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Lo ocurrido al PRI en el pasado proceso electoral en Sonora fue catastrófico y revertir ese desastre constituye el mayor reto de orden genérico para la nueva dirigencia encabezada por Ernesto de Lucas Hopkins y Kitty Gutiérrez.

Así como en los comicios del 2018, en los del 2021, “El Pato” y “La Kitty”, así como aspirantes a puestos de elección popular, dispondrán del plus de una administración estatal de excelentes resultados que encabeza su compañera de partido Claudia Pavlovich, ese que obviamente no se reflejó en los resultados de la pasada elección.

Incluso, la citada mancuerna al mando del CDE priista es parte del saldo trágico que dejó el llamado tsunami AMLO, ella con su frustrada pretensión de reelegirse como diputada local y él como derrotado candidato a la Alcaldía de Hermosillo, aunque en descargo de ambos, así MORENA hubiera postulado a un cerdo, guajolote o cacatúa, ante ellos de todas formas hubieran perdido por las altas expectativas generadas por la oferta del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador y el hastío ciudadano.

El caso es que la nueva dirigencia priista en Sonora es parte de ese saldo trágico de la pasada elección y por ello podría estar más que motivada para establecer las mejores condiciones para la revancha en el 2021, ya que se supone que será la encargada de la socorrida renovación de partidos cuando son sacudidos por saldos nefastos.

Roberto Ruibal 

Por supuesto que en estas situaciones es recurrente acudir a la irrebatible sentencia que señala lo infructuoso que resulta emprender soluciones iguales a problemas distintos, que en los tiempos modernos puede resumirse con un más de lo mismo, y evitar tal eventualidad debe ser el principal reto a vencer por el extitular de la SEC.

Mediática la expresión y propósito de hacer del PRI un partido más revolucionario y menos institucional, esfuerzo que también pretendió el antecesor en la dirigencia, Gilberto Gutiérrez Sánchez y en efecto, tal como lo manifestó “El Pato”, debe ser chingón regresar a una responsabilidad luego de su inconclusa gestión luego que sorpresivamente fue relevado por Roberto Ruibal, sustitución que a fin de cuentas derivó en que consiguiera un escaño en San Lázaro como diputado federal.

No estuvimos en el ritual de unción partidista de este sábado, pero como sea, estuvimos muy atentos a su desarrollo, con reportes que se supone son muy alentadores al conjuntarse en el auditorio Plutarco Elías Calles toda esa diversidad de liderazgos y factores del poder priista de la entidad, sin que tengamos idea si tales presencias significan propósitos unitarios y de rectificación de prácticas verticales cupulares que han resultado funestas.

Buenos los propósitos expuestos por el nuevo dirigente para llevar a cabo la invocada renovación: tomar riesgos; tener pasión en lugar de arrebato; cambiar la costumbre por la innovación; ser valientes, pero no bravucones; ser unidos pero no sumisos; no confundir la lealtad con el entreguismo ni hacer de la prudencia una temeridad; tener convicción en lugar de fanatismo, y ser menos institucionales y más revolucionarios.

Claudia Ruiz Massieu

Se trata de recuperar la confianza de la gente, lo cual es una tarea monumental y que para lograr tan caro anhelo deberá emprender activismos inéditos y atípicos en función de lo que se entiende eso de ser menos institucionales y más revolucionarios, fórmula que podría funcionar muy bien en su interacción con gobiernos de otros partidos políticos, que en el caso del del Estado, será en todo caso una alianza con la sin duda primera priista de la entidad.

Por cierto, muy buenas las intervenciones de la mandataria estatal y de la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, la primera subrayando su compromiso con Sonora y con los sonorenses mediante un programa de gobierno comprometido con la justicia social y atenta en el cumplimiento de sus compromisos de campaña, así como su compromiso con la transparencia y la honestidad.

Y la segunda, excelente su pintada de raya ante las torpezas e improvisaciones, ejercicio faccioso y de confrontación, así como la irresponsable embestida del gobierno de López Obrador en contra de las soberanías de los Estados, discurso contundente de oposición a la llamada cuarta transformación.

En fin, bueno el evento sabatino priista, en el que valga destacar la evocación patrimonialista del nuevo dirigente al citar que “la tierra es de quien la trabaja”, en alusión a quienes desde ya procuran candidaturas para el aún medio lejano proceso electoral del 2021, lo cual para muchos significa que de manera formal ya se dio el banderazo de salida.

Ernesto Gándara y Ricardo Bours

Por cierto, por ahí dos de los aspirantes confesos a la gubernatura, Ernesto Gándara Camou y Ricardo Bours Castelo y otros no tan confesos pero que pudieran estar en la polla, como es el caso del secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, Rogelio Díaz Brown, Natalia Rivera, entre otros y otras, y por cierto, en el abundante material gráfico divulgado, no vimos por ningún lado a la senadora Sylvana Beltrones, aunque ella ya se deslindó de dicha pretensión.

Pasaron lista de presente la mayoría de exdirigentes de ese partido, así como los exgobernadores Eduardo Bours Castelo y Samuel Ocaña García, sin que hayamos divisado a Manlio Fabio Beltrones, aunque más tarde vimos un retrato del de Villa Juárez junto a De Lucas Hopkins, en el que se supone es un ritual y parte de las reglas no escritas por esos rumbos que definen mandos y rutas.

Por ahí también el gabinete estatal en pleno; los 36 alcaldes priistas; diputados y exdiputados locales y federales, además de los dirigentes del Panal y del Verde Carlos Sosa Castañeda y del Verde Ecologista, Luis Mario Rivera, respectivamente a quienes “El Pato” trató con especial deferencia al reiterarles lo valioso que representa para el PRI seguir trabajando en alianza.

La vamos a dejar de este tamaño hasta que tengamos oportunidad de echar la platicada con nuestro amigo “El Pato”, siempre y cuando restituya puentes de comunicación con este común mortal, luego de inopinado silencio a lo largo de meses pasados.

Miguel Ernesto Pompa Corella

Es que mientras los del PRI establecen bases para su renovación, de mal en peor las cosas por rumbos de la cuarta transformación, destacando el lapidario posicionamiento de la citada dirigente nacional del PRI, quien en su discurso en el ceremonial priista y en declaraciones a la prensa, subrayó que López Obrador sólo requirió de 40 días para demostrar que carece de proyecto constitucional, democrático ni moral y que más bien lo que muestra es una buena abundancia de ocurrencias, improvisaciones e inexperiencias que tienen a los mexicanos en la incertidumbre.

Lo de la guerra declarada al huachicoleo y sus efectos ya es el lugar común de cualquier plática y la verdad es que les va muy mal, ya que las cantaletas mañaneras del presidente tienden a quedarse en cerrados círculos del poder federal y la chairiza cada vez se ve más impotente para justificar lo injustificable, frente a la creciente percepción popular respecto a la evidente incompetencia para operar el combate al robo de combustibles.

En Sonora, quizás porque la gravedad del problema aún no nos alcanza, luce agazapada la caterva de apoyadores incondicionales de hasta las flatulencias de su mesías, y la verdad lucen inocuas y timoratas las manifestaciones sobre el tema que por ejemplo se avientan en redes sociales el super delegado Jorge Taddei y la alcaldesa de Hermosillo, Célida López y la neta, gracia hacen al dar la cara.

Jorge Taddei

Y en el curso de esta semana se adiciona un nuevo tema a los avatares de los mexicanos, porque el miércoles hay sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados para dar trámite a la creación de la Guardia Nacional, cuando se supone que ya López Obrador logró el apoyo de los 333 votos necesarios para militarizar el combate a la inseguridad pública.

En las negociaciones para cooptar votos a favor, se concedió a la oposición el que ese cuerpo militar sea conducido por un civil, lo cual resulta una quimera como elemento que destierre en los hechos de que serán soldados quienes suplan incluso en tareas de prevención a las policías municipales, faltando solo que asuman responsabilidades de tránsito.

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