PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow
Bernardo Elenes Habas

Un mes de la Patria enlutecido.- Tiempo en que debería honrarse a las víctimas de la pandemia, pero el Gobierno de la República presiona para que la noche del Grito se simbolice con antorchas, como metáfora de unidad y lealtad, valores muy discutidos y deteriorados en esta hora.

Bernardo Elenes Habas

Inicia el mes de la Patria.

La de Hidalgo, Morelos, Juárez, Villa, Zapata.

Espacio heredado por los pueblos originarios, cuyas raíces, tradiciones y cultura, alcanzan a florecer a pesar de la ignominia arrastrada por los tiempos, en el devenir de la historia.

Esa Patria que a estas alturas, no es vista ni reconocidas sus luces y la sangre derramada de sus hijos en un contraste interminable de heroísmos anónimos, por la clase política aberrante, ambiciosa, sedienta de poder, sin importar formas, principios y dignidades.

Inicia para México y los mexicanos, un tiempo de reflexión que obliga a desandar caminos, ahora más que nunca, cuando sus habitantes transitan por el filo de la muerte, ante inesperados contagios de una pandemia que asesta su golpe despiadado al mundo, a la humanidad indefensa.

Sin embargo, los valores nacionalistas sinceros, no los desplantes patrioteros resaltados por el maquillaje frívolo de los discursos, o la intención de tremolar banderas con un grito de independencia enlutecido por miles de muertos debido a la pandemia -junto con la destrucción económica-, cuyas estrategias para contrarrestarla se diluyeron en el cinismo político.

No obstante esos flagelos, las intenciones teatrales de la 4T en el sentido de que los ciudadanos se reúnan la noche del 15 en el Zócalo, frente a Palacio, portando antorchas simbolizando que la luz del patriotismo y la lealtad son inextinguibles, aunque la realidad grita desaforadamente que dicha ceremonia forzada sería ensombrecida por el abandono manifiesto contra el pueblo, el que, sin embargo, ahí estará, al caer las sombras, con su luz en las manos, rindiendo honores no a la Patria y a sus héroes, sino a AMLO, porque tácitamente él lo ha pedido, para aparecer en el balcón de Palacio, junto a su familia.

Qué lamentable tratar de simbolizar el bienestar de un pueblo dolido, con coreografías mediocres, por parte de quienes exigen que otros países y gobiernos que hayan hecho daño a México y a sus hijos pidan perdón, cuando debieran, el día de la Independencia, declararlo tiempo de luto nacional, con una oración laica, sincera, universal, ofrendada desde el espíritu de los mexicanos, hacia las almas de quienes no debieron -y no querían- ser tentados por la muerte.

Mientras se toman, desde Palacio, esas decisiones caprichosas para conmemorar la Independencia, en el Congreso de la Unión, los diputados del partido Oficial -el de AMLO-, Morena, dan una cátedra de avasallamiento, demostrando que la palabra empeñada para cumplir acuerdos entre iguales, no debe honrarse, sino destruirse, ya que antes que la dignidad de quienes conforman la clase política, está por encima mantener la supremacía, sin importar formas y fondos, porque el poder ciega y envilece. Como sucede ahora, como ha sido siempre.

Le saludo, lector.

Comentarios