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No vamos a abundar más sobre el título de estos Entretelones, ya que sólo pretendemos ilustrar cómo encontró al gobierno de Andrés Manuel López Obrador la convocatoria al paro nacional de mujeres el próximo 9 de marzo.

Embebidos en sus fantasías populistas, distraídos en las catilinarias mañaneras y sumisos, atentos a las instrucciones de arriba, la nomenclatura del lopezobradorismo ha sido incapaz de dar y entender una interpretación realista de esa convocatoria.

A partir de teorías conspirativas y paranoicas obsesiones que día a día recrea el presidente desde su púlpito mañanero, la convocatoria que tomó forma a través de un “hashtag” y que ahora luce incontenible, ha generado un desgarriate en los altos mandos de la 4T, revelado sus mezquindades, sus limitaciones intelectuales y su endeble catadura moral.

Ha habido de todo. La descalificación a priori del mismo tabasqueño adjudicando a la derecha conservadora dicha propuesta; la veleidosa actuación de la protagónica no primera dama, que en pocas horas pasó de apoyadora al paro nacional, al rechazo y a hacer propuesta a la inversa; a los dislates de autoridades menores de MORENA que se arrastran en la genuflexión indigna, y hasta neofeministas que justifican su rechazo al paro, invocando la importancia de su trabajo para el futuro de Sonora o de México, entra otras estupideces.

AMLO y la 4T, como el Tigre de Santa Julia

Por eso decimos que los agarraron como al Tigre de Santa Julia y no han acabado de obrar, porque luego de la reculada de doña Beatriz Gutiérrez, otras de sus pares menores han tenido que hacer lo mismo, así como las y los incondicionales y tradicionales queda bien, cuyo compromiso no es con las mujeres ni con los ciudadanos, sino con quienes consideran escalones que hay que cuidar para ascender en política o al menos mantener la chamba.

Increíble el que algo con tan elemental sentido de justicia y de paradigmático sentido táctico y estratégico sea rechazado por quienes se supone accedieron a instancias de gobierno a través de la lucha social y que ahora consideren que un paro de más de 22 millones de mujeres no es la vía para que se visibilicen los altos índices de riesgo que enfrenta la mujer mexicana, su importancia en el contexto económico nacional y vía de presión para que se emprendan acciones más decididas para su protección.

Por supuesto que habrá quienes desde partidos políticos traten de lucrar con esa protesta o paro, está en sus genes y lo raro del asunto, es que MORENA, a través de sus dueños, en lugar de sumarse para ver que raja le saca al asunto, escoja la vía del boicot y el esquirolaje, aunque algo más tendrán que hacer, porque se están quedando patéticamente solos, frente a la suma de tantas y tantos, hombres y mujeres, instancias de gobierno e instituciones de todo tipo que se suman a la convocatoria.

Vamos a reconocer que nos sorprendió el rechazo al paro de la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas y más que nada la inconsistencia de la justificación, aunque eso sí, congruente con la reculada de la mujer del presidente y con el activismo choricero de la Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, cabecillas del esquirolaje presidencial en contra de las mujeres de México.

Toma tu apoyo: Beatriz Gutiérrez 

De inicio, la gobernadora Claudia Pavlovich anunció que las mujeres que prestan sus servicios en la administración estatal están en plena libertad de sumarse al paro, con el compromiso de que no habrá descuento en su cheque de nómina y así lo han anunciado y comprometido instituciones educativas, organismos autónomos y organismos de profesionales, a sí como gremios del sector privado.

El Colegio de Notarios, la UNISON, ITH, UES, Comisión Estatal de Derechos Humanos, Congreso del Estado, Tribunal Estatal Electoral, Instituto Estatal Electoral, Supremo Tribunal de Justicia, medios de comunicación, organismos empresariales, sólo para mencionar a algunos, han dejado a sus empleadas mujeres en libertad de sumarse el paro.

Distinto a otras, la gobernadora Pavlovich fue congruente con su larga trayectoria de compromiso en defensa de los derechos de la mujer y de toda esa diversidad de políticas públicas emprendidas durante la actual administración estatal para su protección y para su empoderamiento, congruencia que también hay que reconocer de la diputada federal, Lorenia Valles Sampedro, al hacer público su suma al paro, aunque habrá qué ver si se mantiene.

Hay quienes sostienen que nada tienen que hacer instancias de gobierno en esa convocatoria, ya que en todo caso hacia ellas está dirigida la ira y la frustración, toda vez que las responsabilizan por falta de protocolos de protección, omisiones en los mismos, fallas en los procesos de procuración de justicia y ausencia de políticas públicas efectivas para eliminar la cultura machista.

Célida López

En efecto, porque lo menos que deben hacer es dejar en libertad a todo el sector femenil de su nómina para que decida de sumarse o no, sin riesgo de sanciones administrativas, e incluso, lo menos que pueden hacer es reconocer como genuina esa lucha, a la vez de alentar y externar solidaridad, en lugar de incurrir en la estupidez esa de cuestionar la legitimidad de dicha convocatoria y pretender polarizar ahora a mujeres contra hombres a la ya de por sí polarizada sociedad mexicana, por obra y gracia de las mañaneras.

Un día de paro es un lapso muy corto como para dramatizar consecuencias en lo individual y por eso no es excusa para alegar compromisos 24×7, frente al impacto que en lo colectivo significará el que más de 22 millones de mujeres, que representan el 40 por ciento de la fuerza laboral del país se quedan en casa, así como el impacto de la ausencia de esas millones de niñas, adolescentes y jóvenes que tampoco saldrán a la calle el lunes 9 de marzo.

El contexto no puede ser más claro: de los 125 millones que habitamos a este país, el 51.8 por ciento son mujeres, que de acuerdo a datos del INEGI y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 10 de ellas son asesinadas cada día, con información cierta respecto a que en lo que va del año, ya han sido muertas 73, en tanto que en el 2019, los feminicidios fueron mil 10.

Mil 10 feminicidios en un año o 73 en lo que va del 2020, pudieran lucir como cifras modestas frente a los casi 40 mil asesinatos en la guerra del narco el año pasado o el promedio de casi cien diarios en lo que va del presente, pero en el caso donde las víctimas son mujeres o niñas, el impacto es exponencial en el ánimo popular, por su indefensión, por la crueldad, por su dramático entorno y demás.

Claudia Pavlovich

Otro caso es la retorcida paranoia del presidente López Obrador que todo lo circunscribe a conspiraciones en contra de su gobierno, que el neoliberalismo, que la derecha, los conservadores, manos negras, en el marco de un yoyismo estúpido que lo mantiene distante de la realidad, faltando sólo que reclame a las víctimas el que se hayan dejado asesinar solo con el fin de dañar a su imagen.

Pues tienen 15 días para operar el boicot y esquirolaje en contra del paro, con el riesgo de que si insisten en promover el encono y la polarización, no sólo sean mujeres las sumadas a esa demostración y lo que hasta ahora es una convocatoria contra la violencia machista, se concentre en el objetivo más visible: la falta de empatía e incompetencia de López Obrador.

Es por todo lo anterior, que urge que ya salgan de ese privado espacio donde la leyenda dice que agarraron al Tigre de Santa Julia y si no van a apoyar el paro de mujeres, cuando menos no estorben ni emprendan acciones de confrontación o bien, quédense ahí donde están sentados.

En mejor onda, la administración de la gobernadora Pavlovich ratifica su condición como la mejor evaluada a nivel nacional por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en cuyo informe anual 2018, el monto observado del gasto programable, más las participaciones federales, en Sonora, se redujo al 0.1 por ciento.

Lorenia Valles

A partir de ejercicio fiscal del 2016, esa ha sido la tendencia como resultado de diversas acciones y políticas públicas en materia de rendición de cuentas, transparencia y esa honestidad en el servicio público que supervisan y vigilan de forma por demás estricta, la misma gobernadora y el contralor Miguel Angel Murillo Aispuro.

El mismo Murillo Aispuro informó que en el informe anual que entregó la ASF a la Cámara de Diputados sobre el gasto federalizado programable más las participaciones federales de la cuenta pública de 2018, Sonora se ubicó en el primer lugar, con el menor monto observado con el 0.2 por ciento, muy por debajo del 7.9 por ciento que es la media nacional.

Miguel Angel Murillo

Miren, en lo que respecta al gasto federalizado programable de la cuenta pública de 2018, el cual contempla los fondos federales que llegan etiquetados a la entidad, Sonora queda en primer lugar con el 0.2 por ciento observado del total de la muestra auditada (mismo que ya fue atendido), mientras que el promedio nacional es del 3 por ciento.

Sabemos que las comparaciones son chocantes, pero se vale contrastar el monto observado respecto de la muestra auditada de la cuenta pública de 2013 que superó el 13.2 por ciento, respecto a la disminución hasta el 0.2 por ciento en el ejercicio fiscal del 2018 o sea, la gobernadora cumple con una de las más importantes asignaturas y compromisos asumidos el 13 de septiembre del 2015.

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