Un escorpión le pide a una rana que lo ayude a cruzar el río, prometiendo no hacerle ningún daño, ya que si lo hacía, ambos morirían ahogados. La rana accede, subiéndolo a sus espaldas, pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Esta le pregunta incrédula: “¿Cómo has podido hacer algo así? Ahora moriremos los dos”, ante lo que el escorpión responde: “No he tenido elección; es mi naturaleza”.
Ese “no he tenido elección; es mi naturaleza”, es el irrebatible argumento para considerar como irremediable el discurso de odio que destila en forma cotidiana el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, aún en las horas de mayor incertidumbre a causa de los efectos de la pandemia por el Covid-19 y la crisis económica ya encima, debido a sus torpezas y administración sectaria, excluyente.
Estuvimos abiertos a la esperanza de que luego de poco más de un año de trompicones, ocurrencias e improvisaciones, a partir de febrero pasado López Obrador aprovecharía el monumental reto de la contingencia sanitaria para unificar a la nación, pero no, el contagioso virus potenció sus mitomanías, efecto lógico entre sociópatas, para desparramar, epítetos, vituperios y calumnias a diestra y siniestra.
Como el escorpión de la fábula del primer párrafo, está en la naturaleza del presidente la exclusión, el sectarismo y la división, el reduccionismo de ver todo en blanco y negro y en sus discursos siempre brota el odio, en el marco de una rústica y estúpida dialéctica que lo ha llevado a compartimentar a los mexicanos entre buenos y malos, entre ricos y pobres, en función de su muy retorcido clasismo.
Resulta frustrante el que mientras México y los mexicanos enfrentamos las horas más oscuras de nuestra historia, tengamos a un presidente sin visión de estado, obsesionado en revanchas, en medidas a contracorriente de lo que en otros países han aminorado los efectos de la contingencia sanitaria, a partir de concepciones anacrónicas sobre la economía y sobre todo, en el manejo de pandemias.
El ejercicio del poder envileció a López Obrador y todo indica que dicha condición es irreversible luego de no rectificar el rumbo de acuerdo a la urgencia de unificación nacional debido al Covid-19 y la escalada de contagios y muerte que está dejando, y es más, todo indica que en las semanas que siguen se exacerbará el odio presidencial, independientemente a como se desarrolle la emergencia sanitaria.
Cada vez más resulta una tortura escuchar los mensajes del presidente, en los cuales se entremezclan sus evidentes ignorancias, sus rústicas interpretaciones de la realidad y sus frívolas fantasías, con sus posados gestos empáticos, y su recurrente y obsesiva tendencia a la confrontación clasista.
No por nada, hasta las empresas encuestadoras más cercanas a su régimen ya lo colocan en franco declive en la aceptación popular, que en lugar de hacerlo recapacitar, lo ha llevado a asumir actitudes de reto y a sostener contra todo pronóstico sus faraónicos proyectos de inversión a todas luces innecesarios frente a las necesidades de salud y para la reactivación de la economía e incluso hasta alcahuetear evidentes actos de corrupción, nepotismo e influyentismo entre sus cercanos.
Notable la ausencia de serenidad y templanza en el tabasqueño, quien ante la menor provocación arremete contra conservadores y neoliberales, contra artistas, deportistas y particularmente contra periodistas y medios de comunicación, mostrándose irascible ante cualquier cosa distinta a sus dogmas, y ya son comunes en él esos gestos torvos que no prospectan nada bueno para la república cuando las dificultades escalan a mayores
Así las cosas, resulta irremediable que así como lo ha hecho a lo largo de su gestión, en las siguientes semanas y meses veamos a López Obrador como el escorpión, que pica insistentemente a México, porque simplemente está en su naturaleza, sin importar los daños qué él y el país reciban.
En mejor onda, tal como lo dijimos en los anteriores Entretelones, este sábado la gobernadora Claudia Pavlovich concretó la gestión para incorporar a todos los municipios de la entidad y a alrededor de 270 mil familias a los beneficios del subsidio al consumo doméstico de energía eléctrica.
Debido a la pandemia, la estratégica y batallosa gestión de la mandataria se mantuvo en segundo término para efectos mediáticos, en un ejercicio que nunca como ahora tuvo obstáculos luego que desde el 2016 lograra incorporar a los 33 municipios que faltaban para aplicar la tarifa 1F, y por eso la firma de los convenios correspondientes con la CFE y la Secretaría de Hacienda se llevaron a cabo un día después de la entrada en vigor de dicho subsidio.
Ese logro es una magnífica noticia para la generalidad de los sonorenses y sus beneficios se prolongará hasta el 31 de octubre, impacto que se potencia debido al obligado confinamiento social con motivos de la emergencia sanitaria, ya que si así con clima más o menos agradables la gente no acata restricciones de movilidad, mucho menos lo haría en medio del tórrido verano sonorense dado los demandantes costos inscritos en el recibo de la luz.
Como se sabe, la reducción de los costos en los recibos son considerables y por eso con ese subsidio podemos encender los aparatos de refrigeración sin el Jesús en la boca, destacando que también se logró que mientras dure la contingencia sanitaria, no se aplique la tarifa De Alto Consumo que afecta a usuarios de comunidades fronterizas.
Como ven, no pudieron ser mejor invertidos esos poco más de 504 millones de pesos que se estima el costo que tendrá dicho subsidio y es de reconocer que a fin de cuentas la gobernadora pudo imponer en mandos de la CFE y de Hacienda, una lógica de elemental humanidad, a pesar de la tradicional mezquindad y falsa austeridad que campea en Palacio Nacional y lugares circunvecinos.
Y como si dichos beneficios fueran por obra y gracia del llamado gobierno de la cuarta transformación y no de una secuela de gestiones desde hace muchos años y particularmente desde el 2016, no faltan oportunistas al estilo de la diputada federal Lorenia Valles Sampedro, quien cual su costumbre celebró como propio un logro de una gestión para la cual no movió un dedo, ni antes ni en esta ocasión.
En lugar de atribuir logros a lo tonto, mejor debería aplicarse para apoyar una propuesta que desde fines del 2017 empuja la gobernadora Pavlovich con el fin de que la CFE y el Gobierno Federal hagan permanente ese apoyo para los sonorenses y se evite el desgastante proceso de negociación y gestión que ocurre cada año y así evitar los riesgos que por alguna ocurrencia o berrinche en Palacio Nacional esos convenios no se concreten.
A esa señora le da por celebrar decisiones y definiciones en las que no tiene participación alguna y atribuirlas a entes ajenos pero acomodados a sus conveniencias mediáticas, como cuando en el Congreso del Estado se suspendió el proceso legislativo de la reforma electoral, saliendo con la tontería que eso había ocurrido por el apoyo a MORENA del pueblo de Sonora y no por falta de consensos en la comisión dictaminadora.
Bueno, en dicha estupidez no estuvo sola, porque cual troles, personajes de esa improvisada organización política en la entidad, inundaron las redes sociales con ese enfoque oportunista con fines de manipulación.
Por cierto, a pesar de las resistencias del oficialismo morenista, no descarte Usted que haya acuerdos en el Congreso del Estado para llevar al pleno algunos puntos de esa suspendida reforma electoral, como son los casos de la reducción de los tiempos de campaña; incorporar la foto de candidatos a la gubernatura y a diputados locales de mayoría a las boletas electorales, así como a reconocer a más de un candidato independiente para que en municipios y distritos, participen en la elección a alcaldías y a diputaciones locales.
Risibles las pretensiones de acotamiento y condicionamientos expuestas por el tontuelo expadrecista ahora patiño de Morena, Héctor Raúl Castelo, mejor conocido por el remoquete de “El Pollo” en el bajo mundo de la política cajemense, quien sus reconocidas limitaciones intelectuales le impiden saber que en el Congreso del Estado las mayorías mandan y si hay los indispensables consensos, antes del día último de mayo al menos esos puntos serán aprobados, así como otros que no son de su agrado.
Hasta por sentido común la bancada de MORENA debería sumarse a esas reformas que a diferencia de la segunda vuelta no requieren de modificaciones constitucionales y además, es cuestión de entrarle a los detalles de la propuesta para también incluirlos, sobre todo, los referentes para que el Instituto Estatal Electoral sea más eficiente y oportuno en su gestión.
Mientras tanto, a pesar de que Sonora no es de las entidades donde el coronavirus tiene el mayor impacto, la Secretaría de Salud opera una estrategia bajo perspectivas extremas y por eso este domingo Enrique Clausen anunció que un hotel en Hermosillo ya es un centro COVID, en donde personas sin seguridad social contagiadas, con dificultades para mantenerse aisladas en sus casas, podrán llevar sus cuarentenas sin riesgo de esparcir el virus.
De la misma forma, servirá de resguardo para el personal sanitario que está al frente de la batalla y quienes por su trabajo pueden ser fuente de contagio para sus familias, con lo cual se aporta una fuerte dosis de certidumbre y seguridad para ese ejército que está a cargo de cuidar nuestra salud y vida.
Otra buena noticia dominical es la que dio la gobernadora para que estudiantes de primaria ya hasta licenciatura que no tengan conectividad de internet, dispongan de un estímulo gratuito de mil pesos para contratar conectividad de internet con el fin de que sigan su preparación académica en línea en tanto se mantiene la suspensión de actividades escolares.
Serán cinco mil estímulos educativos que pueden ser solicitados en la página del Instituto de Becas y Crédito Educativo,www.becasycredito.gob.mx/, organismo que además amplió este mes de mayo, el período de gracia que se aplica desde marzo para que estudiantes acreditados no tengan que cubrir los pagos correspondient4es a sus créditos contratados.
Y la falta de abasto suficiente de cerveza por parte de las empresas que fueron consideradas no esenciales, ha causado severa crisis en el masivo público consumidor de ese producto y que ante el menor asomo de posibilidades de disponer de ese ambarino y delicioso líquido, este viernes y sábado abarrotaron puntos de venta, sin importar restricciones para protegerse del Covid-19.
Se puso bueno el debate respecto a los porqués se limita el consumo de un producto tan arraigado en la idiosincrasia del sonorense, a través de medidas, que en lugar de abonar a condiciones más placenteras al aislamiento social, se derive en situaciones de alto riesgo y tengan efectos contrarios a los que se pretende lograr, esto es, aminorar la velocidad de la expansión de la pandemia.
No tenemos a la vista ninguna reacción de las autoridades, a excepción de los retobos que con justa rezón externó la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, que permitan prospectar que se pondrá remedio a dicha carestía, que en todo caso corresponde a las empresas cerveceras reanudar sus procesos de producción y distribución y que el gobierno federal así lo permita, porque por lo pronto el mercado negro hace de las suyas, así como el acaparamiento con propósitos especulativos.
