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Uno de los efectos colaterales de la Cuarta Transformación sobre el que no se ha abundado lo suficiente es la confusión ideológica, la orfandad política, la incertidumbre programática que provocó en el resto de los partidos, señaladamente en los que ya se probaron en el gobierno federal, y que sin duda comparten una gran responsabilidad en la estrepitosa derrota que les infligieron en 2018.

El PRI aparece replegado y en un estado cuasi catatónico, pero la reaparición del ex presidente Vicente Fox en una asamblea nacional del PAN, partido del que se distanció en la campaña presidencial pasada cuando decidió apoyar al candidato del PRI, José Antonio Meade es un buen ejemplo para ilustrar la crisis de liderazgo en el blanquiazul.

Fox llamó a los jóvenes panistas a “partirle la madre a la cuarta transformación” (no sé si les suene familiar la frase), y advirtió que en esa tarea ya ha hablado con liderazgos del PRI, del PRD, de Movimiento Ciudadano (que se deslindó casi de inmediato) y con Felipe Calderón, de México Libre.

La idea esbozada por el ex presidente tiene que ver con la conquista de la mayoría en el Congreso federal para 2021 a partir de la integración de un frente amplio en el que participen esas fuerzas.

Pero Fox no es, ni lejanamente, el liderazgo que en 2000 concitó el llamado “voto útil” para echar al PRI de Los Pinos y en los últimos meses está más cerca de ser un meme apologético de la mariguana, que una figura respetable. Le pasa lo mismo que a Felipe Calderón, mejor conocido ahora como el Comandante Borolas.

Uno y otro, así como la mayoría de quienes los acuerpan en redes sociales con un intenso activismo de teclado parecen ignorar que el triunfo de la coalición “Juntos haremos historia” fue madurando en un largo proceso de al menos doce años de oposición en las redes, pero sobre todo en las calles. Un proceso en el que prevaleció la prueba y el error, la suma y la resta, pero principalmente la presencia de un líder capaz de articular en torno a sí todo ese movimiento.

Mesiánico, populista, convenenciero, mentiroso, solapador, incapaz, rencoroso, autoritario. De cualquier cosa se puede acusar a Andrés Manuel López Obrador, menos de que no supo vender una propuesta que compraron 30 millones de mexicanos.

Hoy, la posibilidad de quitarle la mayoría legislativa parece depender más de la inviabilidad de esa propuesta, de los errores y la guerra de tribus morenistas y aliadas, que de una propuesta alternativa o de un liderazgo que por cierto, no se ve por ningún lado. 

Si alguien piensa que ese liderazgo lo puede ejercer Vicente, Felipe o alguien más que encarne aquello contra lo que se votó en 2018, creo se va a quedar esperando.

En el plano local, los panistas no andan menos confundidos. Si de algún lado se nutrió Morena en Sonora para llenar planillas en la jornada 2018 fue del PAN. Incluso el padrecismo sufrió bajas importantes y orgánicamente se quedó administrando sus precarias victorias en algunas alcaldías, porque no ganaron un solo distrito ni federal ni local.

Si en el ámbito nacional tienen que apoyarse en un cartucho tan quemado como Fox, en Sonora comienza a ser notable el activismo de personajes de la calaña de Roberto Romero, Agustín Rodríguez o Javier Dagnino, que ayer se le fueron a la yugular a la alcaldesa de Hermosillo, Célida López por haber asistido a una boda en Mexicali, cuando la ciudad estaba bajo alerta por la eventualidad de una contingencia por el huracán Lorena.

En la refriega tuitera le tocó candela hasta al dirigente municipal del PAN, Ernesto “Güero” Nieves, que también andaba en el fascinante sube y baja del columpio nupcial convocado por Carlos Torres, diputado local panista en Baja California, que casó con Marina del Pilar, alcaldesa de Mexicali.

Torres votó a favor de prorrogar el mandato del gobernador Jaime Bonillas a cinco años, por lo que es considerado un traidor en el blanquiazul, partido que le abrió un proceso de expulsión junto a otros seis legisladores panistas que votaron en ese mismo sentido.

Pero así como se ve complicado que Fox y Calderón le regresen oxígeno al PAN nacional, pensar que Romero, Rodríguez, Dagnino y demás yerbas se asuman como la guía moral del PAN Sonora, es un franco despropósito.

Y ya para que se animen a cuestionar la frivolidad del “Güero” Nieves por andar de columpio en lugar de atender las graves tareas propias del dirigente partidista en la capital de Sonora, significa que si no sirven para nada, por lo menos andan envalentonados.

Por lo demás, al “Güero” no necesitan cuestionarle su frivolidad por asistir a bodas y desatender su jale como dirigente. De todos modos es más famoso por su actividad como “runner” y groupie de trolls que hoy dividen sus lealtades entre Padrés y Célida López. Porque no es lo mismo, ¿verdad? ¿Verdad? 

II

Grillas aparte, la eventualidad de que el huracán Lorena tocara tierras sonorenses con resultados trágicos mantuvo en alerta a casi todos. Afortunadamente el fenómeno se degradó a depresión tropical y los daños provocados no fueron tan funestos como se esperaba, aunque no fueron menores.

La que no se despegó ni un momento de la base fue la gobernadora Claudia Pavlovich, encabezando la sesión del Comité de Operación de Emergencias, pendiente de la activación del Plan DN-III-E y solicitando la declaración de emergencias para 19 municipios que resultaron afectados por el fenómeno meteorológico.

La experiencia es importante. Como gobernadora, en los primeros días de aquel septiembre de 2015, la gobernadora hubo de recorrer varias colonias de Guaymas, donde la depresión tropical 16-E arrastró casas, carros y lo que encontraron a su paso los arroyos que retomaron su cauce en las calles de los cerros. Y de allí para adelante cada temporada de lluvias se han repetido las escenas en diversos municipios del estado.

Por eso ahora se comenzaron a tomar las previsiones del caso con suficiente anticipación y en las horas más críticas se mantuvieron enlaces desde las instalaciones del C5i con los alcaldes de Huatabampo, Guaymas y Cajeme donde se esperaban mayores impactos, y se mantuvieron monitoreadas con videocámaras las playas de San Carlos, Puerto Peñasco y Bahía Kino.

Afortunadamente el paso del fenómeno sólo dejó daños materiales, lo que valió un reconocimiento del coordinador Nacional de Protección Civil, David León Romero.

En Hermosillo, la alcaldesa Célida López se puso al frente de las brigadas de apoyo en la zona rural poniente: Bahía Kino, Kino Viejo y Miguel Alemán, donde se registraron las mayores afectaciones

El apoyo a la ciudadanía fue inmediato y la alcaldesa adelantó que mientras dure la temporada de lluvias se mantendrán las alertas por parte de Protección Civil Municipal y demás dependencias que colaboran en estos casos.

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