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La renuncia de Antonio Astiazarán al PRI es un hecho. Su candidatura por el PAN, no tanto.

Explicando, que es gerundio.

Ayer por la tarde, el político guaymense se habría reunido con la gobernadora Claudia Pavlovich para informarle sus intenciones de abandonar la nave tricolor en la que ha navegado por muchos años y en la que ha llegado a cargos de elección importantes como la diputación local, la federal y la alcaldía del puerto.

El encuentro con la jefa nata del priismo en Sonora sería el último esfuerzo por establecer acuerdos en una negociación que mantuviera a Astiazarán Gutiérrez dentro de las filas del tricolor, como se dice en la jerga política, orinando de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro.

Antonio Astiazarán, que hasta hace poco presumía ser el sonorense más cercano a José Antonio Meade decidió, después de las valoraciones correspondientes, irse del tricolor y buscar mejores oportunidades en el PAN.

Hasta antes de las cuatro de la tarde de ayer, la renuncia de Astiazarán al PRI tenía carácter de irrevocable, aunque su destino era incierto, pues su eventual incorporación como candidato del PAN al senado ni es una decisión tomada aún en la cúpula nacional de ese partido, ni cayó del todo bien entre algunos personajes del ámbito estatal.

La dirigencia panista en Sonora ha guardado un silencio sepulcral en relación a este tema, lo que hace suponer que hay negociaciones en curso. El propio Toño confió a este reportero que ha tenido contacto con gente del PAN, de MC y de Morena, pero que no tenía una decisión tomada.

Los servicios de inteligencia de El Zancudo lograron detectar que efectivamente, este viernes el guaymense presentará su renuncia al PRI y se incorporará posteriormente como cabeza de la fórmula blanquiazul al senado, llevando como segundo a Ramón Corral Ávila.

Esto, desde luego, hace levantar la ceja a más de un panista, que estarían asistiendo a un ninguneo de parte de la dirigencia nacional, que no se veía en ese partido desde hace 30 años, en aquel 1997 cuando Felipe Calderón como dirigente nacional mandó a Manuel Espino a Sonora a hacer y deshacer con las candidaturas.

El principal damnificado en un movimiento de esta naturaleza sería el propio Corral Ávila, que al ir como segundo en la fórmula, ya puede irse despidiendo de un escaño en el Senado. Pero también Luis Serrato, que venía empujando fuerte para aparecer en la boleta compitiendo por ese sitio.

Serrato declaró ayer que no veía más precandidatos que Corral, Temo Galindo y él mismo. Héctor Larios, por su parte, escribió en su cuenta de Twitter: Yo prefiero a Serrato o Temo, pero Toño es una persona de valor y valiosa, en cualquier espacio eres bienvenido en el PAN”.

Ahora bien, los panistas no son los únicos acalambrados por la eventualidad de que el priista guaymense los represente como candidato. En el tablero del PRI también se encendieron luces ámbar, pues la salida de Astiazarán no sólo significa la pérdida de un cuadro valioso, con experiencia y trabajo de tierra, sino que viene a sumarse a una serie de situaciones que volvieron complicado un proceso que, hace unos meses, nadie en el tricolor imaginaba que se fuera a descomponer de esta manera.

Una candidato presidencial que no levantó lo suficiente en la precampaña, un crecimiento inusitado de las preferencias por Morena en Sonora, la renuncia de Toño y el oxígeno que pudiera inyectarle a un panismo que estaba en la lona, así como el choque con el Yaqui Power en Cajeme replantean el escenario a 40 días de que comiencen las campañas.

De congruencias y lealtades ya ni hablamos. El pragmatismo de estos días en todos los partidos políticos los ha convertido en términos en desuso.

Por si algo faltara, reapareció el ex gobernador Eduardo Bours anunciando que no apoyará la fórmula del PRI al senado. Los pocos o muchos votos que el cajemense pudiera influenciar (o financiar), no pueden ser menospreciados en un escenario en el que las tendencias van cerrando las distancias entre los tres tercios.

El verdadero debate se encuentra en los recursos de los que deben echar mano los operadores de esos partidos, pero hacia adentro. La conciliación con los inconformes, la negociación que evite abrir más heridas y por consiguiente, disminuya los costos de cicatrizarlas, serán clave para arribar al 30 de marzo, día en que arrancan las campañas, en las mejores condiciones posibles.

El proceso electoral en Sonora, que hace tres meses parecía definido de antemano a favor de un PRI con posibilidades de ganar cómodamente la elección al Senado y la mayoría de las posiciones en disputa, ya no luce tan despejado.

Lo que suceda en estos 40 días de intercampaña será fundamental para conocer en qué condiciones saldrán a la palestra cada uno de los candidatos y candidatas. Por lo pronto, las cosas comienzan a ponerse sabrosas para los observadores del quehacer político en el estado.

Al filo de la media noche de ayer, trascendió la negativa de la comisión de procesos internos que preside el doctor Manuel Robles Linares Negrete, a modificar los términos de la convocatoria para la elección del candidato a la alcaldía del PRI en Cajeme, como lo había solicitado Abel Murrieta. Más chiltepín al caldo.

II

Ayer se registró como candidata del PAN a la alcaldía capitalina, Myrna Rea de López. En sus primeras declaraciones, transmitidas a través de redes sociales, la señora se vio titubeante y errática. No negó la cruz de su parroquia en el reconocimiento a su mentor, Javier Gándara Magaña: “Es un amigo de muchos años, que yo no lo voy a negar, me tocó trabajar con él, vi el gobierno tan eficiente que hizo y allí aprendí que yo podía hacer algo por Hermosillo”, dijo.

Y al preguntarle de la administración de Alejandro López Caballero puntualizó: “Fue una administración que nos dejó mucho a deber y yo quiero hacer algo mejor…”.

Y antes de que siguiera hablando, su staff interrumpió la entrevista y se la llevó.

Rudeza innecesaria, falta de tacto político o como quieran llamarle, pero el mandarriazo al ex alcalde deja claro que el panista sigue siendo el enemigo público número uno de los panistas, y que no le perdonan lo que aseguran, hizo o dejó de hacer para que la elección 2015 terminara con la estrepitosa derrota de Damián Zepeda a manos del Maloro Acosta.

Deja claro también que las posturas son irreconciliables, de manera que no sería extraño ver a López Caballero y su gente no sólo distanciados de la campaña panista, sino operando en contra de ella.

En su primera declaración como candidata, Myrna Rea se fue de boca y le atizó un poquito más de fuego a la hoguera de la división en el PAN, que particularmente en Hermosillo luce débil y sin perfiles de combate, salvo que sea combate contra ellos mismos.

Los esfuerzos para recomponer su imagen, como dejar fuera de la contienda a Javier Neblina, un cuadro sumamente desgastado y con demasiada carga negativa han sido buenos intentos para perfilar rostros más “ciudadanos” como Myrna Rea, pero si ésta insiste en dinamitar alianzas en lugar de tender puentes, no se le augura buen puerto.

Algunos dirán que con López Caballero ya está de más buscar acercamientos y tendrán su dosis de razón. Pero abrir desde el primer día la beligerancia y las hostilidades sigue pareciendo un acto de rudeza innecesaria, que sólo le da elementos al ex alcalde para justificar su distanciamiento.

Veremos cómo evoluciona todo esto.

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