Poema de domingo.- “Hablemos, pues, de los arroyos claros, de las flores del camino y de los pájaros de vida breve”, solía escribir Bartolomé Delgado de León, cuando coordinaba la sección editorial de Tribuna del Yaqui y publicaba diariamente sus columnas, a veces, llenas de poesía. Otras, cuajadas con su opinión brillante sobre política, pero todas, con el ingrediente, el sabor de su capacidad creativa.
Además de los espacios editoriales, Bartolomé dirigía La Cultura en el Noroeste (dejando constancia de que no sólo de la búsqueda del poder político, de la construcción de caminos y veredas para asegurar candidaturas y cargos de elección popular, vive el hombre). Suplemento literario dominical, donde colaboraban escritores y poetas de Cajeme y de Sonora, dimensionando la calidad de esa parcela de letras, como una de los mejores. Desafortunadamente ya desaparecida.
Hoy, con el recuerdo luminoso de Bartolomé -mi maestro y amigo-, acudo puntual a la cita con usted, lectora, lector, y le entrego una espiga de versos extraídos de mi poemario “Cantos de pescadores”, donde también dejo constancia de que no sólo de pan y política, vive el hombre:
Bernardo Elenes Habas
DE PRONTO ME DOY CUENTA…
De pronto, me doy cuenta,
que no tengo más armas
que mis cantos.
Que se me ha gastado
el corazón
en construir guitarras,
como barcas
que marchan de mis manos…
No tengo más armas
que la palabra amor,
con que me enfrento
al mundo.
La palabra justicia,
con que forjo
sólidos arpones.
La palabra paz,
que se convierte
en pedernal
para encender mis iras.
Así caminaré la tierra,
navegaré la mar,
olfateando
las huellas de la historia,
cuya garganta arroja
fuerte olor a sangre,
anunciando un nuevo ser,
uniformado de Hombre…
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