PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Vaya el fiasco que está resultando la llamada cuarta transformación, con una gestión de gobierno a la inversa de todo ese florido ramillete de compromisos y promesas con que Andrés Manuel López Obrador sedujo a 30 millones de votantes.

El efectismo propagandista inicial y posterior realismo al que se ha tenido que ajustar el presidente, han resultado en una mezcla muy negativa y costosa para la nueva casta gobernante, lo cual se refleja en la continuada caída en los índices de popularidad y una creciente decepción ciudadana.

López Obrador se comprometió a congelar los precios de las gasolinas e incluso aplicar medidas para que bajaran; ofreció amnistías a criminales y fueron frecuentes sus fantasías discursivas respecto a que tenía la fórmula para pacificar a bandas en confrontación; alardeó sobre las medidas para acabar con la corrupción en el gobierno y fundamentó su política económica en el reparto de migajas en clases populares y en draconianas restricciones presupuestales del gasto en obra pública.

Para nuestros efectos inmediatos, sin el frecuentemente denunciado férreo control del gobierno sobre medios de comunicación, el arribo de esos presuntos liberales y progresistas a la administración pública, vislumbró una época dorada para el ejercicio del periodismo, así como para el activismo social.

Jorge Taddei Bringas

Pero tal divisa tan optimista ha derivado en un monopolio, donde todo el espectro de libertades del pueblo de México es detentado de forma absolutista por quien hasta diciembre pasado se decía el abanderado de todas y que ya como gobierno pretende administrarlas a su antojo, mediante estrategias peligrosamente cerca de la represión y otras abiertamente represivas.

El precio de las gasolinas no ha bajado y se mantiene al alza por el siempre invocado ajuste inflacionario, quedando en nada la eliminación de IEPS como factor fundamental para bajar el costo al consumo; la guerra contra el huachicol resultó un soberano fracaso y dicha práctica permanece, todo en ese difuso marco de la millonaria inversión para la compra de pipas que nadie sabe dónde están y que al paso del tiempo podría resultar en el primer gran acto de corrupción de este sexenio.

El fracaso más dramático de López Obrador es en el rubro de la seguridad pública, área a la que a lo largo de sus 15 años de precampaña y campaña, dedicó gran parte de sus discursos y fuente de recurrente golpeteo posicionador en contra de sus antecesores en Palacio Nacional, y es de tal magnitud ese fracaso, que no solo no se han reducido los índices de criminalidad ni moderado la confrontación por la disputa entre bandas del narco, sino que el saldo mortal es mayor.

Ese negativo saldo pudiera ser comparable con el genuflexo trato del gobierno mexicano con su contraparte de Estados Unidos, ya que del otrora discurso nacionalista, patriotero, estridente y muy cuestionador, ahora resulta hasta vergonzosa la política exterior sumisa, entreguista y sometida a los designios de Donald Trump, quien a fin de cuentas logró que López Obrador convirtiera al territorio nacional en sala de espera y estación migratoria de centroamericanos en tránsito hacia el vecino país.

La franquicia Patiño Fierro-Lamarque Cano en Cajeme

Tampoco en el combate a la corrupción los logros son sustantivos y más bien sigue siendo sólo tema de discursos y declaraciones, porque en los hechos, a lo largo y ancho del país, abundan casos y hechos donde queda de manifiesto de que se trató de una consigna electorera y el dato más relevante al respecto es la caterva de incompetentes que al menos en los estados como Sonora, asumieron importantes posiciones en la administración federal, habida cuenta que corrupción también es aceptar un cargo público sin reunir el perfil y capacidad para el desempeño y en ese presupuesto se incluye al superdelegado, Jorge Taddei Bringas.

En los ayuntamientos donde MORENA está al mando, son cotidiana las denuncias de inmoralidades, destacando lo que ocurre en Cajeme, donde el alcalde Sergio Pablo Mariscal entregó la cuchara Grande del reparto a la familia Patiño Fierro-Lamarque Cano, parejita dueña de varias franquicias en distintas áreas de la administración municipal y no se diga el despiporre que ocurre en Navojoa con la alcaldesa Rosario Quintero, ante el silencio cómplice de los mandos morenistas.

Ese mundo al revés que ofrece la cuarta transformación respecto a sus ofertas cuando andaban en campaña, resulta por demás grotesco el que en el solar nativo del presidente, la legislatura dominada por una abrumadora mayoría de diputados de MORENA se haya aprobado la ya llamada “Ley del Garrote”, que criminaliza la movilización social, al incluir penas de cárcel contra quienes realicen manifestaciones, marchas y bloqueos a instalaciones de gobierno, pretensión que pinta de cuerpo entero la condición fascista que germina en ese partido político.

Ni en los tiempos priistas o panistas más conspicuos hubo tal atrevimiento de ninguna instancia de gobierno, cuando paradójicamente, quienes ahora impulsan esas acciones represivas eran quienes recurrían a tales movilizaciones bajo cualquier pretexto, destacando sobre todo el ahora presidente, quien sin ningún recato ahora se asume como el juzgador que determinará que protesta o manifestación popular es justa, resultando de plano patético el que el mismo peje apoye el uso del garrote en contra de quienes ejerzan su derecho de inconformarse contra actos de gobierno.

“Alito” Moreno en campaña por la dirigencia nacional del PRI

Cínico el ejercicio casuístico de la legislatura de Tabasco, que como marioneta del Poder Ejecutivo aprueba reformas al Código Penal estatal sólo con el fin de blindar el destartalado e impopular proyecto de construir la refinería Dos Bocas y así disuadir las seguras e irremediables protestas populares por dicha estupidez y por otras que el lopezobradorismo tiene en cartera cuya viabilidad técnica y financiera no están sustentadas y que obviamente concentrarán rechazo social.  

Particularmente preocupante la tendencia en la cuarta transformación de tan obvio corte derechista y autoritario, que en el caso de quienes ejercemos el periodismo, se resume en la pretensión de convertirnos en instrumentos de propaganda a su servicio, en catilinarias ya comunes en sus conferencias mañaneras, en donde además trata de amedrentar, pisotear, en una prospectiva que supera con mucho a su criticado prianismo.

Todo este incierto panorama tiene como telón de fondo a una economía nacional en acelerado deterioro, que por supuesto para nada palian las migajas que tira con propósitos de cooptación electoral, y lo peor del caso es la ausencia de equilibrios que deriva en esa manga ancha que le permite al presidente hacer lo que le viene en gana.

Es por eso la urgente necesidad del fortalecimiento de otras fuerzas políticas para que se constituyan en retenes del autoritarismo del oficialismo morenista, destacando en dicho sentido el discurso de Alejandro Moreno Cárdenas, quien como aspirante a la dirigencia nacional del PRI al parecer trata de rescatar, de ir a los orígenes ideológicos de ese partido desde una posición centro izquierda progresista, tal como lo describió en reciente evento de su campaña interna celebrado en Hermosillo.

Ernesto Gándara con representantes de medios de comunicación

Está por verse el que el PRI vuelva por sus fueros, en lo cual gravitarán por supuesto las incompetencias y fallidas políticas públicas del morenismo, que desde una perspectiva sonorense, ese partido no las tendría tan cuesta arriba en el próximo proceso electoral, al combinarse el eficaz ejercicio de la gobernadora Claudia Pavlovich y los avances que en materia de organización y activismo ha logrado imprimir el dirigente Ernesto de Lucas Hopkins.

Pero además de dichos factores, por supuesto que la diferencia entre la victoria o la derrota en una elección tienen mucho qué ver las formas y el fondo de los procesos de selección de candidaturas, prioridad que deberá ser cubierta con meticuloso cuidado a partir de su competitividad y no de intereses facciosos.

El evento en la sede estatal del PRI nos agarró desmovilizados de la reporteada, toda vez que decidimos tomar unos días para descontaminación en el rancho familiar en lo más profundo de la sierra de Yécora, pero de todas formas nos enteramos de algunos de los pormenores, entre los que destaca el fuerte posicionamiento que tiene entre los asistentes Ernesto Gándara Camou, quien para redondear la cosa, hizo el uno-dos al reunirse más tarde con importantes formadores de opinión pública, con quienes diseccionó buena parte de la realidad que atraviesa su partido.

Interesante el ejercicio de “El Borrego”, quien de acuerdo al material informativo al que tuvimos acceso, ratificó su decisión de intensificar su interacción con los sonorenses a partir de septiembre próximo, con el fin de avanzar en la construcción de consensos en torno a su aspiración de ser candidato del PRI a la gubernatura.

A ojo de buen cubero y sin demérito de nadie, el exalcalde capitalino, exsenador de la república y aspirante ya en dos ocasiones al mayor cargo político en Sonora, es el que luce más competitivo frente a las distintas ofertas que ya perfilan el resto de los partidos políticos, aunque para el trámite de selección aún falta bastante tiempo y seguramente habrán de presentarse variables, y más tratándose de un partido como el PRI, sin descartar para nada a Miguel Ernesto Pompa Corella como contendiente en eventual contienda interna.

La región de Yécora, destino turístico poco aprovechado

Y respecto a nuestro periplo por rumbos de Yécora, valga destacar que contrario a la percepción sobre condiciones de inseguridad en esa región, en lo que a este común mortal respecta, no dimos cuenta de ninguna situación de riesgo, sino al contrario, al afianzarse la temporada de lluvias es evidente el buen ánimo de la gente y la movilidad social por el rumbo, y ojalá que así siguiera, para que a través del turismo se diversifique la actividad económica de los habitantes de esa bella región de nuestra entidad.

Y no, no se advierte tampoco por ningún lado algún contingente de la Guardia Nacional y más bien la estrategia disuasiva a acciones ilegales está a cargo de una reducida fuerza policiaca municipal y media docena de elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública, que en el caso de las fuerzas armadas, sus pocos elementos están apostados en la cabecera más lejana de la aeropista y contrario a otras visitas, no vimos por ningún lado a personal de la Policía Federal.

Como sea, recomendable pasar unos días entre las montañas, cuando ya adentrada la temporada de lluvias, el verdor se generaliza y el clima resulta fabuloso para el senderismo, la exploración fotográfica, con cómodos espacios de hospedaje y excelente gastronomía, atractivos que de jalar visitantes de forma masiva, podrían representar el mejor punto de apoyo para el mejoramiento de las condiciones de inseguridad que se presentan esporádicamente.

Comentarios