Crónicas para la historia (No. 61).- Promueven el rescate del Tomás Oroz Gaytán.- Un referente histórico que debe mantenerse vivo, señala el diputado Marco Antonio Carbajal.- Marcha para tomar simbólicamente el estadio construido en 1970 y en peligro de ser subastado por el gobierno de Claudia Pavlovich
Bernardo Elenes Habas
Brota la inquietud ciudadana en defensa del estadio Tomás Oroz Gaytán, de Ciudad Obregón.
La iniciativa es encabezada por el diputado federal, Marco Antonio Carbajal Miranda, conjuntamente con integrantes del Movimiento Social Ruta 5, y, por supuesto, promotores del deporte rey.
Ellos han programado para este sábado 9 de febrero –hoy-, una marcha pacífica que partirá a las 17:00 horas, desde la plaza Álvaro Obregón rumbo al TOG, por la calle Guerrero al poniente, donde lo tomarán, con una declaratoria cívica simbólica.
Ahí, alzarán la voz para exigir a la gobernadora Claudia Pavlovich que desista de su pretensión de poner en subasta una obra que, moral y sentimentalmente, es parte de la historia de la ciudad y de Cajeme, construida durante la administración gubernamental de Faustino Félix Serna, con la visión deportiva de futuro de su tesorero, Tomás Oroz Gaytán, cuyo nombre lleva el inmueble. Explicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador, sugirió, recientemente a la gobernadora Pavlovich, no vender los estadios (el Héctor Espino de Hermosillo, también está sentenciado), ya que se prevé, a mediados de año, poner en marcha un plan para regularizar a todos los trabajadores del sector salud, lo que propiciará apoyo presupuestario.
Informó el diputado Carbajal Miranda, que ya entregaron al alcalde Sergio Pablo Mariscal, un proyecto elaborado por un joven cajemense que estudia en la Universidad Autónoma de Nuevo León, y otro más, referente a la creación del Instituto de Beisbol. Ambos estudios, de lograrse, su mantenimiento sería
sustentable.
En dichos documentos se prevé utilizar los espacios para fortalecer el deporte en general, con énfasis en el beisbol, entre otros temas.
Primer paso, evitar su venta
El primer paso que se pretende dar con la marcha proyectada, es evitar la venta del “Coloso de la Guerrero”, como lo mencionaron. Y, por supuesto, será interesante constatar la capacidad de organización y respuesta de la sociedad en su conjunto para dejar constancia que debe tomársele en cuenta cuando se trata de poner en riesgo de demolición obras que son parte de un pueblo joven que apenas está forjando su historia profunda -91 años-; y que, de pronto, se encuentra con la sorpresa de que sus referentes señeros tendrían que desaparecer para saldar deudas de servidores públicos ladrones, como sucedió con el atraco sufrido durante la administración de Guillermo Padrés, por el Isssteson.
Ciudad Obregón, y Cajeme en sí, ha sido víctima de este tipo de acciones desconsideradas e irreflexivas.
Sucedió con la primera catedral, construida en 1930, de la que logró conservarse como único vestigio, la Torre del Campanario, gracias a un reclamo tardío de algunos feligreses que pidieron se les dejara dicha parte, cuando el resto del templo había sido arrasado. Esto en 1977.
Y, ¿cómo olvidar la Concha Acústica que era parte del llamado centro histórico de la ciudad? Más reciente, las escuelas Carlos M. Calleja, con 88 años, secundaria José Rafael Campoy, 83; Fernando F. Dworak, 74; Presidente Alemán, 71; Recursos Hidráulicos, 63? Estos nobles edificios que se constituían en parte del trazado históricos del rostro de la ciudad y su alma colectiva, cayeron el verano del 2018, porque, según las autoridades estatales, era un imperativo deshacerlas, debido a que sismos menores registrados ese año en la región, les habían causado daños estructurales.
Se precisa un proyecto integral
En la citada conferencia de prensa conducida por el diputado morenista Carbajal Miranda, expuse la importancia de que el rescate del TOG fuese más integral y no exclusivamente para jóvenes deportistas, que en sí, sería estupendo, sino que se pensara en un destino plural y colectivo sobre su futuro uso y remodelación, con oportunidades también para quienes tienen orientación y vocación por las artes y la cultura, sin olvidar una deuda acumulada en la sucesión de autoridades hacia las presentes y nuevas generaciones: Un museo que conserve y refleje las raíces históricas, el rostro de identidad de una comunidad asombrosa, pero llena de contrastes.
