Al menos 12 horas antes de lo acostumbrado, según la leyenda, el regordete personaje vestido de rojo tripulando un trineo remolcado por renos voladores, pasó por el Palacio de Gobierno de Sonora y a falta de chimenea entregó personalmente un paquete con austera envoltura.
No sabemos si el regalo lo recibió la gobernadora Claudia Pavlovich o el acuse de recibo lo firmó su secretario particular, Jorge Durán Puente, pero el caso es que el obsequio no pudo ser más emblemático: el gobierno estatal iniciará el 2020 con presupuesto aprobado, luego que en rápida sesión de la legislatura estatal, se diera trámite al paquete económico, que incluye la contratación de un crédito de mil 300 millones de pesos.
Citada a las nueve de la mañana, el arranque de la sesión extraordinaria se demoró por casi una hora dados los últimos ajustes y negociaciones para concretar de forma documentada reasignaciones sobre el destino del gasto por casi 800 millones de pesos, que en su momento fueron comprometidas por el titular de Hacienda, Raúl Navarro Gallegos.
Las sucesivas declaratorias de obviedad para evitar primeras y segundas lecturas de los 82 puntos de la agenda, abreviaron tiempos y posibilitaron una agilidad pocas veces vista en la historia legislativa de la entidad, por lo que al filo de las doce del mediodía, diputadas y diputados ya dejaban una polvareda rumbo a sus lugares de origen para festejar con sus familias la navidad, nochebuena, el reventón de fin de año y el recalentado del día primero de enero.
Se dice fácil, pero para lograr el objetivo propuesto por la gobernadora, revisado y corregido por la legislatura, tuvieron que pasar varias semanas de intenso diálogo entre instancias del gobierno estatal y representantes populares, tanto como grupos parlamentarios como en lo particular, para definir el destino del gasto, principalmente.
Desde 1983 que cubrimos la fuente legislativa, siempre hemos constatado que para la aprobación de los ingresos, por lo regular no hay mayores discusiones y permea la unanimidad, y así ocurrió en esta ocasión, cuando las bancadas de MORENA, PRI, PES, PT, Panal, y las representaciones del Verde y Movimiento Ciudadano, se levantaron para todos sumarse a la propuesta enviada por el ejecutivo, esa a la que no se le movió una coma.
También tenemos el referente respecto a que en la aprobación de los egresos, en el destino del gasto estatal, por lo regular, si bien se aprueba sin mayor problema en lo general, hay diferendos en lo particular que no pocas veces prolongan por horas las sesiones y desata debates interminables que se resuelven al votarse por el pleno.
En esta ocasión resulta obvio que fructificaron las pláticas previas, así como las comparecencias de funcionarios, además del tejido fino realizado por los coordinadores parlamentarios Rogelio Díaz Brown, Jesús Alonso Montes Piña, María Magdalena Uribe, Gildardo Real Ramírez, Fermín Trujillo, Luis Mario Rivera y María Dolores del Río, que construyeron un sólido consenso aprobatorio, que sumado al voto divergente del diputado Luis Armando Colosio, concretó las necesarias dos terceras partes de los diputados presentes en la sesión.
Pero vamos por partes, como diría el buen Jack, porque al menos este común mortal, al momento de votarse por unanimidad el presupuesto de ingresos, supusimos que las negociaciones de instancias del ejecutivo y la representación de MORENA había fructificado y por ello su voto a favor de la contratación del crédito de mil 300 millones de pesos para cubrir omisiones y recortes al presupuesto federal para el año próximo.
Pues cuál fructificar negociaciones, porque al someterse a discusión en lo general el presupuesto de egresos, la coordinadora moreniana, Ernestina Castro Valenzuela solicitó la palabra para emitir un posicionamiento no solo de rechazo a toda la estrategia fiscal recaudatoria que momentos antes habían votado a favor, sino también en contra del endeudamiento del gobierno estatal y rechazo al crédito que también habían aprobado momentos antes.
A lo mejor doña Titina fue la principal sorprendida cuando ningún representante de las otras bancadas, particularmente la del PRI, no pidió la palabra para refutar sus dichos, para luego, con ánimos de exhibir el sentido del voto de cada integrante de la legislatura, el diputado Martín Matrecitos, con el respaldo de Miguel Angel Chaira y de la propia coordinadora, proponer que el voto de cada quien y de cada cual fuera nominal.
En eso estaban cuando al tocar el turno a la diputada del MC, María Dolores del Río, pidió a la presidencia que clarificara el ponto en proceso de votación, habida cuenta que los votos de MORENA que le antecedieron hacían referencia a lo que ya habían aprobado en materia de ingresos.
Patética la reacción de esos ignorantes, como cuando Raúl “El Pollito” Castelo pretendió enmendar su burrada votando en contra del presupuesto de egresos “y contra el crédito”, mientras que la coordinadora salía de estampida del pleno seguramente para consultar a alguno de sus asesores.
Miren, hasta este reportero tuvo la oportunidad de consultar en línea la propuesta de ingresos del ejecutivo, que desde la página 24 de la fundamentación hasta la 38 y aterrizado en el articulado correspondiente, se desglosan motivos, circunstancias, necesidades y particular destino de los mil 300 millones de pesos del crédito del que tanto renegaron y que a fin de cuentas aprobaron, porque como se sabe, votan sin saber porqué votan ni para qué votan y por eso de nueva cuenta esa bancada se quedó sola a pesar de su mayoría de 11 integrantes.
En su catilinaria para respaldar el rechazo al presupuesto de egresos, Castro Valenzuela alardeó de haber analizado acuciosamente y a cabalidad la propuesta y bla, bla, bla, pero lo cierto es que si cualquiera de ellos o cualquiera de sus asesores hubiera leído la propuesta de presupuesto de ingresos, se hubiera enterado de lo que este común mortal se enteró.
Por ejemplo, que de esos recursos crediticios se aplicarán 386.7 millones de pesos a caminos y puentes, vialidades y demás obras en distintos municipios, donde se incluyen camino de acceso a la desalinizadora en Empalme; los 180 millones de pesos para el Teatro Sonora fueron redireccionados para seguridad pública y para el poder judicial; 500 millones de pesos serán para obras complementarias y equipamiento del nuevo hospital en Hermosillo, así como 52 millones de pesos para infraestructura de salud en las distintas jurisdicciones sanitarias, además de 112 millones de pesos para infraestructura hidráulica, agua potable, drenaje para una docena de municipios, además de poco más de 233 millones de pesos para la cultura y el deporte.
De todo eso se hubieran enterado si hubieran “analizado acuciosamente” la propuesta de presupuesto de ingresos y de haberlo hecho y estar enterados de lo que votan, pues simplemente no se hubieran sumado a la unanimidad en dicho punto y también hubieran evitado ese nuevo ridículo.
Desde esa perspectiva, por supuesto que se vale reconocer el trabajo de diálogo y de consensos desplegados por Navarro Gallegos, Miguel Ernesto Pompa Corella y la propia gobernadora con las representaciones legislativas, todo complementado por la chamba en la construcción de acuerdos realizada por Díaz Brown, pero la verdad el toque maestro para que Sonora tenga presupuesto y recursos crediticios adicionales, lo dieron los de la bancada de MORENA y sus asesores.
Increíble que a más de un año de su ejercicio, sigan ignorando cuestiones elementales de la técnica parlamentaria y no se hayan sacudido la pereza de al menos leer los documentos que se someten a su consideración, ejercicio en el que se deberían de aplicar en sus muchos ratos libres para no dejar ese paquete a asesores que están más jodidos que ellos y ellas.
Como sea, hay chamaqueadas que se agradecen y esta es una de ellas y desde luego la más agradecida debe ser la gobernadora Pavlovich porque sin duda dispondrá de mejores espacios financieros para mantener a Sonora en la vanguardia nacional en materia de desarrollo económico.
Así las cosas, el resultado de la sesión extraordinaria derivó en que Santa Claus le adelantara por unas horas la entrega del regalo navideño a la gobernadora, que viéndolo bien, a todos los habitantes de este estado no toca un pedacito de ese obsequio y por eso se agradece.
A propósito de adelantados, todo indica que se le traspapelaron los tiempos al alcalde de Cajeme, Sergio Pablo Mariscal, y a que como si fuera el Día de los Inocentes, que como se sabe se festeja el 28 de diciembre, anunció ante la representación de medios de comunicación de dicha región, que levanta la mano como aspirante a la gubernatura de Sonora. Todo indica que andaba medio ebrio y por eso se entiende esa ocurrencia que hasta en círculos de MORENA arrancó estallidos de hilaridad.
Y ya con esta nos despedimos para entrar en modo hibernación hasta por allá el domingo cinco de enero, con el favor de Dios, no sin antes hacer saber de nuestros fervientes deseos porque todo y para todas y todos, sea felicidad y comunión familiar en estas fiestas de fin de año y siempre.
