Tiene razón la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas al prospectar como imperativo el radicalizar restricciones de movilidad de la gente mediante un toque de queda, al menos nocturno, con el fin debilitar, o mejor, romper la cadena de contagio del CODIV-19.
Es que hay un numeroso segmento ciudadano que se niega a asumir elementales medidas de protección personal y de sus familias, sin que sepamos sea por ignorancia, desinformación, simplemente temeridad o réplicas de las ejemplares demostraciones de negligencia y menosprecio del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya reculada al respecto aún no permea a cabalidad hacia abajo.
No nos van a contar, porque por esos rumbos de la zona semirural al nororiente de la cabecera municipal, se siguen escuchando a la distancia pachangas diversas que se multiplicaron el fin de semana pasado, que para efectos de datos oficiales, de acuerdo a la alcaldesa, a través del 911 se recibieron 360 reportes, confirmándose 203 donde se daba el vuelo a la hilacha en distintos sectores de Hermosillo, valiéndoles progenitora los riesgos a la salud de ellos y los demás.
Así las cosas, legítima su solicitud para que el Consejo Estatal de Salud analice y evalúe la posibilidad de forzar el Quédate en Casa desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana del siguiente día, sin que tengamos idea cómo es que podría disuadirse al mayor número de personas que durante el día deambulan en automóviles o a pie por la ciudad sin oficio ni beneficio y que evidentemente no su movilización no obedece a actividades esenciales.
Habrá que ver cuál es el resultado del análisis y evaluación de la máxima autoridad sanitaria de la entidad a la solicitud de la alcaldesa, con la posibilidad de que el mismo amago de toque de queda persuada a esa bola de irresponsables y asuman la imperiosa necesidad de evitar contagiarse o ser contagiados por otros idiotas como ellos.
Miren, lo que ocurre es inédito y desde esa perspectiva debemos ser muy reflexivos en todo nuestro hacer, siempre desde una visión donde los bienes más valiosos son la salud y la vida, para de esa forma atender y aceptar medidas que se toman en instancias que disponen de los conocimientos y la experiencia para lidiar con situaciones de riesgo.
A lo mejor por eso de la inexperiencia frente a la actual emergencia, no faltan quienes argumentan en contra de medidas restrictivas a la movilidad de la gente, ubicando tal estrategia de protección como violatorias a los derechos humanos e idioteces de esa naturaleza, cuando en realidad de lo que se trata es garantizar la protección del mayor derecho humano que tenemos: nuestra vida.
Se agrega además el antecedente, de que a pesar de las reiteradas convocatorias y las más variadas estrategias de sensibilización social emprendidas desde hace más de 20 días por el Gobierno Estatal y el Ayuntamiento, se siguen presentando conductas irresponsables, esas que si no fue por las buenas, a lo mejor ahora entienden por las malas.
Por lo demás, excelente el ejercicio de comunicación que desplegaron la gobernadora Claudia Pavlovich y el titular de Desarrollo Social de su administración, Manuel Puebla a través del “Despacho Abierto” en el amplio espectro de las redes sociales y así instalar un conversatorio con la ciudadanía para aclarar dudas e informar sobre las acciones que se llevan a cabo para enfrentar la emergencia.
En los anteriores Entretelones nos referíamos a los diversos frentes donde la administración estatal aplica las diversas medidas para prevenir y combatir la pandemia, así como para paliar los efectos de las restricciones de movilidad, paro laboral temporal, entre otros que incluye acciones de atención en los sectores más vulnerables de la sociedad, esos tan invocados como los que viven al día y que si no salen no tendrán qué comer.
Pues en ese “Despacho Abierto” la mandataria informó que a partir del 9 de abril se inicia la distribución de paquetes de seguridad alimentaria con un beneficio directo para más de 100 mil personas en condición de pobreza extrema; cada paquete contiene 50 artículos de la canasta básica recomendados por nutriólogos, que consisten en: frijol pinto, avena, arroz blanco, azúcar, harina de maíz, harina de trigo, aceite comestible, leche, latas de atún, latas de ensalada de legumbres, latas de sardina, lentejas, pastas y purés de tomate.
Se supone que con esos productos una familia promedio y en condición vulnerable de los municipios Agua Prieta, Álamos, Caborca, Cajeme, Etchojoa, Guaymas, Hermosillo, Huatabampo, Magdalena, Navojoa, Nogales, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado, dispondrán de alimentos durante un mes. Adicionalmente, el sistema DIF Sonora mantendrá en funcionamiento el Programa de Apoyos Alimentarios, que beneficia a 86 mil 640 familias en los 72 municipios y zonas rurales, con 730 toneladas de alimentos.
O sea, se cubren todos los frentes ante el CODIV-19, destacando que ya se cuenta con la logística de distribución con la colaboración de al menos 300 servidores públicos, el Ejército y la Marina, sin descuidar prevenciones como la sana distancia.
Durante la plática, la gobernadora comentó que si por ella fuera y si esa fuera una de sus facultades, ya hubiera cerrado la frontera de Sonora con Estados Unidos, con el único propósito de detectar y detener posibles importaciones del virus al estado e igual ocurre en el caso de los vuelos, cuya suspensión también es prerrogativa del Gobierno Federal
“Ojalá yo pudiera cerrar las fronteras. Otra vez; seré reiterativa: ojalá las pudiera cerrar, pero no las puedo cerrar ni tampoco puedo cancelar vuelos porque no está en mis facultades el detener que no llegue gente de otros estados a Sonora. Pero lo que sí me toca hacer, lo estoy haciendo y lo estoy haciendo desde, incluso del decreto de declaratoria de emergencia del miércoles pasado”, dijo.
La suspensión del cruce por San Luis Río Colorado, Sonoyta, Nogales, Naco y Agua Prieta, reúne condiciones de una lógica irrebatible, dado el crecimiento exponencial de contagios que se registra en el Estado de Arizona y en general de todos los estados de la Unión Americana y es una exigencia reiterada todos los días de la diputada Alejandra López Noriega, apoyada con la exposición gráfica y mapeo de la tendencia al alza del coronavirus de este lado y del otro lado así como sus contrastes.
Lo que seguramente sí se hará es reforzar los controles y los protocolos de revisión de quienes ingresan a Sonora o al menos aplicar una política espejo que se podría resumir en que las autoridades mexicanas apliquen similares protocolos que aplican las autoridades gringas a quienes cruzan de aquí para allá, que por lo que sabemos son muy rigurosos.
De seguidilla con los frentes para debilitar la cadena de contagio del CODIV-19, también muy importante estar preparados para atender conductas antisociales de quienes con el pretexto del cierre de comercios, promueven saqueos y actos de vandalismo, tal como ya ha ocurrido en otras partes del país, con el curioso caso que van por alimentos, sino por electrodomésticos.
Es por tal eventualidad que hubo reunión convocada por el Secretario de Seguridad Pública, David Anaya Cooley, en donde representantes de los tres niveles de gobierno se pusieron de acuerdo con representantes de comerciantes de la entidad para en conjunto, fortalecer la estrategia de seguridad a través de un programa preventivo que tiene por objetivo evitar actos delictivos y contener la violencia.
Se trata de prevenir, anticipar y evitar que centros comerciales, tiendas de autoservicio y expendios de bebidas, carnes, entre otros, sean objeto de cualquier acto de violencia o vandalismo durante el periodo de contingencia que atraviesa el estado.
Y no crean que tales eventos son hipotéticos, sino que como se sabe, a través de la Unidad Cibernética de la SSP se han detectado en las diversas redes sociales y vía Watsap, mensajes incitando a la violencia y actos delictivos en comercios, por lo que ya se interpusieron las denuncias ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, instancia que incluso ya detuvo a un promotor.
Y este martes nos atrevimos a sintonizar la mañanera, solo para constatar que este presidentito que padecemos insiste en vomitar frivolidades y simpladas, así como sus catilinarias en contra de conservadores y fifís y la verdad es que no tuvimos estómago para seguirle ante el insustancial contenido de su gastado discurso y eludiendo respuestas concretas a quienes se atreven a preguntar sobre temas serios.
Ya más tarde nos enterarías de la propuesta de una tregua a sus “adversarios”, para ir todos juntos a enfrentar la emergencia, no sin antes despotricar contra quienes supone contiene con sus verborreas mañaneras y salir con la estupidez de que ya concluida la pandemia, convocará a una jornada de besos y abrazos en plazas públicas del país, cuando ahora hay tantas cosas por hacer y todo lo deriva a funcionarios de mediano pelo.
Es más, resulta inexplicable el que no haya sido él quien se encargara de dar a conocer la declaratoria de emergencia, ausencia que de acuerdo a expertos que dan seguimiento a la degradación mental del tabasqueño, obedece a que se impuso el criterio de darle seriedad a ese acto de gobierno y evitar que se convirtiera en descripción de contextos promotores de confrontación clasista, y lo más patético, exhibiera sus graves limitaciones como hombre de Estado.
