“Me conmueve imaginar el poema que este don Juan de la nueva corte compondría a los deliciosos aromas de las presidenciales heces”, es el referente que se adapta muy bien al entreguismo incondicional de la bancada de MORENA en el Congreso del Estado de Sonora, a cualquier decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y parafraseamos al escritor Jesús Silva-Herzog Márquez, frente al inopinado rechazo y fuera de toda lógica, por parte de legisladores locales de ese partido, a un punto de acuerdo para que instancias federales liberen y restituyan recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación del 2019 destinados al campo y, por otra parte, se modifiquen los fondos y programas productivos para el campo en el presupuesto 2020, el cual presenta recortes y desapariciones.
Luego de la patética exhibición en proceso del diputado federal Javier Lamarque Cano y sus ocurrencias de gravar con impuestos el uso de agua para la actividad agrícola y pecuaria, suponíamos que sería de mero trámite el obviar segunda lectura para un tema de urgente resolución y así sumar a la legislatura sonorense a otras del resto del país, incluso con mayoría de MORENA, para que se liberen recursos presupuestales a la producción de alimentos del orden de los 350 mil millones de pesos retenidos en el ejercicio de este año y se reconsideren agravios para el año próximo.
Los pastoreados por la diputada Ernestina Castro Valenzuela ni siquiera expusieron razones para rechazar la urgente y obvia resolución, de un tema que está en la agenda nacional toda vez el avanzado proceso legislativo en que se encuentra el paquete económico federal 2020 y de nada sirvieron sólidas y magistrales exposiciones y fundamentaciones de varios diputados, entre ellos, Fermín Trujillo, Lázaro Espinoza, el ponente de la propuesta, Rogelio Díaz Brown, entre otros.
El voto en contra de los 11 integrantes que le quedan a MORENA en el Congreso del Estado ante un asunto tan básico, los muestra en lo que son y no son: representan de manera genuflexa y están al servicio del poder presidencial de forma incondicional, y no, no representan ni están al servicio de la gente de sus distritos, sobre quienes caerán los efectos del criminal abandono presupuestal federal que ya sufre el campo sonorense y que de igual forma perjudica a todo ese sector de México.
Es por eso que recogimos esa parte de la pieza editorial de reconocido intelectual mexicano, con la que desnudó las incoherencias del corifeo de la 4T, John Ackerman, quien contra todo sentido aseguró en otro espacio editorial, que lo ocurrido en Culiacán el jueves 17 de este mes, fue una rotunda demostración de debilidad del crimen organizado, faltando sólo que en el caso de MORENA en Sonora, consideren que atentar en contra de la producción de alimentos es lo más acertado que se le pudo ocurrir a López Obrador.
Impecable e institucional la exposición de Díaz Brown para fundamentar la solicitud de exhorto y contundente la intervención de Fermín Trujillo, en el marco del esfuerzo por convencer al sumiso oficialismo morenista respecto a la necesidad de políticas públicas de apoyo a la producción de alimentos, así como medidas para fortalecer las estructuras socioeconómicas del campo mexicano, premisas que no se lograrán con millonario subejercicio presupuestal en este año y recortes y eliminación de diversos programas de apoyo en el presupuesto del 2020.
La lacayuna posición morenista en el congreso local evitó la indispensable celeridad que requiere un tema a punto de ser votado en el Congreso de la Unión, desde donde incluso y de forma lamentable, se insiste en la imposición de gravámenes al uso de agua para la producción agropecuaria, a pesar de que el mismo promovente, Lamarque Cano hubiera anunciado que retiraba su propuesta, a la vez que aceptaba su ignorancia sobre dicho tema.
Con el apoyo del diputado Alfonso Ramírez Cuellar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, además de ser promotor para reinstaurar el cobro de tenencia, el cajemense al parecer rectificó de su arrepentimiento y volvió a manifestarse como enemigo del sector agropecuario, no sólo de Sonora, sino de todo México y sólo falta que el rechazo unánime del Senado no haya sido suficiente para frenar ese mortal golpe contra el agro.
En el caso de los diputados morenistas de Sonora, resulta por demás evidente la ignorancia de la mayoría de ellas y ellos respecto a la problemática que enfrentan los productores agropecuarios ni el impacto de dicha actividad en la calidad de vida de familias campesinas y los que si saben de eso, uno o dos, carecen del carácter y consistencia moral y cívica como para rechazar líneas de arriba.
En fin, como decíamos en el primer párrafo, estos diputadetes morenistas están en plena disposición de considerar delicioso el aroma de las heces presidenciales y esa es una pésima noticia para sus representados, porque los intereses de ellos no son los de la gente y prefieren comer u oler con fruición lo que escatológicamente les tiren desde Palacio Nacional.
Sin salirnos del Congreso del Estado, desde temprano nos enteramos que como presidente de la directiva para el mes de noviembre, se perfilaba Martín Matrecitos Flores y como más o menos se pone a modo, le preguntamos directamente, primero frente a su coordinadora Castro Valenzuela, quien de plano cortó cualquier confidencia con un duro “aún no se sabe nada de eso” y ya más tarde el propio subcoordinador apuntó que no podía decir nada al respecto porque del plato a la boca se cae la sopa.
Consultados otros coordinadores parlamentarios, aceptaron que Matrecitos Flores está en la polla pero que nada está definido dada la disputa que incluso existe por dicha posición entre la diputación morenista, cuando además otras bancadas también solicitan dicha representación.
La tendencia en favor del diputado de referencia, nos la comentó la diputada Alejandra López Noriega durante su comparecencia en la Mesa CORSAS, espacio de reflexión y análisis donde la legisladora local del PAN dio una muy buena exposición de sus logros, metas e inquietudes como parte de la representación popular sonorense.
López Noriega anda en friega en su activismo previo a su primer informe legislativo y de gestión social y la verdad es que trae mucho en la buchaca, logrando revertir con su experiencia en estas lides, condiciones muy poco idóneas dada la reducida representación del PAN en el Congreso de sólo tres diputados y a situaciones adversas del partido en el cual milita.
Hizo una amplia relatoría sobre los diversos temas que ha impulsado y prospectó una abultada agenda que promoverá en los siguientes casi dos años como diputada, todas o casi todas relativas a derechos sociales y apoyo a marginados por sus condiciones de salud, género o de clase.
Nos gusta el estilo franco y abierto de la legisladora panista, quien no escatima muestras de empatía por sus compañeros de bancada, Gildardo Real y Jesús Eduardo Urbina, además de la relación de hermano con que califica la que tiene con el dirigente municipal de su partido, “El Güero Nieves”.
Fue enfática al establecer la necesidad de legislar en contra de la violencia política de género, adelantando que su partido apoyará la propuesta sobre el tema ya enviada por la gobernadora Claudia Pavlovich, y ya entrada en gastos, confesó que en el pasado ha sido víctima de dicha violencia por parte de militantes del PAN.
A duras penas pudimos sacarle la identidad de quien fue implacable contra ella en sus diversas responsabilidades y aspiraciones como militante panista: David Galván, así como Roberto Romero y Agustín Rodríguez, que en el caso de eventos futuristas, se descartó de plano para cualquier posición que le implique estar fuera de Hermosillo, por la sencilla e irrefutable causa: atender a sus padres.
Se extendió a placer sobre medidas jurídicas para prevención de enfermedades y garantizar la atención de quienes las padecen, así como en especial, el derecho que tienen las personas de la tercera edad de tener una vida digna, y ahí otra confesión de identidades: para el prospectado Instituto Sonorense de Personas Mayores o como se vaya a llamar, asegura que el mejor perfil para encabezarlo es la actual subsecretaria de la SEDESSON, Kiki Díaz Brown.
En fin, bueno el platique con la legisladora y mejor cuando reconoció que convencidos de las prédicas de austeridad al inicio de la legislatura y que resultó mera simulación, a la hora de diseñar el presupuesto para este año del congreso. se dieron un balazo en el pie al dejar al mínimo el gasto para medios de comunicación, situación que esperan remediar para el presupuesto del 2020.
