Conmovedora descripción la del secretario de salud al referirse al esfuerzo de quienes en el mismo frente de batalla contra el Covid-19, han decidido exponer su salud y hasta su vida, para que otros puedan conservarla; “su generosidad no tiene precio, el amor a su profesión no tiene precio, su valentía es digna de admiración y respeto, ellos nacieron para salvar vidas”, expresó Enrique Clausen.
Así es, porque como es lógico, médicos, enfermeras, enfermeros y personal de salud operativo, son los más expuestos ante la pandemia, y por eso ya han caído dos de ellos y alrededor de 60 han resultado contagiados, sin que dichos saldos los desanime en el esfuerzo y vocación, en su laboriosa solidaridad y su humanismo en la ejecución de las tareas que les compete y para las cuales se prepararon.
Toca a las autoridades prever y disponer de las medidas de protección para estas circunstancias inéditas que nos tiene en ascuas, ya que garantizar su salud y vida es fundamental para contener la pandemia, ya que como se sabe, para ganar batallas y una guerra hay que tener soldados sanos y sobre todo vivos, con la consideración de que esas primeras bajas quizás se debieron a condiciones iniciales siempre llanas de imprevistos e improvisaciones.
El titular de salud ha sido enfático, vehemente y reiterativo para que toda la ciudadanía corresponda al sacrificio de esa casta de valientes, quedándose en casa y desde ese espacio seguro se permita librar esta guerra bajo condiciones más favorables
“No se te olvide que ellos también son hijos, hermanos o padres, como tú y como yo, pero que, a diferencia de muchos, han decidido exponer su salud y hasta su vida, para que otros puedan conservarla; su generosidad no tiene precio, el amor a su profesión no tiene precio, su valentía es digna de admiración y respeto, ellos nacieron para salvar vidas”, dijo el secretario de salud luego de su relatoría del avance del Covid-19 en Sonora el martes por la noche.
Además de enfermeras, enfermeros, doctores, socorristas, voluntarios y personal de los hospitales, el funcionario también reconoció a policías de distintas corporaciones, a choferes de camiones del transporte urbano, recolectores de basura y a todos los trabajadores que hacen posible que el resto de la sociedad esté protegida y cuya aportación solo es el quedarse en casa.
“Ellos se presentan todos los días a trabajar para que tú puedas conservar tu salud y tu vida, para que tú no te vayas a contagiar, para que tú no seas una fuente de contagio; valores tan importantes como el de la solidaridad, la responsabilidad, la generosidad, la entrega, el honor, la dignidad y el más importante de todos: el amor al prójimo; por eso debemos honrarlos a todas y todos”, consideró.
En efecto, también las corporaciones policiacas están pagando su cuota de víctimas, como fue el caso del agente estatal fallecido hace unos días y el registro de 10 contagios y alrededor de una veintena de sus compañeros se encuentren en cuarentena, en tanto que en la policía municipal de Hermosillo ya se registra un par de contagiados y 140 elementos están en cuarentena en la zona norte.
Esperemos que al igual que en el caso del personal sanitario, en corporaciones policiacas también se apliquen mayores medidas y más estrictos protocolos de protección como es el caso del instructivo y equipamiento implementado en la PESP por el Secretario de Seguridad, David Anaya Cooley, que en el caso de los municipales ya se emprenden acciones decisivas que les permitirá realizar su trabajo en mejores condiciones.
Pero así se blinden con cachorones tipo astronauta, de muy poco servirán frente a la tradicional indolencia, ignorancia y negligencia, de no pocos animales que insisten en rolaquear por estas calles de Dios sin necesidad alguna, porque están casados con la idea de que la pandemia es un mito o que ellos no se morirán de eso, pero que son factores importantes para que otros sí se enfermen y mueran.
En este contexto, bueno y preciso el mensaje del dirigente del federado sindicato de trabajadores de la Secretaría de Salud, Mario Villalobos, quien condicionantes ni amenazas, a la vez de solicitar a la autoridad sanitaria acciones de protección, equipamiento y apoyo para el personal de salud afiliado, lo motiva a seguir aportando el mejor esfuerzo en la salvaguarda de la salud y la vida de la gente y lo mejor de todo, sin recurrir a retórica política. Bien por él.
A fin de cuentas, el esfuerzo no ha sido en vano, ya que como lo informó la gobernadora Claudia Pavlovich, de una previsión inicial de 531 casos para estas fechas, sólo 267 han sido confirmados y muy importante, que 57 de los 72 municipios se encuentren limpios del virus, como efecto inmediato de las medidas restrictivas que se aplicaron con la debida oportunidad y la colaboración ciudadana.
Hace bien la mandataria estatal en advertir a alcaldes y alcaldesas a no bajar la guardia y mantenerse firmes en la ejecución del operativo para proteger la salud y la vida de la gente y la verdad es que se la representación municipal se vio muy bien durante una videoconferencia que sostuvieron para hacer un recuento de acciones tomadas y que deberán tomarse para enfrentar el punto más álgido de la pandemia que todos estiman será entre el 10 y el 20 de mayo.
Al respecto, luce sumamente temerario el anuncio del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma al dar por sentado que a partir del 18 de mayo se reanudarán actividades escolares presenciales en municipios sin casos de Covid-19, cuando esa suspensión y medidas restrictivas de movilidad y de acceso a fuereños, hizo posible esos espacios de sanidad.
En todo caso, será el Consejo Estatal de Salud el que al menos en Sonora decidirá lo conducente y notificará al secretario Víctor Guerrero González, independientemente a ocurrencias y cronogramas diseñados sobre un escritorio en la Ciudad de México, que de acuerdo a la tendencia al alza de la pandemia por todos reconocida, pudiera ser que ni el primero de junio o incluso el 6 de julio podrían reanudar las clases en ninguna escuela de México.
Y ni modo, con el fin de no perder el año lectivo, se mantienen en operación las distintas plataformas para la impartición de clases en línea, no faltando los quejumbres de mamás que retoban porque a sus cachorros se les deja mucha tarea, cuando en realidad se trata de ejercicios que se hacen en el aula en tiempos normales.
Como ven, hay quienes prefieren que los niños no cumplan con sus deberes escolares en línea porque se niegan a atenderlos y apoyarlos durante esas tres o cuatro horas. Y luego andan quejándose porque andan de vagos.
La temeridad aludida al titular de la SEP viene al caso por las reiteradas irresponsabilidades del presidente Andrés Manuel López Obrador, empecinado en disparar obuses de grueso calibre bajo la línea de flotación de las estrategias en proceso para contener la expansión del virus.
Primero fue la actitud desdeñosa y discurso incrédulo respecto a la pandemia a pesar de los daños que se reportaban de países europeos; luego sus negativas a usar gel antibacterial; encabezar mítines, repartir abrazos, besos y mordiscos, y hasta convocar a salir a comer con la familia, estupideces que sabe cuantas vidas estén costando dado al relajamiento social que causaron.
Para acabarla de fregar, ya tiene dos días con la cantaleta que gracias a su sapiencia estratégica, en México ya se logró “aplanar la curva” o sea que ya la tendencia es a la baja, cuando toda la numeralia que se da a conocer cada día indica todo lo contrario y todos los pronósticos son que viene lo peor.
Y como el presidente ya lo dijo, no faltan los ignorantes, fanáticos o embrutecidos por el dogma, que con un “ya la hicimos”, desbordan calles y relajan medidas que restringen la movilidad social, efecto que sin duda, también derivará en pérdida de vidas humanas.
Y como no se cansa de desparramar saliva, ya anunció que además de las dos horas de su mañanera y la del resumen sanitario por la tarde, se suman otras dos horas de comparecencias para informar sobre la dispersión de dádivas a través de la fantasmal secretaría del Bienestar y la de Economía, en una cansada y atiborrada estrategia de comunicación, como si los mexicanos no tuviéramos cosas más importantes qué hacer, incluso en cuarentena.
Por cierto, nos aseguran que el superdelegado federal en Sonora, Jorge Taddei Bringas fue secuestrado y por eso nadie sabe de su paradero, y que dadas las difíciles condiciones actuales, nadie ha querido pagar su rescate y por eso lo mantienen bajo resguardo, aunque no dude usted que de pronto sea liberado sin nada a cambio ya que los plagiarios no aguantan más sus enfadosas peroratas.
De regreso a asuntos importantes, como sabemos, los sonorenses tenemos una gobernadora multitareas, de multipropósito y de todo terreno y por eso, mientras supervisa las tareas de protección ciudadana por el mentado Covid-19, aplica toda su capacidad de gestión para que este primero de mayo, al entrar la tarifa 1F para subsidiar el consumo doméstico de energía eléctrica en Hermosillo, San Luis Río Colorado y Cajeme, la CFE homologue dicho beneficio al resto de los municipios de la entidad, tal como ha ocurrido desde el verano del 2016.
Y se tiró a matar el alcalde de San Luis Río Colorado al anunciar el plan de austeridad con que su administración enfrentará la crisis por la pandemia. Mire, a partir de este viernes y hasta el primero de agosto, Santos González Yescas se reducirá el 100 por ciento de su salario; el síndico municipal el 75 por ciento y los regidores el 50 por ciento, para que el 50 por ciento de esos recursos sean destinados para la compra de despensas que serán distribuidas a familias en vulnerabilidad y el restante para la compra de insumos para el sector salud.
