Ramón Íñiguez Franco, hizo historia en Cajeme.- Fundó la Biblioteca Pública Municipal, creó los Juegos Trigales del Valle del Yaqui, promocionó la actividad cultural con singular pasión.- Hoy se cumple el tercer año de su muerte
Bernardo Elenes Habas
Si Cajeme no tuviera soñadores, como lo fueron Bartolomé Delgado de León, Jesús Corral Ruiz, José Leovigildo Guerra Aguiluz, Héctor Navarrete Dondé, Juan Eulogio Guerra Aguiluz, Micaela Castelo, Sara Acosta, María Mendívil, Moisés Vázquez Gudiño, Tomás Oroz Gaytán, más los de hoy y los que vendrán, la comunidad sería plana, sujeta a crear riqueza, a acumularla y a disfrutarla.
Pero afortunadamente hay quienes piensan, sienten y vibran diferente.
Uno de esos personajes, más contemporáneo, fue Ramón Íñiguez Franco, de quien hoy se cumple su tercer año de haber abandonado el Valle del Yaqui, que adoptó como suyo.
Periodista, escritor, poeta. Sin duda, un personaje singular en el universo que supo construir dentro de las actividades creativas y la promoción y difusión cultural.
“Cualquier día/ dejaré la herencia/ exclusiva de palabras/ en las paredes de la vida/ y te contaré la historia verdadera/ sin tristezas…”. Canta, con voz emocionada, el fragmento de uno de sus poemas contenido en su libro “Memoria a golpe de teclas”, publicado por el ITSON en 1985.
Y efectivamente la heredad para Cajeme, su gente, sus generaciones actuales y venideras, por parte de Ramón, fueron y son sus palabras. Sus poemas. Sus crónicas de caminos y distancia.
Pero, esencialmente, obras perennes como la Biblioteca Pública “Jesús Corral Ruiz”, donde su visión, aunada a la de su compadre Rodolfo León Manzo, quien luego de ser consejero de la Junta de Progreso y Bienestar, fue alcalde de Cajeme (1973-1976), se constituyó en raigambre que hizo y hace brotar, día a día, las ramas de sus sueños.
Grupo Cultural Siglo XX
Llegó al Valle del Yaqui, desde su natal Guadalajara, en 1968, con la juventud a flor de piel, ejerciendo su profesión de periodista, inicialmente en Tribuna del Yaqui.
Al poco tiempo, tuvo a su cargo la Unidad Deportiva de la colonia Constitución. Luego, en 1973, fundó la Biblioteca Pública Municipal, en el edificio que fuera sede de la Unión de Crédito Agrícola del Yaqui –UCAY-, esquina de Sonora y Guerrero, donde nació aquel Grupo Cultural Siglo XX, lleno de rebeldía y luz, en el que conjugábamos esperanzas de arte y cultura con raíces sociales María Gloria Carbajal Rascón, Jesús Antonio Salgado Figueroa, Rigoberto Badilla López, Daniel Delgado Saldívar, Luis Alfonso Valenzuela Segura, Ramón Cruz Cruz, Ricardo Nieblas Osuna, Antonio Fonseca Villa, José Manuel Franco Gámez, Luis Alfonso Othón, Horacio Soto Valencia, entre muchos poetas, músicos y compositores, que forjamos el alma del recinto, con ciclos de lecturas de poesía, audiciones musicales, obras de teatro.
Coordinó, posteriormente, sin dejar su labor en la Biblioteca, el trabajo editorial en el ITSON con la colección “Granos de trigo”, sembrando la cosecha de poetas regionales; le dió forma y vigencia a los “Juegos Trigales del Valle del Yaqui”; le entregó el entonces alcalde Francisco Villanueva Salazar, en el 2008, la presea de Ciudadano Distinguido de Cajeme.
Ramón llevaba en el pecho, como medalla luminosa, su amor por Sonora, por Cajeme, por Navojoa: espacio de nacimiento de su esposa, la poeta Magda Irma Palomares, con quien procreó una familia ejemplar.
Las literarias del Diario
Las páginas literarias de Diario del Yaqui, estaban revestidas de un singular esfuerzo y tradición.
El mismo Jesús Corral Ruiz, fundador de esa empresa periodística en 1942, procuró, siempre, un espacio para que la semilla de la poesía y la narrativa tuvieran parcela donde reventar sus espigas luminosas.
Coordinando esa sección brillaron con luz propia el mismo don Jesús, Bartolomé Delgado de León (la etapa más trascendente, porque sumaban esfuerzos en los Domingos Literarios, integrantes del Grupo Cultural Ostimuri creado en 1953-54, como Miguel Sáinz López Negrete, Bartolomé, Juan Eulogio Guerra Aguiluz, Alberto Santana, Jesús Grijalva, Herón Padilla, José L. Guerra Aguiluz, Jorge Lara Castellanos, Héctor Navarrete Dondé, Jorge García Sánchez, Gabriel Amézaga, Humberto Rodríguez Durán, Carlos Moncada Ochoa, Moisés Ortiz López.
Moisés, quien también se desempeñaba como reportero en el Diario, me entregó en 1983 los “Domingos Literarios”, mismos que resembré con diseños modernistas, bajo el título de “Taller de Literatura”. Surgieron nuevos creadores que fortalecieron tan importante espacio de letras, sueños e ideas, hasta 1993, en que vino a mi relevo Ramón Iñiguez Franco con una fortalecida bandera: “Quehacer Cultural”, que dirigió hasta su muerte en el 2016.
Desgraciadamente este suplemento se extinguió junto con la muerte de Ramón, de la anatomía vital del Diario, al ser vendida la empresa fundada por don Jesús Corral Ruiz, en diciembre de 2017.
También desapareció desde 1973, el suplemento “La Cultura en el Noroeste”, que comandaba Bartolomé Delgado de León, en Tribuna del Yaqui.
Dejando, la desaparición de ambos espacios representativos del periodismo cultural, a escritores y poetas cajemenses, sin papel y tinta donde publicar y entregar sin egoísmos las obras literarias que acumulan en sus archivos o en el horizonte de su creatividad desbordada.
Hace tres años murió Ramón, poeta de cuerpo y luz, a quien recuerdo con emoción y deposito en su memoria una flor de capomo yoreme.
Le saludo, lector.
