos de la época.

Y también abrir un frente con España, cuyo gobierno respondió contundentemente, lamentando que se haya hecho pública la carta que envió el presidente mexicano desde el 1 de marzo (él mismo la hizo pública 24 días después), “y cuyo contenido rechazamos con toda firmeza”.

La llegada, hace 500 años de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria”, se lee en la respuesta.

Más allá de los memes y los chistoretes que se viralizaron en las redes ayer, ¿había alguna necesidad de agriar las relaciones con España a partir de algo que parece más bien una baladronada?

Sí, si se considera que España invirtió el año pasado casi 3 mil millones de dólares en México y esas inversiones son una suerte de neocolonización, que en todo caso hay que rechazar; expropiar esas empresas y ponerlas en manos de los pueblos originarios. No, si se asume que somos parte de la globalización y el concierto de las naciones.

Si la corona española no ofrece disculpas, ¿qué va a hacer el gobierno mexicano? Romper relaciones diplomáticas, declararle la guerra, tragarse sus palabras, ¿Qué?

Entiendo que hay un gran debate abierto sobre el tema, en el que aparecen elementos ideológicos, políticos, históricos, culturales, raciales y de todo tipo, que sin duda debe ocupar foros diversos.

Pero también hay temas que apremian por respuestas en la vida cotidiana de los mexicanos y a los que se debe poner manos a la obra ya.

Lo cierto es que Andrés Manuel no ha querido (porque quizás sí hubiese podido) llevar a juicio a Salinas, Peña Nieto, Calderón, Fox y toda la mafia del poder, y anda quemando pólvora en el infiernito de enjuiciar a Hernán Cortez y hasta a La Malinche, esa prehispánica representación de la mafia del poder fifí que se doblega ante el imperio.

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