Tal como lo mandata la Constitución Política de Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich acudió por cuarta ocasión al Poder Legislativo de la entidad, para entregar el informe del estado que guarda la administración bajo su encargo.
Como estaba previsto, este domingo la mandataria sonorense se concretó en cumplir ese acto protocolario en el en las instalaciones del Congreso del Estado, a donde acudió acompañada por el Secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella; la Jefa de la Oficina del Ejecutivo, Natalia Rivera Grijalva; el titular de la SEDESSON, Manuel Puebla; el Secretario Técnico, Epifanio Salido Pavlovich, entre otros integrantes del gabinete legal y ampliado que acuerparon a La Jefa.
Fue recibida por los integrantes de la mesa directiva que preside la diputada María Magdalena Uribe, quien además es coordinadora de la bancada del PT, con la asistencia de los secretarios Carlos Navarrete, Luis Mario Rivera, así como de Rosy Martínez, suplente, además de los coordinadores de las distintas bancadas y representaciones partidistas.
No estuvo ahí la vicepresidenta, la expanista Diana Platt y tampoco ningún integrante del Grupo parlamentario de MORENA, a quienes reportan restañando heridas y en tratamiento de fomentos y lavativas luego de su accidentada elección interna del sábado, en tanto que los tres diputados del PAN andaban muy crudos luego de la borrachera en la fiesta del arranque de la temporada de beisbol.
Al evento constitucional y de la más pura esencia republicana si asistieron los coordinadores de las bancadas del PRI, Rogelio Díaz Brown; del PES, Jesús Alonso Montes Piña; del panal, Francisco Javier Duarte; la diputada del MC, María Dolores del Río y del Verde el citado Luis Mario Rivera, así como Nitzia Gradias, Luis Armando Alcalá, Jorge Villaescusa Aguayo, entre otros, tocándole al Oficial Mayor, José Angel Barrios, firmar y sellar de recibida la documentación entregada.
Y eso fue todo, porque al igual que en las tres ediciones pasadas, luego del protocolo republicano y constitucional, la gobernadora se reincorporó al trabajo en una reunión de gabinete de planeación para afinar detalles sobre las siguientes giras a los municipios; gestiones presupuestales ante la federación; ajustes a la propuesta de paquete fiscal estatal para el año próximo; verificación y revisión de estrategias en contra de la inseguridad, y cosas así.
A los diputados les corresponde revisar el contenido de ese IV Informe, en el marco de una dinámica que seguramente implicarán glosas en comparecencias, ante el pleno o en comisiones, de varios de los secretarios, entre ellos los responsables de áreas sustantivas como educación y seguridad pública, para de esa forma iniciar ese maratón anual donde funcionarios del gobierno del estado van y vienen del Congreso del Estado para explicar cuestiones de las cuentas públicas, de la propuesta de presupuesto para el año siguiente, entre otros motivos.
Por cierto, sugerente la propuesta del ya citado diputado priista Villaescusa Aguayo, de crear el Centro de Valor Agregado del Estado de Sonora, que como un organismo público descentralizado y con representación del gobierno, productores, académicos e investigadores, impulsar la transformación de materias primas, para sin perder de vista la calidad de origen, darle un mayor valor comercial y ampliar su mercadeo.
Ese es un viejo reto para el sector agropecuario de esta entidad y la propuesta del legislador debería revivir tal interés entre en los actores de la producción y de la prestación de servicios, luego de tantas experiencias de éxito a través de esquemas de incubadoras de negocios y cómo en Estados Unidos crece dicha estrategia, así como crecen los ingresos de los productores.
La propuesta de Villaescusa Aguayo fue en la misma sesión donde el diputado Rodolfo Lizárraga, desde la más alta tribuna legislativa del Estado, dio a conocer lo que saben todos quienes integran su entrono público y privado y hasta los que no: que es homosexual, confesión protagónica a todas luces innecesaria y que si bien es valiente, nada tiene qué ver con el interés general de los sonorenses.
A propósito de guaymenses, ya tarde nos enteramos de la conferencia de prensa a la que convocó en Hermosillo la alcaldesa de Guaymas, Sara Valle Dessens y por eso no pudimos cubrir una actuación patética y lamentable por parte de esa señora que frivoliza con una sarta de estulticias, el drama y lo dramático que resulta el que alguien quiera matarla.
Fuertemente blindada, la munícipe se vino a Hermosillo luego que el jueves por la tarde, un automóvil de su propiedad, estacionado frente a su domicilio, fue acribillado a balazos.
Ese atentado es uno más que se perpetra en el círculo cercano de la alcaldesa, luego que primero aparecieron narcomantas con mensajes en su contra; asesinato de policías e incluso de un alto funcionario municipal cercano a sus afectos, con la obvia marca del crimen organizado por algún agravio o cuenta mocha.
Pues para la mentada señora no hay nada seguro, ya que en un documento distribuido señala como sospechosos del atentado del jueves a alrededor de cuarenta personas, entre regidores, funcionarios estatales y federales, comunicadores y demás, faltándole sólo incluir a quienes no votaron por ella, en un marco que hace dudar sobre su sanidad neuronal.
El mismo contenido de ese mamotreto, deja ver el deterioro mental de la Valle Dessens, ya que solo a un desquiciado se le puede ocurrir señalar como sospechosos de querer matarla a todos quienes de alguna forma han tenido diferencias con ella y que si bien no los menciona por su nombre, tenemos entendido que todos son identificables e incluso infiere que sospecha del mismo Alfonso Durazo.
De acuerdo a fuentes porteñas, la alcaldesa sabe las causas y sabe perfectamente de dónde vienen las amenazas en su contra y de quienes debe cuidarse, así como lo hizo al venir a Hermosillo y así como sabe, así puede desactivarlas y si no puede, entonces sí su vida corre peligro.
O sea, desperdigar sospechas a diestra y siniestra resulta una soberana estupidez que además la acaba de confrontar con todos y todas, ya que no es cualquier cosa que cualquiera que piense distinto que ella es sospechoso de querer asesinarla.
Pero para estúpidas o idiotas nadie le gana a la senadora florero, Lilly Téllez, quien con el pretexto de auto acribillado de la alcaldesa de Guaymas y alegando inseguridad en Sonora, exigió la renuncia de la gobernadora Pavlovich, en una sarta de pendejadas que ya son costumbre de esa señora, y qué bueno que casi no viene a la entidad ni se ocupa de asuntos sonorenses, porque así sus desbarres son espaciados.
Ante esa diarrea mental de la senadora, en la misma cuenta oficial de tuiter de la Secretaría de Seguridad Pública Federal se estableció lo siguiente: “Frente a los hechos ocurridos en Guaymas y ante cualquier expresión de violencia, las autoridades de todos los niveles de gobierno debemos recordar que la seguridad pública es un espacio de neutralidad política”.
Y hacen bien en recordarlo y subrayarlo, porque si esa loca exlocutora se atreve a exigir renuncias por la inseguridad en un estado que está muy lejos de estar entre los más inseguros, al rato va exigir las renuncias del mismo Alfonso Durazo por la inoperancia de la Guardia Nacional en todo el país y del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, en cuyos primeros meses de mandato ha roto todos los récords en el rubro de homicidios dolosos.
Por supuesto que la orate no estuvo en la reunión llevada a cabo el viernes en el Palacio de Gobierno, en la que las representaciones legislativas de Sonora en el Congreso de la Unión hicieron equipo con la gobernadora para constituirse en un solo frente de gestión ante la Federación, con miras a que esta entidad sea incluida en mayores recursos presupuestales y apoyos en el paquete fiscal 2020.
Ahí estuvieron el senador Arturo Bours, las diputadas federales Madeleine Bonnafoux Alcaraz , Ana Laura Bernal Camarena, Wendy Briseño, Lorenia Valles Sampedro, Hildelisa González, así como los Diputados federales Marco Antonio Carbajal Miranda, Manuel López Castillo, Jorge Eugenio Russo Salido y Manuel De Jesús Baldenebro.
También ahí integrantes de la legislatura local como María Dolores Del Río Sánchez, Rogelio Díaz Brown, Martín Matrecitos, Luis Mario Rivera Aguilar, Gildardo Real Ramírez, Fermín Trujillo Fuentes, Jesús Alonso Montes Piña, además de las alcaldesas Célida López, de Hermosillo; Adriana Sepúlveda Rodríguez, de Moctezuma; María Del Rosario Quintero Borbón, de Navojoa, y los alcaldes Jesús Alfonso Montaño Durazo, de Agua Prieta y Héctor Gastón Rodríguez Galindo, de Ures.
Ese equipo es plural y sólo tiene el objetivo de utilizar su capacidad de gestión conjunta para que nos vaya bien a los sonorenses.
Por lo demás, bien por Daniel Baranzini al deslindarse de la propuesta de MORENA de dividir al gremio ganadero constituyendo una organización esclusiva para productores del sur de Sonora, dejando ver que contrario al aparente romance que sostenía con liderazgos de ese partido, ahora intercambia coqueteos con Movimiento Ciudadano.
Le han de haber quedado mal los morenistas al exitoso mercader de ganado y ahora insiste en posicionarse como aspirante a la presidencia de la UGRS con el apoyo del MC.
Y en un entorno de jaloneos, muy complicado y enredoso, con denuncias sobre irregularidades y acarreos e incluso violencia, MORENA llevó a cabo la elección de delegados que habrán de elegir a la nueva dirigencia nacional a fines de noviembre y que en Sonora lo harán por el estatal el 10 de ese mes.
Reportan ambiente de confrontación en Guaymas y Navojoa, aunque al parecer se cumplió con el objetivo de elegir a los 20 delegados y delegadas correspondientes, en tanto que en Ciudad Obregón la elección se suspendió supuestamente por falta de quórum, a pesar del ostentoso operativo de acarreo que instrumentó Javier Lamarque, quien de plano ya está en abierta confrontación con el alcalde Sergio Pablo Mariscal.
Expertos en asuntos de ese partido, nos aseguran que luego de la elección de los delegados, para la asamblea del 10 de noviembre, la correlación de fuerzas favorece a Adolfo Salazar Razo para que sea el relevo de Jacobo Mendoza en la dirigencia estatal.
