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Se le descomponen a Morena, sus objetivos en Sonora.- Tiene información privilegiada de que el PRI no ha muerto y le urge desintegrarlo, por eso su complot contra Claudia Pavlovich.- Sabe que el enemigo a vencer en el 2021 no será Ricardo Bours, sino Rogelio Díaz Brown

Bernardo Elenes Habas

Se conjugan, desde ahora, factores muy interesantes que apuntan hacia el comportamiento del proceso electoral del 2021 en Sonora.

FBL-MEX-ARGENTINA-DORADOS-MARADONALos acontecimientos vividos en el estacionamiento de la Universidad de Sonora, el pasado 2 de marzo, durante la gira presidencial de Andrés Manuel López Obrador, abonan, sin duda, a esas percepciones.

Y, de entrada, dejan entrever la preocupación de Morena y del Gobierno de la República de lo que representa para ellos Sonora. Entidad a la que no dejan de observar (espiar), y corroboran día con día que el priísmo no ha muerto a pesar de los embates mediáticos a través de los cuales se pretende sepultar al tricolor estatal con el resto de sus siglas en la República.

Andrés Manuel López Obrador; Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; Yeidckol Polevnski, dirigente nacional de Morena, y por supuesto con la aportación de varios sonorenses como los senadores Lily Téllez, Arturo Bours Griffith; los diputados Javier Lamarque, Marco Antonio Carbajal Miranda, Ana Gabriela Guevara y el mismo secretario de Seguridad Nacional, Alfonso Durazo, más la información que aportan los diputados morenistas del parlamento local, permiten la elaboración de una radiografía exacta del comportamiento político, económico y social de la Entidad y sus regiones. Documento que está sobre el escritorio de sus jefes.

Y de esa información privilegiada, nace la desconfianza en Sonora, su gente, su Gobierno, estructura fundamentada en la idiosincrasia y en el sentimiento de lasAlfonso Durazo viable familias, las que políticamente podrían darle el primer revés a los objetivos de Morena fincados para el 2021, cuando le endilgarían la inicial derrota electoral y les demostrarían que no es verdad que tengan todo bajo control, que por el contrario, los errores que están cometiendo sus niveles de Gobierno, sus parlamentos, sus municipios, comienzan a deshacer la magia que brotó a partir del 1 de julio de 2018, y que se está quedando, solamente, en los signos del paternalismo social.

De esa información que poseen y de saber, también, que Morena no está actuando en los Municipios y en los Congresos locales como debiera porque aflora el apetito de sus tribus, es que se desprenden las desesperadas y grotescas acciones de las estructuras gubernamentales, buscando deshacer a gritos, abucheos o a través de redes sociales, lo que no pueden componer en los niveles dignos de la verdadera práctica política, del ejercicio democrático que arroje buenos gobiernos, respetuosos y republicanos, a pesar de que tienen todo para componer la navegación de su barco, pero que, sin duda, le apuestan a los vientos de fronda, de los que pretenden sacar ganancias.

Saben, pues, los prohombres de Morena y del Gobierno Federal, que en Sonora el priísmo no está muerto.

Ricardo Bours aspiraAsí se los están informando día a día.

Les dicen que la estructura del tricolor se fortalece después de la derrota del 2018, y que, pese a tener solamente cinco personajes encabezados por Rogelio Díaz Brown en el parlamente local, éstos les ha ganado batallas en varias ocasiones a la maquinaria guinda que no acierta a cohesionarse porque carece de ideología profunda y de visión de grandeza por Sonora.

Los informes más contundentes que están sobre la mesa de Sánchez Cordero y del mismo AMLO, es que el enemigo a vencer en el 2021 no será el millonario Ricardo Bours Castelo, quien ha visto diezmados sus activos políticos tras su renuncia al PRI, cargando sobre sus espaldas el estigma de traidor (él lo sabe, por eso trata de hacer crecer mediáticamente, ahora, sus objetivos políticos), sino que surge un joven carismático, ex regidor, ex alcalde de Cajeme, ex diputado local, ex diputado federal, a quien los ataques de los mismos Bours han posicionado más en lugar de desdibujarlo, como el próximo sonorense contra el que tendrían que enfrentar a Durazo, Lamarque, Taddei, Bours Griffith, Mariscal o Guevara en el 2021: se trata de Rogelio Díaz Brown, y no porque pretenda Claudia Pavlovich o Manlio Fabio Beltrones imponerlo, sino que el pueblo de Sonora lo aprecia, lo identifica, lo siente suyo. Se lo demostró en Cajeme cuando lo hizo alcalde con más de 100 mil votos históricos en 2012, tiempo en que el entonces gobernador panista Guillermo Padrés, apoyó con todo a Eloísa Flores García, que apenas alcanzó 46 mil sufragios.

Eso, por supuesto, se traduce en palabras mayores que ni AMLO podría detener, llegado el momento de la verdad.

Le saludo, lector.

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