El militante del PRI de rancio abolengo, Manlio Fabio Beltrones, extendió inesperado aval a la hipótesis de MORENA, del gobierno de la cuarta transformación y en síntesis, del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto a la existencia de intenciones golpistas de fuerzas conservadoras y de derecha “rancia disfrazada de sociedad civil”.
Quien el 20 de junio del 2016 renunciara a la dirigencia nacional del PRI luego de que ese partido perdiera 7 de 12 gubernaturas en disputa y marcara el descenso en preferencias electorales que hicieron crisis en la elección del 2018, hizo gala de equilibrismo alllamar al presidente a frenar el discurso de confrontación que utiliza todos los días, cuando divide al país entre liberales y conservadores.
Hemos estado revisando distintos despachos informativos que abordan esta protagónica irrupción a la luz pública del exgobernador sonorense y sus contenidos resaltan el tradicional alud de razonamientos para destacar la importancia de la lucha democrática como garantía de gobernabilidad, lo que desde nuestra perspectiva y en resumen, para Beltrones, el principal adversario actual del PRI, no es MORENA ni el gobierno de López Obrador, si no la rancia derecha conservadora enmascarada de sociedad civil.
Incluso, alertó que esos movimientos golpistas es lo peor que le pude estar sucediendo al país y recomendó a los actuales liderazgos de su partido alejarse de tales estrategias y en su lugar buscar acuerdos políticos que ayuden a poner fin a la polarización del país, a fin de garantizar la gobernabilidad democrática a nivel nacional.
Acepta sin embargo, que el actual gobierno tiene una fortaleza que le hará enfrentar excesos y “grandes tentaciones, incluso algunas de carácter autoritario y ante ello, que además ya ocurre, exhorta al PRI para que utilice la política como el instrumento para acabar con la confrontación, “sin que importe la resistencia que enfrente en el Congreso de la Unión y cualesquier otras instancias”, ¿?.
La cereza del pastel del llamado a la pasividad priista frente a los excesos del gobierno morenista, lo es sin duda la recomendación, que contrario a quienes buscan quitar ahora al presidente, “que llegó por la vía democrática de forma contundente”, poner en tela de juicio su permanencia en el cargo, debe ser hasta el 2022, mediante la figura de la revocación de mandato.
Planteó una fórmula bastante enredosa para que el PRI se reencuentre con las simpatías ciudadanas, la cual asegura no debe estar concentrada en la lucha en contra de los partidos políticos o de un partido político y menos en una lucha en contra de López Obrador, a pesar de que lo consideren malo, “si no fijar posiciones, distintas quizás, a las que tiene el Presidente, pero también argumentarlas bien, porque es lo único que va hacer reencontrarnos con la gente, con los ciudadanos”. ¿Le entendieron?
En fin, ya veremos cuál es la reacción presidencial y sus corifeos respecto a este inesperado aval a sus teorías conspirativas y que valida además el contumaz clasismo de López Obrador, cuya visión en blanco y negro ya dividió a los mexicanos en los liberales que lo apoyan y la derecha conservadora que lo cuestiona, así como lo dijo el político sonorense, quien tampoco ve al parecer, que en esos dos segmentos hay quienes no son de esa derecha de rancio abolengo sino ciudadanos con todo derecho a manifestarse en contra de los efectos de las corruptelas e incompetencias de la 4T, y esos son los más.
Pero por lo visto, desde la perspectiva beltronista dichos segmentos no son útiles para el PRI ni los requiere para nutrir su militancia o ganar sus simpatías y por eso los deslegitima y los mete al costal de la “derecha golpista enmascarada de sociedad civil”, en lo que a ojo de buen cubero resulta un sonoro espaldarazo al discurso excluyente, clasista y de confrontación de López Obrador.
Pues algo mejor que sacar a Manlio del baúl de los recuerdos deberán hacer los del PRI para que la gente voltee a verlos, que en el caso de Sonora al menos no se observa la condescendencia recomendada por el exgobernador, con un Ernesto de Lucas Hopkins contestatario que se crece al castigo o el ejemplo de Iris Sánchez Chiu, quien como dirigente de ese partido en Hermosillo, tampoco es dejada.
Independientemente de dichos distractores, difícil situación enfrentamos los mexicanos cuando ya nuestro país está en el top-5 de decesos a causa del Covid-19 y en el top-10 en contagios a nivel mundial, con 30 mil 336 muertes y 252 mil casos respectivamente, sin que tenga para cuando observarse la esperada mitigación de la expansión del peligroso virus y se mantenga una evidente ineficacia de la estrategia que se aplica desde el Palacio Nacional.
A pesar de tomarlos desprevenidos, la pandemia ya está bajo control en Italia, España, Alemania Francia y otros países europeos; a pesar de que desde principios de año el presidente dice que México ya estaba preparado para enfrentarla, es evidente el desatino que personifica Hugo López Gatell, figura emblemática del fracaso que ya se perfila como una catástrofe en dicho esfuerzo.
Primero la fuerza moral y no de contagio de López Obrador; luego sus reiterados fallidos pronósticos sobre el aplanamiento de la curva; después responsabilizar a adinerados mexicanos que trajeron del extranjero el virus, aseveración que no resiste un análisis serio y ya más reciente, culpar al consumo de churrumais y refrescos, son excusas para justificar sus incompetencias y los efectos de la frivolidad y el dejar al voluntarismo ciudadano asumir o no medidas de prevención.
El caso es que los pronósticos más optimistas señalan que para septiembre, las víctimas mortales a causa del Covid-19 podrían superar los 50 mil, con al menos 350 mil contagios, lo cual significará ahorros muy significativos para los programas sociales de la 4T, toda vez que la mayoría de esos fallecimientos serán de la tercera edad, así como en la despresurización de servicios de salud a diabéticos o con males cardiacos.
Estamos en graves problemas y a pesar de ello presuntos constitucionalistas y supuestos expertos en derecho insisten en delegar en segundo término el derecho a la salud y a la vida y hacen labor de zapa para que no surtan efecto restricciones de movilidad y diversas acciones con las que en el caso del gobierno de Sonora y ayuntamientos, intenta detener la expansión de la pandemia, destacando charlatanes que cuestionan esas estrategias sanitarias.
Contra todo eso batallan la gobernadora Claudia Pavlovich, el secretario de Salud, Enrique Clausen, alcaldes y alcaldesas, y cientos de trabajadoras y trabajadores de la salud que se parten el alma en la tarea de proteger la buena salud y la vida de los sonorenses, como es el caso de endurecer restricciones en los cruces fronterizos no esenciales desde Estados Unidos a la entidad, como medida básica frente al explosivo rebrote en Arizona.
Es más, en atención a la solicitud de la gobernadora Pavlovich, el gobierno Federal emitió un decreto que restringe el ingreso de personas de Estados Unidos por pasos fronterizos en Sonora y los limita exclusivamente a actividades esenciales, por lo que no podría cuestionarse la legalidad de la medida, que por sentido común estricto, desde hace semanas debió aplicarse.
Por lo demás, hemos estado dándole vuelta a los derivados del excelente ejercicio de comunicación en el cual una docena de comunicadores platicamos vía plataforma Zoom con Ernesto Gándara Camou, sin duda el único perfilado y competitivo postulante del PRI a la gubernatura y que por motivos de la pandemia se ha mantenido en la discreta medianía de un activismo intenso, pero sin protagonismos; solidario, pero respetando la dignidad de las personas que requieren apoyo alimentario; propositivo en la búsqueda de consensos en liderazgos de la sociedad civil; respetuoso y en constante comunicación con las instancias de gobierno y de su partido.
Previa terapia sobre nuevas tecnologías por nuestro cachorro, por fin le agarramos la onda a esa virtual forma para platicar cara a cara, pero a distancia, y la neta que nos entusiasma a la luz que pudiera ser que esta forma de diálogo sea la constante en los meses por venir, que en el caso del popular “Borrego”, luego de más de 100 días de aislamiento, fue un gusto divisar a Soledad Durazo, Irisdea Aguayo, Alfredo Ochoa, Gerardo Ponce de León, Arturo Soto, Jesús Ruiz, Rafael Cano, Francisco Rodríguez, Marcelo Baylis, Fernando Oropeza, Sergio Valle, así como también a nuestros buenos amigos, Gilberto Gutiérrez Sánchez, Fernando Gastelum y Diego Pinto.
Se trató de una buena plática con las limitaciones propias de la tecnología referida, pero muy ilustrativa respecto al ánimo de nuestro amigo el exalcalde de Hermosillo, quien construye guardando todas las formas jurídicas del caso, una estructura con la que cree que pudiera ganar y con buen margen en el 2021, descartando de paso, la existencia de pactos con otros aspirantes en comedero capitalino y ratificando su voluntad para promover alianzas principalmente con la sociedad sonorense.
Por cierto y concatenado con dicha plática, vaya la referencia tan cáustica que hiciera el director general del Isssteson, Pedro Angel Contreras, al encampañado político-empresario Ricardo Bours Castelo hace unos días, al deslegitimarlo como enterado en asuntos económicos y de finanzas públicas, sin que hasta el momento el líder del Yaqui Power haya respondido a esa puya.
En fin, “El Borrego” desglosó durante alrededor de dos horas diversos temas y prospectivas sobre las consecuencias políticas, económicas, electorales y sociales por la pandemia del Coronavirus, y nos llamó la atención su sentido común al abordar el tema del agua y al reavivamiento del encono Norte-Sur por la reciente propuesta de la comuna de Hermosillo de reanudar la construcción del Ramal Norte, ahora llamado acuaférico.
Consideró indispensable que a la luz de los antecedentes, ese tipo de propuestas siempre deberían ser socializadas y consensuadas antes de formalizar cualquier intención, recomendando el diálogo que permita arribar a coincidencias respecto a la solución de las necesidades de agua en el Sur de Sonora y en Hermosillo para no entrar en confrontaciones que a la postre son muy costosas.
Y en breve paréntesis, cada vez más luce más remota la posibilidad de que el acuerdo del cabildo para construir dicha infraestructura sea aprobado por el Congreso del Estado, tanto en lo que se refiere a su financiamiento, como en los efectos que ha causado en liderazgos del Sur de Sonora, cuando hasta el alcalde de MORENA, Sergio Pablo Mariscal y ahora compañero de causas de Célida López Cárdenas, ya manifestó un contundente no a la viabilidad política y social de tal propuesta.
En fin, ya poco a poco desgranaremos la mazorca de lo platicado con el casi seguro candidato del PRI y aliados a la gubernatura de Sonora, quedando en claro, que a pesar de lo que digan por ahí, los del PRI y sus liderazgos, léase “El Pato” y demás concurrencia, se mantienen muy activos en esta etapa preelectoral y así lo reconoció “El Borrego”, descartando que en esas tareas se anden promoviendo candidaturas de orden personal.
