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Las infecciones agudas de vías respiratorias son procesos inflamatorios de la mucosa respiratoria desde la nariz hasta el árbol respiratorio, es decir, hasta los pulmones. Se presentan con malestar y numerosos síntomas que se sobreponen, tales como dolor de garganta, tos secreción nasal y malestar general. Pero, para el paciente en la consulta “usualmente” es importante que el médico prescriba siempre antibióticos, pero ¿Son necesarios?

Existen diversos estudios al respecto. La probabilidad de prescribir antibióticos aumenta conforme el médico tiene más años de haber egresado de la carrera; en 1997 se prescribía antibióticos para infecciones de vías respiratorias en 50% de los casos, en 1999 bajó a 40%. Los médicos familiares prescriben más antibióticos que los internistas; en Estados Unidos, la probabilidad de recibir antibióticos para una infección respiratoria es 70% mayor si el paciente es atendido por un médico familiar. Un dato sin explicación franca es que en ese país los pacientes hispanos tienen 80% menor probabilidad de recibir antibióticos para infecciones de vía respiratorias que los blancos no hispanos. Para un catarro común los antimicrobianos o antibióticos no están indicados en este cuadro clínico. Los Centers for Disease Controlde Estados Unidos consideran que el uso juicioso de antibióticos en infecciones respiratorias podría evitar aproximadamente 50 millones de prescripciones de antibióticos al año. Una revisión sistemática del British Medical Journal, no encontró evidencia de eficacia con los antibióticos en el catarro común, considerando la tasa de curación, la reducción de los síntomas o la frecuencia de complicaciones. En cambio, los analgésicos y antiinflamatorios son útiles para aliviar el dolor de garganta, frecuente en rinofaringitis. La duración normal de las infecciones respiratorias, normalmente es de dos a siete días, y en general los pacientes mejoran a los 10 días, pero la tos persiste en niños y adolescentes por más de dos semanas, independientemente del tratamiento y siempre y cuando no se complique. El promedio de estos cuadros es de seis al año en niños que acuden a guarderías, es decir, es mayor el contagio frecuente. Desde 1962, ensayos clínicos controlados han mostrado consistentemente que los niños con catarro común tratados con antibióticos no mejoran más que los niños tratados en forma sintomática, es decir, con puros analgesicos. Un elemento importante en la prescripción de antibióticos en infecciones agudas de vías respiratorias es la expectativa del paciente, cuyo conocimiento es importante para dar la explicación adecuada. Además, a mayor número de consulta se tiende a prescribir más antibióticos innecesarios, precisamente por la presión de un paciente “que cree necesitarlos”. Pero no siempre se obtienen beneficios con los antibióticos, es decir, tienen sus indicaciones, pero también tienen sus riesgos. Las desventajas de prescribir antibióticos son el riesgo de alergia, de interacciones y la mayor probabilidad de sufrir neumonía por resistente a antibióticos. En el terreno psicosocial, se reduce la habilidad del individuo adulto para cuidar por sí mismo sus enfermedades que aliviarán por si solas en cuestión de tiempo con sus propias defensas, tal como el catarro común. Los médicos de práctica privada prescriben antibióticos generalmente para este problema pues creen que los pacientes así lo desean o tendrán más consultas si no los prescriben; además, resulta más rápido prescribir que explicar la razón por la cual un antibiótico no es necesario. Haga la prueba con su médico. Sin embargo, la satisfacción del paciente depende más de la actitud del médico que muestra interés y que proporcione seguridad. 

La racionalidad del uso de antibióticos se basa en que son capaces de destruir o inhibir el desarrollo de ciertos gérmenes, los cuales a su vez son agentes causantes de determinado cuadro clínico. Como cada paciente concreto que atendemos puede no corresponder a los estudiados en un momento dado, la racionalidad descrita podría ayudar a escoger el mejor tratamiento antibiótico posible, cuando sea necesario. ¿Cuándo entonces necesito antibióticos? Existe herramientas útiles con indicadores clave para los médicos de las diversas especialidades, donde surge la importancia de las Guías que serán sin duda de vital importancia para el médicoen su práctica diaria. Pero no, estimado paciente, no siempre requerirá de antibióticos en la consulta, por el contrario, podría ocasionarle daños colaterales y graves.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

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