Poema de domingo.- Las palabras, los poemas, son agua de río que regresa a sus orígenes a través del milagro de la lluvia. Recién le digo a Rigoberto Badilla quien persigue recuerdos sin saber que éstos son parte del futuro, es decir, de la lluvia que cae como el llanto de Dios sobre la tierra. Y esa misma lluvia entrelaza a amigos mutuos en la vorágine de la memoria, como Luis Alfonso Valenzuela Segura, Daniel Delgado Saldívar, Reynaldo Badilla, Casildo Rivera, devenir del mismo río…
Bernardo Elenes Habas
LLUVIA
Llueve, y en los cristales
se alargan las miradas.
contra el húmedo día,
y la orfandad habita
detrás de la ventana.
La lluvia moja triste
mi corazón de tierra.
Un viento espeso, frío
sacude la mañana,
y los viejos fantasmas
desfilan por la acera.
Una canción antigua
desgrana sus ternuras
nacidas de profundas
y roncas soledades,
reavivando las penas,
encendiendo las dudas.
El tiempo pasa artero
sin pedir ni dar tregua.
La lluvia hiere, muerde,
ensombrece las almas,
y aparece la noche
con su guitarra dura…
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