Es frecuente escuchar del menosprecio hacia quienes resultan con nombramientos en la estructura de partidos políticos, y particularmente en el caso del PRI las descalificaciones son más cáusticas a partir de un “razonamiento” eje: ¿qué no hay más?; son los mismos, y así hasta el infinito.
Detrás de esas descalificaciones pareciera estar la estúpida pretensión de que los liderazgos surjan de la nada, sin trayectorias, sin formación ni activismo político, como si se tratara de regeneración o generación espontánea, pero más bien son expresiones propias del canibalismo político y del juego de intereses de grupo de acuerdo a cómo les fue en la feria y en el reparto.
Lo cierto es que en el PRI se está dando un relevo generacional en el que se amalgama el irremediable factor de la edad y los efectos del rampante oportunismo de muchos de sus llamados militantes de élite, que hartos de mamar de esa ubre o simplemente ya sin deseos de disputar alguna de sus tetas, han emigrado a otras organizaciones políticas, y esos vacíos tienden a llenarse.
Que ese relevo generacional resulte en algo bueno es otra cosa, pero el hecho es que entre los del PRI se hace cada vez más visible el accionar de esa nueva camada de militantes que a lo largo de los años se mantuvieron en modestas trincheras y que ahora se abren paso en su estructura en los momentos más difíciles de la historia de ese partido.
Y por supuesto que en dicha tendencia las y los jóvenes son los principales protagonistas, esas y esos que contrario a la lógica no se suben a corrientes partidistas emergentes de moda ni son encandilados por las facilidades que ofrecen instancias populistas de gobierno, sino por el contrario, le apuestan a dar la pelea para que el Gobierno de Sonora se mantenga en manos responsables y decentes.
Este sábado pasado, dos representantes de esa nueva generación de priistas tuvieron su jornada estelar al asumir la dirigencia de su partido en el municipio donde se concentra el mayor número de sus militantes y donde la lucha político-electoral es particularmente encarnizada y plagada de derrotas y frustraciones, pero que cuando da, da a manos llenas.
Es que como parte de ese relevo generacional, el dirigente estatal del PRI, Ernesto de Lucas Hopkins compareció ante el Consejo Político Estatal para dar a conocer su plan de trabajo para este año, en el marco de un evento al que asistió como invitada especial, la gobernadora Claudia Pavlovich, quien así como “El Pato”, también representa a una nueva generación de sonorenses y militantes de ese partido.
Ahí, Iris Sánchez Chiu y Oscar Cano Jiménez, asumieron la presidencia y secretaría general del PRI en Hermosillo, respectivamente, y ni modo que haya alguien que les niegue su condición de relevos generacionales, ella hija de su padre el legendario líder campirano, Trinidad Sánchez Leyva, ya fallecido, y él también hijo de su padre Jesús Alberto Cano Vélez, de larga trayectoria en el servicio público en áreas relativas a las finanzas.
Ser dirigente de ese partido en Hermosillo nunca ha sido un premio y en consecuencia tampoco se trata de algún regalo, sino que resulta un formidable reto del que muy pocos han salido airosos en los últimos años, entre ellos, la ahora gobernadora Claudia Pavlovich, quien como lideresa del priismo capitalino, fue el troncón de en medio para que en la elección del 2006 el PRI ganara la presidencia municipal, luego de tres sucesivas administraciones panistas.
El evento sabatino en el auditorio Plutarco Elías Calles reunió a una multitud en la que se entremezclaron la llamada vieja guardia, los intermedios de amortiguamiento y la pujante nueva generación, todos motivados por las arengas de la gobernadora y por “El Pato”, frente a los retos del ya casi encima proceso electoral del 2021.
Bueno el resumen histórico de la mandataria respecto a sus cuatro años y cacho de gestión como titular del Poder Ejecutivo Estatal, que a partir de esos indudables logros, quienes abanderen las causas de su partido en la próxima elección, sin duda tendrán un buen valor agregado y cosecha, a partir de que como bien lo dijo, “el éxito y la tierra es de quien la trabaja”, y nosotros agregaríamos, que también los votos son de quien los trabaja.
Frente al desastre, la catástrofe que ha resultado MORENA como gobierno en los municipios de la entidad, sería bueno, sería muy bueno, que los del PRI estuvieran a la altura de las necesidades de los habitantes de esta entidad y en el 2021 puedan revertir los efectos del accidente electoral que llevó a una caterva de incompetentes a alcaldías y diputaciones locales, para en otras palabras, salvar a Sonora de la descomposición del país encabezada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Y no solo para los del PRI es el reto, porque también los otros partidos deben de sumarse a dicho propósito, sea mediante alianzas o coaliciones formales o de facto.
El caso es que los priistas tuvieron una fiesta como en sus mejores tiempos; presentes los de dulce, chile y de manteca; cachoras muy apedreadas; cuiltas muy miadas; veteranos que ya dieron la pelea y han disfrutados las mieles de la curul y de la aristocracia en el servicio público; jóvenes veteranos en la lucha partidista que quieren más; jóvenes ansiosos por escalar peldaños; el gabinete legal y ampliado en pleno acuerpando a quien representa el mejor ejemplo de una gestión priista exitosa.
Y valiera más que en lo que se viene cada cual y cada quien asuma con responsabilidad y compromiso las tareas que se les asignen, porque solo así podrán darle vuelta a la tortilla y revertir lo que les pasó en la elección del 2018, y no se podrán quejar porque tienen muy visible la ruta que ha marcado la gobernadora Pavlovich, quien podría estar enfilada para otro de sus tradicionales rescates.
Rescató a Hermosillo como dirigente del PRI municipal; rescató el distrito electoral local que durante varias legislaturas ganó el PAN; rescató la curul de mayoría del Senado de la República y rescató la gubernatura. Porqué no prospectar que sea ese factor importante para que los principales ayuntamientos de Sonora sean recuperados y ser administrados por gente capaz o el Congreso del Estado tenga una mayoría sin taras mentales, y lo importante, evitar que el gobierno de Sonora sea botín del populismo irresponsable.
A propósito del Congreso del Estado, este martes de enfrente se pondrá buena la cosa por esos rumbos, ya que entre los puntos de la agenda parlamentaria está el nombramiento del Comisionado para la Atención a Víctimas del Delito y todo indica que MORENA padecerá de nuevo las consecuencias de sus ignorancias, dogmatismos y actuación sectaria o sea será lo que es: una minoría.
Vamos a reconocer nuestra expectación por lo que ocurra en dicha juntada luego de la diarrea mental inscrita en letras de molde, que firmada por el Grupo Parlamentario de ese partido, arremete con insultos y descalificaciones contra el diputado Eduardo Urbina Lucero en el marco de una demostración más del troglodismo que campea en el cuerpo de asesores de la bancada morenista.
El posicionamiento dado a conocer para “explicar” su nueva reculada ahora en relación al trámite para el citado nombramiento, resulta incomprensible para dicho grupo parlamentario, que como se sabe, son muy limitados sus alcances hasta para entender estupideces, porque eso es lo que es lo ahí expuesto, al tratarse simplemente de su ignorancia sobre el proceso legislativo, de la técnica parlamentaria.
De plano no creemos que los pastoreados por doña Ernestina Castro Valenzuela puedan sostener en público, en un debate en el pleno legislativo, lo que fue elaborado en privado y es obviamente producto de calenturientas sinrazones de algún asesor de pacotilla, experto eso sí, en la elaboración de pasquines y panfletos, y ya veremos si atienden el reto que ya hizo público Urbina Lucero.
“Menos hígado y más responsabilidad. Ojalá sostengan estos pobres argumentos el martes en el pleno. Reitero mi llamado a poner como prioridad la fortaleza del sistema de atención a víctimas y dejar a un lado frustraciones parlamentarias. #NoSeConfundan”, les comunicó el diputado del PAN a través de una red social.
Por lo demás, ilustrativa la numeralia dada a conocer, suponemos, por la Fiscalía Anticorrupción de Sonora, frente a frecuentes descalificaciones respecto a los resultados de su trabajo y qué bueno que por fin se realice ese inédito ejercicio para informar.
Nos llegó una tarjetita informativa donde se da cuenta de las acciones encabezadas por el titular de esa dependencia autónoma de la Fiscalía General de Justicia del Estado que encabeza Odracir Espinoza: se han iniciado 834 expedientes, de los cuales 339 han sido resuelto con 100 presuntos delincuentes procesados, entre ellos Guillermo Padrés y varios integrantes de su gabinete legal y ampliado, así como varios presidentes municipales.
Son muchos los datos y ya cuando recibamos alguna información más detallada, podremos dar el procesamiento correspondiente, pero por lo pronto, de que hay resultados, los hay, que estos no sean suficientes y que por ahí uno se tope con rateros en libertad gracias a amparos, esa es otra cosa.
Y por limitaciones logísticas no fuimos convocados a la gira de trabajo que realizó la gobernadora Pavlovichpara platicar con la gente y autoridades de los municipios de Yécora, Arivechi, Sahuaripa y Bacanora, pero en lo que respecta a nuestro solar nativo, nos informan de la cálido y afectivo ambiente en el evento de entrega de títulos de propiedad, tinacos, becas, artículos deportivos y equipamiento para el centro de salud, entre otros apoyos, y lo que sea de cada quien, la alcaldesa Yadir Espinoza Méndez bateó largo al organizar una recepción con música interpretada por niños que integran la Rondalla de la Biblioteca Pública Municipal.
Y también reportan que le fue muy bien en el resto de la gira, aunque mejor le fue a la gente de por esos rumbos por los apoyos entregados, y este lunes se repetirá dicho ejercicio de la gobernadora en los municipios de Benjamín Hill, Opodepe, Carbó y San Miguel de Horcasitas.
