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Mensajes

Gilberto Armenta

¡presidente, presidente!

Andrés Manuel López Obrador ya es presidente de México y los discursos que ofreció, uno ante los diputados en el recinto legislativo, y otro ante sus simpatizantes en el zócalo capitalino, tienen dividida la opinión.

   El primero, expuesto en el congreso, fue la continuación de su campaña electoral, pero bien puede considerarse como un desesperado llamado a sus diputados y senadores, para que le ayuden a cumplir el compromiso que tiene con los 30 millones que votaron por él, y callar las voces de los otro 70 que no lo hicieron. El segundo, dictado en el zócalo, no es más que el maniqueo que nadie como él convierte en la perfecta retórica política con la que sabe manipular al pueblo.

    La tan esperada protesta como presidente, ahora sí, legitimo de México, fue como esos acostumbrados carnavales llenos de parafernalia propagandística que le salían tan bien al PRI y al PAN, juntamente con el PRD y el resto de los partidos satélites. Pero que cree, ¡Morena los superó con creces! Y es que el acto de la entrega del bastón de mando – a nombre de 68 etnias nacionales – fue a vista de muchos un momento genial, y al juicio de otros, uno innecesario que solo alguien como el ahora presidente en funciones se atrevería a protagonizar.

   Si se toman los dos mensajes arriba descritos, y se suman al del tiempo del copal y las plumas coloridas, se podría augurar un sexenio predeciblemente complejo, desalentador y extraño, además de sui generis, que ya es mucho decir. Lea usted.
Ante los diputados, el presidente mexicano hizo sentir que, de inicio, su política se basará en las culpas al pasado porque no lo dejan avanzar. Ante sus simpatizantes dio a entender que estará permanentemente basada en la auto conmiseración, y ante los chamanes exhibió que la suerte de México estaría a merced de “dioses” superiores.

   Jamás, en una solo línea pronunciada, se escuchó al estadista ofreciendo ya no una plataforma electoral, sino un plan de gobierno a corto, mediano y largo plazo. Tampoco al que ofreciera ya no promesas que arrancan aplausos y vítores, sino proyectos capaces de corregir o reforzar el rumbo de México. Ni siquiera al que llamara no a la crucifixión política, sino al dialogo y consenso de todas las fuerzas políticas en la nación.

   Fue tan vacío en su discurso, que no se afirmó en el liderazgo al llamar a sus propias estructuras a trabajar de la mano con el resto sin importar la ascendencia partidista, antes mal, desaprovechó esa oportunidad para decir que solo responderá por su hijo menor de edad ante señalamientos o acciones de corrupción.

   Si bien es cierto que el sexenio de la cuarta transformación apenas inicia, y que como cualquier político mexicano merece Andrés Manuel al menos el beneficio de la duda, la percepción generalizada es que las cosas no empiezan del todo bien. Ahora vienen los tiempos de ser gobierno, pero los que ya entraron parece seguir empecinados en ser oposición.

    Y, ¿que hay de Sonora respecto a eso? En este estado la curvatura de las cosas políticas tiene diferentes matices. Por un lado, los diputados en el Congreso local están tan desgastados en su ejercicio legislativo, que más le conviene trabajar en apego al diálogo y la conciliación no digamos con el gobierno estatal, sino con quien habrá de asumir la super delegación sonorense, a quien no le han entregado buenas cuentas que digamos. En ese mismo sentido, Jorge Taddei Bringas no tiene más que hacer lo mismo, ante el “mal bandazo” que le podría perjudicar el desaseo de la bancada morenista en el congreso, que sigue confiando en asesores que no les ayudan. En la misma línea, las alcaldías de Sonora ya entendieron que por más revolucionarios que sean, ocupan de una sana e institucional relación con los otros dos poderes de gobierno. Y si le suma usted que la gobernadora Claudia Pavlovich, mujer política de oficio al fin, ha sabido tocar puertas y abrir espacios en la federación, se podría augurar que, en este fronterizo estado, podría aplicar mejor que en ningún otro la estrategia de abrazos y no balazos. ¡Que asi sea!

Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16

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