Si ya de por sí desde diciembre pasado la estructura federal de gobierno en Sonora se mantuvo pasmada, inoperante y abúlica, a partir de este sábado el panorama luce más sombrío, al entrar en vigor un memorándum presidencial que elimina todos los puestos de confianza, dejando al personal de base como encargados de funciones para las que no se les pagan.
No ha tocado deambular por el edificio México, en el Vado del Río en Hermosillo y a excepción de Relaciones Exteriores y el SAT, donde el flujo ciudadano es regido por la automaticidad de los servicios que prestan u obligan, en el resto de las dependencias federales ahí asiladas, el ambiente es bucólico, de abandono y donde lo que más destaca son los escritorios y oficinas solas.
En la Semarnat, Infonavit, Sagarpa, la antes Sedesol y demás, así como en otras delegaciones dispersas en la mancha urbana capitalina, lo más común de percibir, además de la ausencia de actividad, es la incertidumbre entre el personal de base, ya desde hace meses espectadores de evidentes vacíos de autoridad y vegetando en espera de alguna ocurrencia que revitalice su ejercicio como servidores públicos.
Así se vive la austeridad republicana en las diversas áreas con que a través de decenas de años fueron las puentes vinculantes entre el Estado y la Federación y que ahora se reducen a una masa amorfa sin legítima representatividad, al concentrarse ésta en una sola persona, el llamado super delegado, Jorge Taddei Bringas, personaje polivalente, multifacético y genio, que con el apoyo desinteresado de empleados de base, resolverá sobre asuntos agropecuarios, ambientales, económicos, de tenencia de la tierra, políticos, de seguridad nacional, de migración y así.
Se asegura que se salvan de esa guadaña el delegado del IMSS, Guillermo Noriega Esparza y el de INFONAVIT, Vladimir Barbosa, porque según esto fueron designados por un comité tripartito, como si eso fuera limitante para que no les aplique el rigor la carnicera del régimen, Raquel Buenrostro, oficial mayor de la Secretaría de Hacienda.
El memorándum del presidente Andrés Manuel López Obrador no deja nada a la interpretación y por eso son incuestionables sus efectos, que en primera instancia, ha mandado a la calle a cientos de trabajadores de confianza, por contratos de honorarios y prestadores de servicio social de egresados de universidades, en un trámite abusivo y autoritario al no reconocerles ningún derecho laboral creado.
Habrá qué ver cómo se ponen las cosas en las siguientes semanas, toda vez que nos parece una estupidez que empleados de base de esas dependencias quieran realizar o puedan realizar tareas antes a cargo a personal de confianza y ser soportes a la autocrática función del superdelegado, todo sin ser remunerados por ello y sin tener un manual básico de funciones y responsabilidades.
De hecho, ya tienen meses sólo mirando a su alrededor, en un cumplimiento de horarios inercial, sin incentivos; demoras en la recepción de pagos; sin requerimientos de atención de parte de ciudadanos, que ya entendieron que en dichos espacios no se resuelve nada, y a partir del sábado las cosas se pondrán peores.
Traemos fuera de nuestro radar a la otrora protagonista mediática frecuente, denominada Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), que suponemos es dirigida por Mario Villalobos García y tampoco sabemos absolutamente nada de otro membrete que se inventó para disputarle la representación de trabajadores federalizados, cuando en estos tiempos pudieran levantar la mano para cuando menos interceder por integrantes de ese gremio.
Por lo demás, otro caso se suma a hechos donde una mujer es víctima de la violencia criminal en Sonora, tocando este sábado a damita de Nogales ser parte de ese saldo trágico, en un episodio que ya investiga la Fiscalía Estatal y que de acuerdo a los primeros indicios, los responsables son agentes de la policía de ese municipio.
De acuerdo a testimonios recabados, la jovencita fue asesinada durante una persecución, en la cual además de privarla arteramente de la vida, violaron todos los protocolos e incluso pretendieron recrear montajes para eludir responsabilidades, en un contexto lamentable para el alcalde Jesús Pujol Irastroza, quien está pagando muy caro al colocar a un inexperto e improvisado Juan José Avila como titular de seguridad pública.
Aún muy en alto el tráfago por recientes hechos con un saldo de tres mujeres asesinadas, entre ellas una niña, y otra más salvajemente golpeada, ahora Nogales aumenta la dosis, aunque como bien lo señala la gobernadora Claudia Pavlovich, seguramente ese nuevo crimen no quedará impune.
Mientras tanto, como pusilánime y timorata pudiera calificarse la respuesta del presidente López Obrador a la nueva embestida de su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, al proponer incremento gradual de aranceles a todas las importaciones mexicanas a partir del próximo 10 de junio, si el gobierno mexicano no detiene el flujo de indocumentados proveniente de Centroamérica.
En el marco de necesidades políticas urgentes del empresario que actualmente ocupa la Casa Blanca, se intensifica el manoseo de un tema que sabe le reditúa simpatías en ese oscuro sector de la sociedad gringa también encandilada por las catilinarias sobre el tráfico de drogas y la construcción del muro.
Las nuevas estupideces del presidente gringo en materia arancelaria abren un frente sumamente peligroso para la economía mexicana, ya de por sí en el tobogán de la recesión por la incompetencia y ocurrencias de la cuarta transformación, resultando una vacilada eso de que AMLO ya tiene las medidas que contrarrestarán las medidas anunciadas, si es que en realidad se aplican.
No hay que descartar que sean las propias instancias de poder en Estados Unidos quienes detengan esa nueva agresión contra México, toda vez que si bien políticamente le da oxígeno a Trump, los efectos económicos podrían ser también devastadores para los consumidores de ese país, pero por lo pronto, penoso el contenido de una misiva que envió López Obrador, ahora en el papel de Cachorro del Imperio, mucho más patético que sus antecesores.
Así como lo ha hecho con otros países, los aranceles a las importaciones se consolidan como arma de presión de la Administración Trump y si bien está por verse que pueda concretar su amenaza, lo cierto es que como siempre, México ni su gobierno está a la altura de dichos retos, que en el caso de AMLO representa una nueva decepción luego de escuchar sus peroratas de borracho al respecto, tan diametralmente opuestas a las que emite ahora de cantinero, sin que aparezca por ningún lado su nacionalismo tan publicitado.
Por otra parte, este domingo es electoral para varios estados del país, en lo que constituye la primera prueba importante para el régimen de la cuarta transformación y como sus capitostes lo saben, le están metiendo todos los kilos para ganar las gubernaturas de Puebla y Baja California, en donde también se eligen alcaldías y en el caso de Baja California, también la legislatura local.
También hay elección de presidencias municipales en Durango y Aguascalientes, así como de diputados locales en Tamaulipas y Quintana Roo, de cuyos resultados ya estaremos platicando en los Entretelones que vengan, porque ni modo que esperemos hasta la noche para entregar este despacho.
La que de plano no espera y se mueve en procuración de sus metas políticas, es la titular de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, ahora participando en una cascarita basquetbolera, luego de publicitarse varias veces como amazona en cabalgatas regionales, y la verdad es que hace bien al recurrir a esas estrategias de posicionamiento, porque por el lado del impulso al deporte como que no se le da o poco se sabe de eso.
Por lo pronto, al más puro estilo del viejo PRI y con todo desparpajo, la mejor atleta de pista que ha dado México declaró que su participación como candidata a la gubernatura está condicionada a la autorización o visto bueno del presidente López Obrador, como orquestador además de un acuerdo de MORENA para dicha definición.
