No sólo de pan vive el hombre. Es necesario, también, comer la fruta madura de la poesía. Beber el vino dulce de la canción, la música que se diluye en la sangre como un rumor de esperanzas… Hoy te ofrendo un poema, contenido en la página 29 de mi poemario Esta es mi canción. Es para ti
Bernardo Elenes Habas
La lluvia
de Dios sobre las calles.
Miro tras los cristales
tu figura sencilla.
Intento hablar,
pero no tengo voz.
Es como si todo
se volviera hacia adentro,
llenándoseme el alma
de pronunciar tu nombre.
remoja tus cabellos.
Su murmullo de siglos
se mete en tu silencio,
busca tus senos tibios,
besa tu vientre tierno…
Yo, tras los cristales,
envuelto en viejos ritos
de mis antepasados,
sólo alcanzo a mirar
que tú gozas la lluvia,
que te habla y le hablas,
que cantas su canción
y dejas que te explore
su pentagrama líquido…
La lluvia cae como el llanto
de Dios sobre las calles.
Miro tras los cristales
tu figura sencilla.
Me alargo como el viento.
Bajo por tus laderas
con el mar de tu cuerpo.
La lluvia cae,
moja cuerpos y calles
hasta que el sol revienta,
diluye tus arroyos,
te convierte en un sueño…