Lamentable e inexplicable la actuación de la bancada de MORENA en la legislatura Sonorense, que contrario a elemental sentido común y contrario a las convocatorias de solidaridad frente a los efectos del coronavirus en la entidad, votaron en contra de la reasignación de 520 millones de pesos, de los mil 300 millones de pesos de crédito que en el presupuesto de ingresos aprobaron en diciembre pasado.
Perdidos en grillas baratas y en asesorías lunáticas, ocho representantes de ese partido en la entidad dejaron patente su falta de empatía hacia el pueblo de Sonora, aunque hay que agradecer que sólo sean una minoría, porque a fin de cuentas y como en la democracia las mayorías mandan, el gobierno estatal tendrá la solvencia financiera necesaria para proteger la salud y la vida de la gente amenazada por la pandemia que azota a la humanidad.
La bancada morenista recurre a mentiras al pretender su voto en contra a la propuesta presentada por el grupo parlamentario del PAN y respaldada por los grupos parlamentarios del PRI, PES, PT, Panal y representaciones parlamentarias del MC y del Verde, así como tres de sus integrantes que se niegan a hacer el ridículo e ir a contracorriente de olas necesidades ciudadanas.
Han sido dramáticos los intentos de justificación de parte de algunos pretendidos voceros de esa bancada quienes como en calca han subido el tema en sus redes sociales, ya que obvio no tienen capacidad para hilar ideas tan complicadas y por eso, por ejemplo Gricelda Soto y Norberto Ortega fueron sacados al baile por sus asesores, solo para exhibir su mal simulada ignorancia.
Hasta abusones se han visto diputados de otros grupos parlamentarios en sus respuestas a tan pobres posicionamientos y argumentos que de inicio pretenden dejar de lado que el recurso aprobado es parte de lo que ellos aprobaron al dar trámite a la Ley y presupuesto de Ingresos del 2020, tal como lo pusieron en claro Gildardo Real y Alejandra López Noriega, así como Rogelio Días Brown y Fermín Trujillo, entre otros.
Incluso, en el viaje pueril de quienes ahora se comportan como el perro que hizo y no le gusta el olor a lo que hizo, se subió la diputada Lorenia Valles, de quien nos extraña el que esté tan desinformada y lo peor, que a partir de falacias abra la boca en contra de un asunto de tan elemental necesidad, porque como ya se le explicó con peras y manzanas, sus contlapaches en el congreso local nunca presentaron la cantaleteada propuesta de reasignación de dos mil millones de pesos del presupuesto normal estatal para este año, y hacen bien en no presentarla, porque más mal se verían.
De plano el coronavirus saca lo peor de las personas y lo más paradigmático es que sean quienes alardean de ser representantes populares, pero cuya supina ignorancia los hace caer en las redes de dogmáticos asesores movidos por trasnochados radicalismos, llevando a sus asesorados a que votaran en contra de la adquisición de insumos indispensables para evitar la expansión de la pandemia.
Y lo que son las cosas, porque a penas este miércoles ya tarde se dio a conocer que por fin y luego de varios meses en el limbo, el gobierno federal cubrió el pago del Estadio Héctor Espino y ahora el gobierno estatal dispone de casi 312 millones de pesos para enfrentar la contingencia, así como para fortalecer el fondo de pensiones del ISSSTESON con 140 millones de pesos, en tanto que 60 millones de pesos irán para Seguridad Pública.
O sea, en función del impacto que aún está por verse del Covid19 en Sonora, a lo mejor hasta ni se requiere la totalidad del monto autorizado por el Congreso del Estado, con la posibilidad que como ahora el presidente anda aventando millones para arriba, también pague lo correspondiente por el estadio Tomás Oroz Gaytán en Ciudad Obregón.
Por cierto, a fin de cuentas, no fue tan buena la noticia respecto a que el ayuntamiento de Hermosillo recibiría de la Federación 500 millones de pesos para obras de vialidad, principalmente para bacheo, al quedar dentro de un programa de inversión con un monto global de 25 mil millones de pesos para distribuirse en 50 ciudades del país.
Pues no todo el gozo se fue al pozo, pero si buena parte de la delirante felicidad que generó entre autoridades y no pocos ciudadanos, ya que finalmente el monto que será enviado para combatir la pandemia de baches en la capital sonorense, solo será de 150 millones de pesos, que ciertamente no son pocos, pero que por lo pronto están por debajo de los 189 millones de pesos que como precio base se había puesto para subastar el Cárcamo, propuesta que no dude usted tiene mucha vigencia luego de las cuentas mochas presidenciales.
Por lo demás, valga recordar que fue a partir del 13 de marzo cuando en Sonora, autoridades municipales y el gobierno estatal emprendieron diversas medidas para prevenir la expansión del contagio del Covid19, como lo fue la suspensión de clases; cierre temporal de empresas no esenciales; restricciones de movilidad, limitando reuniones a un máximo de 10 personas e incluso toques de queda aplicados por algunos ayuntamientos.
Mientras eso ocurría en esta entidad, la Secretaría de Educación Pública definía que la suspensión de clases sería a partir del 23 de marzo; se autorizaba la celebración del festival Vive Latino; desde la Presidencia se argumentaban motivos económicos para mantener empresas y comercios en operación y se insistía en que el límite de reuniones era hasta cinco mil personas.
Contradictorio e incongruente aquel llamado a la Jornada Nacional de la Sana Distancia del subsecretario Hugo López Gatell, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador se exhibía relajado, feliz y activo promotor para que la gente saliera a comer en familia a restaurantes y fondas, además de repartir besos, abrazos y mordiscos por doquier, en abierto sabotaje a los esfuerzos que desplegaban en contrario Estados y Municipios, así como la propia Secretaría de Salud Federal.
Es por lo anterior que resulta por demás chocante el que ahora López Obrador pretenda hacerse pasar por el coadyuvante principal y factor fundamental en esa responsabilidad y solidaridad ciudadana que muchos mexicanos asumimos para protegernos, así como de los buenos resultados obtenidos hasta ahora por las medidas tomadas por gobiernos estatales y municipios, para mitigar y contener la expansión de la pandemia.
Lo cierto es que al menos en Sonora, ese rústico oportunismo nada tiene qué ver en que se mantenga plana y estable la línea de contagios, hasta ahora, o sea, lo logrado es a pesar de López Obrador y del gobierno federal; el primero por su negligente frivolidad que mantuvo hasta los últimos días de marzo y el segundo por su tardía reacción y falta de previsiones ante lo que sabían era irremediable.
Los anteriores párrafos derivan de la obligada chamba de al menos consultar fragmentos de la misa mañanera desde Palacio Nacional, en donde nos enteramos de un surrealista cronograma, que a ojo de buen cubero, deja ver un optimismo surrealista a partir de prospectivas cuya línea de tiempo es un mes, cuando a la vez se reconoce que aún no entramos en lo más álgido de la pandemia, tanto en lo referente al número de contagios como de defunciones.
Siempre hemos reconocido la alta capacidad de representantes de la 4T para formular planes y proyectos y para arrastrar el lápiz en diseños de panoramas y escenarios exactos a los deseos del presidente que como consecuencia están sumamente alejados de la realidad y en ese sentido López Gatell está por rebasar en dicha asignatura al Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, cuyas elucubraciones rimbombantes y retórica grandilocuente han resultado un fiasco en el terreno de los hechos.
Al menos en ese caso, los desbarres y ocurrencias implican efectos mortales entre criminales, en mayor medida, en tanto que en materia sanitaria, esos chorizos mañaneros fundamentados en opiniones de corte científico, ponen en riesgo la salud y la vida de miles de mexicanos, solo por el apuro presidencial de reactivar la actividad económica, escolar y social del país y hacerse pasar como el prócer que en menos de un par de meses derrotó al coronavirus.
Ojalá tengan razón y que a pesar de la escalada de contagios que se esperan en las siguientes dos semanas en todo el país, en esos 979 municipios hasta ahora con baja intensidad o sin contagios, se mantengan así, a pesar de la tendencia en otros países del mundo que señala todo lo contrario., quedando la percepción que todos esos municipios que hoy aparecen en verde o amarillos, tiendan a colorearse de rojo.
Por supuesto que si se mantiene el rigor e incluso se incrementa ese rigor en las restricciones de movilidad; el cierre de accesos de gente ajena a municipios limpios, así como la aplicación estricta para que personas en manchas urbanas más grandes se mantengan en casa, esa meta puede ser factible de conseguir al menos en lo que se refiere a Sonora, ya que como se sabe, las previsiones tomadas a tiempo y la estrategia formulada por la gobernadora Claudia Pavlovich están funcionando, y por eso la velocidad de contagio en esta entidad es menor que la incidencia nacional.
Vamos a ver que tan certeros son los pronósticos palaciegos tan optimistas, que se resumen que para el 17 de mayo, o sea dentro de un mes, la actividad escolar, comercial y laboral podrá reanudarse en casi mil municipios del país y para el 1 de junio todo habrá concluido, quedando solo la necesidad de mantener cuidando a personas de alto riesgo.
Y esa fantasía discursiva choca con la advertencia del mismo López Gatell que amenaza con endurecer, en hacer más enérgicas las sanciones contra quienes no acaten las restricciones e incluso reconoce que se nos acaba el tiempo, además que tal positivismo también resulta incongruente y contradictorio ante la actitud defensiva del presidente que aún insiste en confrontar, en polarizar en seguir en campaña panfletaria en contra de “sus adversarios”, muy distinto a prácticamente la mayoría de los líderes mundiales, quienes se mantienen en una interacción que invita a la unidad y a la concordia entre el pueblo y sus sectores.
Y como decíamos en Entretelones pasados, en Sonora se atienden todos los frentes de la contingencia sanitaria, porque ya ve Usted lo ocurrido en la videoconferencia en la que la gobernadora Claudia Pavlovich platicó con productores del sector agrícola, ganadero, acuícola y pesca de la entidad en función de la importancia que tiene la incentivación de la actividad primaria productora de alimentos en estos tiempos.
Acompañada de Jorge Guzmán Nieves, titular Sagarhpa, la mandataria detalló que el sector agroalimentario en la entidad, realiza una actividad esencial y estratégica en la producción de alimentos ante la pandemia del Covid-19 y por ello anunció el Programa Emergente de Estímulos para el Desarrollo del Sector Agroalimentario con una bolsa de 50 millones de pesos.
