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Muy difíciles estos días para el ejercicio del periodismo, con multiplicados riesgos por la crispación de una sociedad cuyo principal componente, las mujeres, registra creciente revuelta en busca de su reivindicación y que constituye codiciado botín para los oportunistas de siempre.

El vandalismo feminista llegó hasta Hermosillo e irrumpió de la forma más sonora posible, ya que distinto a la tradición en la Ciudad de México, donde esa faceta de la violencia de género se concentra en contra de monumentos históricos y establecimientos comerciales, acá que se manifestó en su máxima crudeza en contra de uno de los Poderes del Estado.

Reconocemos que en el abordaje de este tema estamos en el filo de la navaja y sujetos a reacciones dogmáticas e igualmente confusas de quienes a la par que cuestionan la violencia en contra de la mujer y condenan la impunidad de perpetradores, recurren a la violencia prácticamente de forma indiscriminada con plena impunidad.

Ya es clásico el argumento y justificación: los edificios y las cosas materiales dañadas o destruidas se pueden reparar, repintar o reponer, no así la vida de las víctimas de la violencia de género, para a partir de esa perspectiva, dar manga ancha a grupúsculos representativos del feminismo machista que promueven el odio de género y el diente por diente, como si todos los varones fueran feminicidas.

Wendy Briceño Zuloaga

De lo ocurrido el domingo por la tarde resumimos nuestra postura: deben seguir tomando las calles, deben seguir exigiendo acciones de protección a instancias de gobierno, deben seguir enojadas, pero que eso no se traduzca en barbarie ni en actos de violencia, ni en pretextos para que personajes al estilo de la diputada Wendy Briceño Zuloaga, emprenda campañas de linchamiento en contra de representantes de medios de comunicación a partir de sus obsesiones privadas e ignorancias públicas.

No se vale tirar la piedra y pretender esconder la mano, para que desde un seguro entorno hacerla a la titiritera moviendo sus piezas en coordinación con instancias de su partido y de gobierno, operando estrategias de provocación con el fin de boicotear y deslegitimar la convocatoria al paro nacional de mujeres del próximo 9 de marzo.

Increíble la sinrazón y capacidad para el insulto de esa señora cuando sus limitaciones intelectuales le evitaron ver más allá de las fosas nasales frente a un comentario de la más pura esencia feminista posteado por un periodista a través del tuiter, y lo peor, hasta a este reportero se llevó entre las patas al echarnos al costal de la misoginia a partir de que en alguna ocasión ejercimos el derecho a defendernos frente a ofensas en contra de nuestra familia de parte de una mujer, que ahora es su compañera de partido y antes también lo fue en el PAN.

Como decíamos, estamos en el filo de la navaja al abordar este y otros temas, ya que en estos tiempos sobran quienes pretenden dar lecciones o dictar reglas de cómo ejercer nuestro derecho de informar y sobre todo como ejercer nuestra libertad de expresión, con el riesgo de que extremismos dogmáticos como los de esa diputada federal monotemática, sean la vía para agresiones directas en nuestra contra.

Célida López Cárdenas y su tuiteo

Como sea, la barbarie como concluyó la marcha de ayer deja un mar de contradicciones, un difuso descorrer de tendencias, unas que descalifican todo y otras que justifican todo y proponen ir mas allá; otras que diseccionan la buena y mala fe, se deslindan de la violencia unas, en tanto otras prometen más, abundando además diversas teorías de lo que estuvo detrás de esa movilización.

Vamos a concretarnos a informar de toda esa variedad de información recibida, presunciones y elucubraciones a partir de que no pocas de ese medio centenar de jóvenes que arrasaron con la planta baja y media del Poder Judicial y pintarrajearon todo a su paso, se encontraban operadoras y activistas cercanas a la citada diputada federal, algunas ligadas al ayuntamiento de Hermosillo, instancia de gobierno que aportó un buen contingente a esa marcha y quizá por eso quedó inmaculada fachada del palacio municipal, distinto a otros espacios públicos.

Esas evidencias derivaron en oportuno deslinde de parte de la misma presidenta municipal, Célida López Cárdenas, quien vía redes sociales destacó primero “la participación de cientos de mujeres libres en Hermosillo que lo hicieron de forma pacífica”, para luego exigir que se debe investigar el vandalismo y saqueo para proceder jurídicamente. “Por respeto a la mayoría que participó pacíficamente, es urgente que se esclarezca quiénes fueron las responsables”, posteó la alcaldesa.

Y decimos que es oportuno ese deslinde, ya que se divulga la percepción de que la marcha dominical fue aprovechada para dar una respuesta a la decisión de la gobernadora Claudia Pavlovich para que personal femenino de su administración no tenga descuentos de nómina si decide sumarse al paro nacional de mujeres el 9 de marzo próximo, o sea, una probadita del boicot y esquirolaje contra esa convocatoria al paro nacional por parte de la 4T, solo que se les salió de las manos.

Francisco Gutiérrez

Pero contrario a la exigencia de la alcaldesa, no vemos ni percibimos intenciones del Estado de judicializar o criminalizar esos hechos criminales, que en efecto fueron perpetrados por una minoría con razón o sin ella y más bien todo indica que prevalecerá la impunidad que tanto cuestionan, aunque como bien dicen por ahí, una cosa es la impunidad y dar manga ancha a delitos por daños materiales y otra por el asesinato de mujeres, que valga decirlo, en Sonora no es el caso.

Bueno el posicionamiento y aguante de vara del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Francisco Gutiérrez Rodríguez, a cuya sede le cargaron la mano las trogloditas y que sin embargo no perdió la serenidad y entereza al señalar que las reclamantes se equivocaron de ventanilla y aclarar que al ser delitos que se persiguen de oficio, no interpondrá denuncia alguna.

Todavía a media mañana de este lunes del Día de la Bandera se evaluaban los daños, que entre otros, está el saqueo y robo de electrónicos y computadoras, además de la destrucción de mobiliario de oficinas y quema de expedientes, todo porque por políticas de austeridad, el timer cumplió con el horario fijado para el apagado de luces de dicho inmueble durante los fines de semana.

Lo mejor de todo es que a pesar de la agresividad y violencia de esas féminas, el personal de guardia de ese inmueble ni elementos de distintas corporaciones cayeron en abiertas provocaciones y la verdad es que sabe a quien se le pudiera ocurrir ya no enfrentarlas, ni siquiera dirigirles la palabra o una mirada a esas energúmenas, porque la neta es que ni remotamente podrían estar en riesgo de sufrir violencia machista, sino al contrario.

Producto de la ira, frustración… y troglodismo.

Por ahí rolaron versiones respecto a que la multicitada diputada federal se trajo de la Ciudad de México a algunas invitadas con el propósito de mostrar a las feministas locales cómo se deben hacer las cosas, pero indagaciones acá y allá no dejan nada claro al respecto.

Y qué mejor que distinto a hechos en la Ciudad de México, acá elementos de distintas corporaciones aguantaron y no cayeron en provocaciones ante agresiones verbales y retos, manteniéndose a la expectativa y en espera a que se calmaran los ánimos e incluso por ahí hizo una ronda de supervisión el titular de Seguridad Pública, David Anaya Cooley, también expectante ante lo que ocurría, pero sin instruir ninguna intervención.

Patidifusa la posición del PAN, cuyo dirigente estatal para no variar optó por el oportunismo, mientras otras voces influyentes de ese partido, además de reconocer el derecho de manifestación y reclamos que hacen las mujeres, cuestionaron los actos de violencia e hicieron señalamientos respecto a la intervención del ayuntamiento de Hermosillo en dicha movilización y barbarie, como es el caso de la diputada Alejandra López Noriega.

Sobra decir que tanto los posteos de la alcaldesa como de la diputada del PAN fueron objeto de intenso troleo con abundantes descalificaciones e incluso insultos, lo cual se les agradece, ya que distrajeron a esa masa anónima de cuachas que también le da por emprenderla en contra de este espacio.

Alejandra López Noriega cuestiona

Por lo demás, buena la bronca en que anda el diputado excampeón del mundo del boxeo, Orlando “El Siri” Salido, quien fuera filmado como participante de un pleito por fuera de un antro de Ciudad Obregón, en donde un guardia de seguridad privada resultó bastante perjudicado.

De acuerdo a las imágenes que rolaron en redes sociales, obvio que el legislador y aspirante a la alcaldía de Cajeme, andaba hasta atrás o sea ahogado de borracho, aunque vamos a aceptar, pero sin conceder que no fue él, sino que el agresor fue su cuñado, pero de que andaba bien pedo eso que ni qué, ya que sólo hay que ver como cae al dar una patada al portón de acceso al antro.

Orlando “El Siri” Salido

Pues en esas anda quien es promovido como candidato a la alcaldía por parte del PT e incluso con una alianza con MORENA, aunque a decir verdad, esos desfiguros e intemperancias no son nuevos, ya que como se recordará, también al punto briago y amanecido fue detenido luego de robarse de una tienda de conveniencia un doce de cerveza.

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