De tumbo en tumbo y en un rosario de incongruencias y tropiezos medio camina la llamada transformación de cuarta que predica el presidente Andrés Manuel López Obrador, sin que los comunes mortales ajenos a dogmas ni manipulaciones acabemos de entender tantos desbarres.
Este martes nos enteramos desde temprano del trato que dieron policías militares que resguardan el Palacio Nacional, a alrededor de un centenar de presidentes municipales de diversos estados del país y de partidos políticos, a quienes “con fines disuasivos” se les lanzó gases lacrimógenos, “pero poquito”, reconoció la presidencia a través de su vocero, Jesús Ramírez Cuevas.
Beneficiarios del voto popular y titulares de cabildos, pretendieron ser escuchados por el mañanero presidente para que se restituya el Fondo Minero; no se recorten presupuestos para seguridad y se mantengan partidas del gasto federal para obras de beneficio comunitario, para el programa Pueblos Mágicos, apoyo al Migrante y se reconozca la importancia de los municipios como primera instancia de interacción con los ciudadanos.
Pues no. Como Ramírez Cuevas consideró que las y los munícipes estaban muy beligerantes y gritones, la guardia palaciega se vio en la necesidad de dispersarlos con el nada ortodoxo rociado de gas pimienta “al ambiente y no en forma directa”, aseguró, suficiente para contrastar dicho trato con otras movilizaciones en las cuales hasta han pretendido quemar la famosa Puerta Mariana de Palacio Nacional sin ninguna reacción represiva, ya que según el presidente al pueblo no se le reprime.
Pues dicho criterio también se ha aplicado en el caso de manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes como se sabe se pintan solos para generar violencia y que además de lograr impunidad a sus vandalismos, hasta consiguieron la contra reforma educativa.
Más contrastante aún dicha agresión a los alcaldes, con el civilizado y diplomático trato que se le ofreció al crimen organizado en Culiacán, en donde el pasado jueves la cuarta transformación o a la inversa, fue sometida de forma indigna, en un episodio cuyas consecuencias aún están en el ámbito del pronóstico reservado y tiene a varios con las barbas en remojo.
Qué diablos estará pasando con esos tarados e incompetentes, que en menos de un año como gobierno han trastocado valores básicos de la convivencia republicana de este país, como bien lo señaló el dirigente estatal del PRI, Ernesto de Lucas Hopkins al reprobar las agresiones a munícipes y considerar legítimas sus demandas ante una política económica irresponsable, que en el presupuesto federal 2020, prevé despojar de más de 15 mil millones de pesos a municipios y entidades federativas.
Respecto a la rociada de gas lacrimógeno en Palacio Nacional, entre los agraviados no aparece ninguno de Sonora, sin que tengamos idea si fueron convocados o no, pero de lo que sí tenemos idea es que todos sin distingos de siglas o partidos, de sexo ni de estados de la república, todos, son afectados de igual manera por la exclusión presupuestal indexada al gasto público federal del año próximo.
Duro el líder priista al referirse también a la estupidez del diputado federal Javier Lamarque Cano de pretender imponer cargas fiscales al consumo de agua de uso agrícola y pecuario, pretensión idiota que al parecer y de forma afortunada no pasará la aduana del Senado de la República luego del determinante rechazo de productores del sector privado y social de diversos estados del país.
Son situaciones inéditas las que estamos viviendo los mexicanos bien metidos en la vorágine de ocurrencias gubernamentales, improvisaciones que causan muertes; omisiones que atentan contra nuestra calidad de vida y un presidente que en medio de la crisis se ocupa en cronicar entre balbuceos, un partido de beisbol de las grandes ligas.
Desde cualquier punto de vista, una aberración la propuesta del mantenido de la Paty Patiño y así fue tratada en una reunión donde el subsecretario de hacienda, Gabriel Yorio, se deslindó presuroso de tal babosada, luego de escuchar los distintos posicionamientos de Senadores, incluidos los de MORENA como es el caso de Arturo Bours, en el marco de la comparecencia del funcionario federal para desglosar la propuesta de ley de ingresos de la federación para el año próximo.
Quedó claro que no fue de la secretaría de hacienda dicho despropósito en contra del campo mexicano, si no que se trató de una pendejada de un diputado “con ansias de novillero” –así se refirió uno de los senadores a Lamarque—dándose por descontado que tal carga fiscal propuesta será eliminada, sin importar que al suato de referencia sólo lo hayan usado como recadero y portador de tal estulticia, porque a decir verdad, por sí mismo carece de tales entendederas para confeccionar algo así.
Claridoso también con su paisano el diputado Rogelio Díaz Brown, al considerar como inconcebible el que además de eliminar y aplicar recortes a programas de apoyo al campo, se proponga imponer gravámenes fiscales que incrementarán los costos de producción de forma sustantiva, con el agregado de la eliminación del Fondo minero y todos sus efectos en contra el desarrollo de las comunidades.
De hecho, desde la misma cámara baja del Congreso de la Unión, las comisiones unidas de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y autosuficiencia Alimentaria, y de Ganadería, emitieron un acuerdo donde de forma enérgica rechazan el acuerdo aprobatorio de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con un argumento de gran calado: va en contra del compromiso presidencial de no crear nuevos impuestos ni incrementar los existentes.
Luego de todo esto, a ver con qué cara se arrastra Lamarque Cano por Ciudad Obregón, en donde se supone tiene sus mayores activos políticos, al grado tal que se asegura que con el afán de evitar un choque de trenes en la elección del dirigente estatal de MORENA el 10 de noviembre próximo, Alfonso Durazo le cedió a él y a la también diputada federal Wendy Briseño, la presidencia de ese partido y que contrario a lo presupuestado y dado como seguro, Adolfo Salazar Razo no será el relevo de Jacobo Mendoza, si no que el bueno será Guillermo Díaz Robles.
Estamos procesando dicha especie y de sus consecuencias en caso de concretarse tal prospectiva, ya que de quedar Salazar Razo colgado de la brocha y no volver a la Secretaría Técnica de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, se nos figura que volvería a reactivarse el ya añejo proyecto de MORENA de tomar el control de la operación administrativa del Congreso del Estado.
Pero como decíamos, esta especie dista mucho de estar confirmada, incluida la percepción que esa nueva variante que deja a Salazar Razo con la carabina al hombro, es resultado y efecto del culiacanazo del pasado jueves, cuando aseguran que habrá más de eso a partir de que se considera al de Bavispe como el principal damnificado de ese torpe operativo antinarco.
Es de esperarse que de acá al viernes de enfrente se aclare un poco esa burbuja negra en la que se mueve López Obrador con todo y su cuarta transformación o a la inversa, porque como se sabe, realizará por Sonora una gira temática para dialogar hasta el domingo con representantes de los guarijíos, yaquis, mayos y seris.
A propósito de incongruencias, porque contrario a toda esa parafernalia donde López Obrador es ataviado con artilugios de pueblos originarios y le dedican rituales supuestamente ancestrales en esa gira que realiza por diversas comunidades indígenas del país, en el ejercicio presupuestal de este año son mínimos los recursos destinados para apoyar el desarrollo de las etnias.
En el avance financiero del presupuesto asignado al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, se observa un histórico subejercicio en prácticamente en todos los programas, como son los casos del de Mejoramiento de la productividad y producción indígena que tiene como objetivo financiar proyectos productivos, turísticos o acciones de mitigación del cambio climático, del cual sólo se han entregado 30 millones de pesos de los casi 445 millones presupuestados.
De igual forma el Programa de Derechos Indígenas, en el que solo se han gastado 25.1 millones de los 105 disponibles o el Programa de Infraestructura Indígena en el que se han dejado sin utilizar alrededor de 600 millones de pesos, y así por el estilo como es el caso del Programa de Apoyo a la Educación Indígena que tiene un gasto reportado el gasto reportado de 342.6 millones, cuando debería haber llegado a 545.4 millones invertidos, entre otros subejercicios importantes.
Pues a la luz de esos datos, todo indica que para los pueblos indígenas, el actual gobierno de la república está aplicando el tradicional chorizo, el tradicional salivero de los gobiernos en turno y en este caso con el agravante de ser utilizados más que nada para cultivar el ego y el autoestima del actual inquilino de Palacio Nacional.
Y algo extraño ocurrió en la sesión del congreso del Estado celebrada este día, ya que contrario a la tendencia mundial de acciones de gobierno para proteger áreas naturales, el diputado Lázaro Espinoza propuso un exhorto para que la Semarnat, Sedatu y Conanp, se desistan del proyecto con el cual se pretende declarar Área Natural Protegida a la zona conocida como “Sierra Pinta” ubicada en los municipios de Puerto Peñasco y Plutarco Elías Calles.
Los argumentos del legislador del PES se resumen en los efectos económicos de pequeños mineros, la industria cinegética y actividades pecuarias, además que viene a agregarse a otras zonas protegidas en esa región como la del alto Golfo de California y del Pinacate.
Con el voto en contra de la bancada de MORENA, el asunto fue turnado a comisiones, ante la evidente inconformidad del diputado rocaportense y un grupo de ciudadanos que trajo desde su cabecera distrital, luego de un largo intercambio de posicionamientos de las distintas bancadas y a pesar de tratarse de un simple exhorto, que como se sabe, es algo similar que la Carabina de Ambrosio.
