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Muere Felipe Villarreal Madrid.- Crónicas para la historia (No. 87).- Era voz y guitarra del pueblo, padre del dirigente estatal de la CTM, Javier Villarreal Gámez.- En el Cincuentenario de Cajeme -1977-, participó en la grabación de la Rapsodia a Cajeme, con letra de Rafael Ángel Rentería y música de Ángel Minjárez. 

Bernardo Elenes Habas

Felipe Villarreal Madrid, era voz y guitarra del pueblo.

Nos presentó, hace 42 años, cuando Cajeme cumplía su primer cincuentenario como Municipio, el poeta Rafael Ángel Rentería González. Era alcalde el doctor Oscar Russo Vogel.

Y es que el Vate Rentería –mi amigo de bohemias y jornadas literarias- había escrito la letra de su Rapsodia a Cajeme, para significar los 50 años de la comunidad. Su historia. Su trascendencia. El futuro que se dibujaba, hace 42 años, en un horizonte luminoso. Pieza literaria a la que el maestro Ángel Minjárez Osuna, quien dirigía en ese tiempo al conjunto La Mancha, en el Motel Costa de Oro, había musicalizado, y Rentería González se había propuesta grabar en LP (disco de 33 revoluciones por minuto, de acetato), junto con otras piezas de su autoría, con música del también compositor José Manuel Franco.

La Orquesta Cincuentenario creada por Minjárez Osuna en el seno de la Academia de Música del Municipio de la que era director, ensayaba ya el contenido del promisorio disco, en las instalaciones de la Unidad Deportivo de la colonia Benito Juárez, donde tenía su sede.

Y en esos ensayos, lo recuerdo bien, estaba Felipe Villarreal Madrid, integrante del dueto Candilejas, coordinando el coro de voces de hombres y mujeres, que le daban esencia y hacían crecer la rapsodia, deslizando sus emociones como lluvia bienhechora, como agua proveniente del Río Yaqui, para imbuir vida y dimensión de espigas y luz al Valle prodigioso.

Javier Villarreal Gámez, hijo de Felipe, era apenas un jovencito de 19 años que iniciaba su carrera de Leyes en la Universidad de Sonora, y cinco años después se incorporaría a la CTM, para abrirse camino en la central obrera hasta llegar a su dirigencia estatal, donde su padre aportó esfuerzos con humildad.

Felipe colaboró siempre con las estructuras cívicas y de cultura de los Ayuntamientos, aportando su voz y su música, y una clara disposición para que las nuevas generaciones abrazaran el arte como semilla bienhechora, porque tenía claro que quien canta, quien toca un instrumento musical, quien divaga en el bolero, la trova, la balada, se llena el alma con las cosas bellas y positivas de la vida: el amor.

Por supuesto que el disco se grabó, precisamente en los Estudios de los Hermanos Almada en Huatabampo, con la Orquesta Cincuentenario dirigida por Minjárez, con los coros espléndidos conducidos por Felipe, cuyas voces cantaban así:

Para sentir la historia y el principio/ que creó al Indio Yaqui y a su valle/ diremos que son alma de un gran río; / como también Cajeme, el municipio/ que tiembla de pasiones, y al hastío/ sacude febrilmente, aunque estalle.

Los bien trazados surcos de su tierra/ parecen abanicos abiertos bajo el sol, /y concentran fulgor de los luceros/ en el Valle del Yaqui, que lo encierra, /para brindar al hombre sus esmeros/ fundidos con amor en un crisol.

Para quitarle al hombre desengaños, /Cajeme con pasión se ha dado tanto/ que el progreso en su cauce se desboca; / y en la lid o en la fiesta, en pocos años, / su fuerza y juventud luego la enfoca/ a crear una ciudad de pleno encanto.

Tu amalgama de hombres y de ideales/ al calor de los soles y las brisas/ borra el odio, dolor y mil resabios; / y al llevar su memoria a los anales/ puede ver, satisfecha, que tus labios/ dibujan rosas al brindar sonrisas.

Y al sentir con pasión todo tu brío, / y el valor de tu joven corazón/ hoy escoge cincuenta perlas bellas/ de gotas cristalinas del rocío, / y festeja con luz de las estrellas/ medio siglo en tu historia ¡Obregón!

En ese coro, amigo Javier Villarreal Gámez, está la voz de tu padre, y parte de su aportación que muchos desconocen para darle raíz y flor a la historia de Cajeme.

Que descanse en paz mi amigo el cantor Felipe Villarreal Madrid.

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