El jueves de la semana pasada, la gobernadora Claudia Pavlovich visitó a las familias afectadas por una explosión de gas en una casa de la colonia Los Jardines que dejó un saldo trágico de tres muertos.
Al menos dos casas más resultaron dañadas y sus propietarios aún esperan recursos ofrecidos para apoyar en la reparación, pero dinero no hay.
Allí mismo, la gobernadora le marcó al subsecretario de Ingresos, Luis Iribe Murrieta para urgirlo a aterrizar un ambicioso programa de aseguramiento de viviendas mediante el pago puntual de los impuestos prediales.
La gobernadora sabía bien a quien llamaba. Luis Iribe fue el encargado de diseñar y operar un programa similar cuando fungió como tesorero en la administración municipal de Ernesto Gándara Camou.
El programa fue un éxito en dos vertientes: por un lado estimuló significativamente el pago de prediales y por el otro aseguró las propiedades protegiendo el patrimonio de los hermosillenses, que desde los primeros días comprobaron la viabilidad del mismo.
Desde septiembre de 2007 arrancó una campaña de difusión para que los ciudadanos se acercaran a pagar sus prediales, obteniendo con ello una póliza de seguros contra daños por incendio, rayos o explosiones, robo con violencia, asaltos, inundación por lluvia y responsabilidad civil.
Para los primeros días de 2008 se registró el incendio de una vivienda cuyo propietario tenía cubierto el pago de su predial, por lo que le fue entregado un cheque de 400 mil pesos.
El programa se mantuvo muchos años y la incendiaria lectora, el piromaniaco lector recordará aquel sábado 24 de noviembre de 2012, cuando una pizzería ubicada en el fraccionamiento Los Pinos explotó dañando al menos 160 casas. Los propietarios de varias de ellas, que estaban al corriente con sus prediales, recibieron el beneficio de dicho seguro.
En 2017, el alcalde Maloro Acosta lo eliminó sin mayores explicaciones.
Hoy, es el propio Luis Iribe quien se encuentra cabildeando con el Instituto para el Desarrollo Técnico de las Haciendas Públicas del Gobierno Federal (Indetec), para poner en marcha un programa de aseguramiento bajo ese mismo esquema, pero que incluya a todos los municipios de Sonora.
Entendemos, asegura el funcionario, que el predial es un tema municipal, pero ya iniciamos pláticas con los alcaldes para buscar los mecanismos más adecuados, que el gobierno del estado opere como un “paraguas” que cubra a todos los municipios.
Personal de Indetec estará en Hermosillo entre el 1 y el 3 de octubre para abrir una ronda de negociaciones con personal de la secretaría de Hacienda estatal, Centro Estatal de Desarrollo Municipal (Cedemun) y alcaldes o sus representantes, para buscar la forma de implementar de nuevo ese programa que inició en 2007 en Hermosillo y ahora se busca extender a todos los municipios.
Por cierto, el diputado Gildardo Real Ramírez, del PAN, informó ayer que están por presentar una iniciativa para obligar a los ayuntamientos a incluir en sus presupuestos un seguro para vivienda, así como protección de daños por todo lo que tiene que ver con la infraestructura municipal: baches, alcantarillas, parrillas y demás.
El tema es bueno, aunque ya se está trabajando en él. Veremos si se complementan las propuestas.
II
Comienza a ponerse sabroso el tema del relevo en la dirigencia estatal de Morena, proceso en el cual ya levantaron la mano al menos cinco tirador@s y podrían sumarse más en los próximos días.
Vueltas que da la vida, hace un par de años este proceso hubiera pasado desapercibido en la agenda pública, pero después de la elección 2018 en la que ese partido se convirtió en la principal fuerza política en la entidad, son muchos los que aspiran a ponerse al frente.
Como suele suceder, en el cañaveral de pasiones que despierta el proceso han aparecido precandidatos por todos lados, cada uno representando a corrientes internas que, aunque proscritas en los estatutos del partido, en los hechos se manifiestan nítidamente empujando a favor de uno, en contra de otros.
Lo que está sobre la mesa de Morena en estos momentos, y en prospectiva no es asunto menor: políticas de alianzas, agenda legislativa y de gobierno, reorganización interna entre otras cosas, pero sobre todo el trabajo político para ir definiendo candidaturas, señaladamente la de la gubernatura.
En ese sentido, y considerando que para nadie es un secreto que esa parece estar reservada desde hace mucho para Alfonso Durazo Montaño, resulta natural que quien ocupe la dirigencia estatal en los próximos años tendría que ser alguien de sus confianzas.
En ese escenario, apunte usted al abogado Adolfo Salazar Razo, un joven morenista que irrumpió en la escena pública al inicio de la actual legislatura como asesor en jefe de los diputados y diputadas de Morena, que estuvo a cargo de los primeros litigios en la Cámara, sobre todo aquel en el que se pretendió renovar los principales puestos administrativos del Congreso del Estado.
Después de eso, el propio Alfonso Durazo lo llamó para colaborar a su lado, como secretario Técnico, que no es decir cualquier cosa.
Salazar Razo aparece como el precandidato más perfilado para relevar a Jacobo Mendoza. Habrá que ver si se encaprichan las bases.
III
Excelente la convocatoria lograda ayer por la gobernadora Claudia Pavolvich en el evento donde reconoció la labor de la Fundación Dar Más que preside Yolanda Esclante de Mazón, quien la ha convertido en un ejemplo nacional en materia de transparencia y rendición de cuentas, temas fundamentales para ganarse la confianza de quienes financian los trabajos de la fundación, y para las organizaciones civiles que se acercan a ella.
Por ejemplo el voluntariado del hospital de medicina avanzada CIMA, que ayer inauguró su Centro de Atención Integral y de Servicios VIDA, donde se ofrecen terapias de lenguaje para niños y adultos con diferentes condiciones, así como espacios de rehabilitación física para población vulnerable, entre otras cosas.
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