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¿Sacar las vías del tren del área urbana?.- Crónicas para la historia (No. 93).- Humberto Campos y vecinos del PO, lo plantean a las autoridades, en lugar de puentes elevados.- Se podría recuperar una amplia franja de terreno para dimensionar el arte, la cultura, la historia

Bernardo Elenes Habas

Humberto Campos Hernández, es un líder comunitario de larga trayectoria.

Está al frente del Club de Usuarios y Consumidores de Cajeme –CUCC-. Tiene, entre sus logros, haber sido fundador, en 1985, del tradicional Tianguis de la colonia México, que se instala jueves y domingos en la alameda de dicho asentamiento (calle Puerto de Ensenada y bordo del canal de riego).

Pasos a desnivel se unundan

Bien recuerdo –estuve ahí como reportero, para escribir la historia- que dicho sistema de comercialización popular fue inaugurado por el entonces candidato del PRI a la alcaldía de Cajeme, Sóstenes Valenzuela Miller; quien, luego, encabezaría el periodo municipal 1985-1988.

Fue, también, Humberto, dirigente municipal del Partido Verde Ecologista de México, hasta el 2012.

Hoy, la lucha respetuosa de Humberto, apoyando a familias de la colonia Benito Juárez –el populoso Plano Oriente, pues-, se encamina a un objetivo que viene planteando desde hace tiempo ante otras administraciones públicas: sacar del área urbana las vías del ferrocarril.

Se manifestó, silenciosa y respetuosamente, junto con amas de casa y padres de familia, durante la sesión de Cabildo del viernes 19 de julio, utilizando cartulinas con leyendas alusivas al viejo sueño de los habitantes del citado sector. Y, se les abrió espacio para ser escuchados en audiencia que tendrá efecto en el transcurrir de la semana.

Es razonable y visionaria la propuesta de Campos Hernández: integrar a la ciudad, sin trabas, el legendario asentamiento de Plano Oriente, núcleo del nacimiento de Cajeme, porque en esa área, entonces desierta, se construyó la Estación de Bandera que daría origen al Municipio y su cabecera, en 1907, prolongando las paralelas del tren desde Estación Esperanza, también recién fundada ese lejano año.

Volver un sueño en realidad

PO creciente del 48

Por supuesto que soñar no cuesta nada. Pero después de haber transcurrido 92 años de tan notable acontecimiento que marcó el surgimiento de Cajeme, sería trascendente que las vías férreas que dividen a la colonia centro, es decir Ciudad Obregón, del espacio donde prácticamente nació, fueran trasladadas hacia el libramiento Oriente recientemente concluido, dejando solamente algunas espuelas para el movimiento de Los Silos y algunas empresas agroindustriales, pero logrando el libre tránsito entre asentamientos, sin necesidad de pasos o puentes a desnivel.

Además, se observa la posibilidad de rescatar por razones de interés social, la amplia franja que quedaría libre de generarse un proyecto visionario encaminado a desplazar las vías, espacio que podría tener vocación para constituirse en referente luminoso donde se magnificara el proceso de nacimiento y desarrollo de Cajeme, precisamente desde Estación de Bandera 1907; Congregación, 1923; Comisaría, 1925; y posteriormente Municipio, 1927.

PO, colonia que se inunda

Los vecinos liderados por Campos Hernández, expresan también su preocupación por las inundaciones en la colonia Benito Juárez, cuando hay lluvias copiosas, ya que el desfogue de las aguas es impedido precisamente por las vías en su trazado de norte a sur.

Por supuesto que antiguos habitantes de dicho asentamiento, recuerdan la llamada “Creciente del 48”, cuando se abatió un fenómeno inusual con el temporal denominado “equipatas”, lluvias tradicionalmente ligeras que se presentan durante el invierno, pero que en 1948 iniciaron su pertinaz abatimiento desde finales de noviembre, extendiéndose día y noche hasta mediados de enero de 1949, inundando principalmente al Plano Oriente, dañando las áreas de cultivo del Valle del Yaqui y colapsando la economía de la región en general.

Hay quienes recuerdan aún, la forma en que tuvieron que trasladar el cadáver de una mujer que se velaba en su domicilio cercano a las vías, al panteón Guadalupe (viejo), en improvisada balsa sobre tambos aceiteros de 200 litros.

Vale la pena soñar en grande, para bien de Cajeme y sus habitantes. Considerando que en ese sueño podrían involucrarse y mostrar su visión de grandeza por el Municipio que representan, los diputados locales y federales, y por supuesto los senadores.

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